Indiscutiblemente la pluma de Verne es magistral pues su prosa es esplendida, las historias una maravilla y lamento haberlo infravalorado con su Vuelta al Mundo en 80 Días (como ya había dicho en reseñas previas).
La obra en cuestión, es parte de la “Trilogía de Viajes Extraordinarios” (no precisamente de forma argumental, sino por personajes que jugaran un papel importante en la Isla Misteriosa) donde Lord Glenarvan en compañía de Lady Elena encuentran un mensaje en una botella, la que contiene una nota de auxilio de un tal “Harry Grant” lo que detona esta maravillosa aventura en su búsqueda, acompañados de los hijos Grant (Roberto y María) vivirán esta odisea pero no irán solos, pues un muy peculiar personaje Paganel se une a este exquisito viaje y juntos vivirán grandes aventuras marítimas, pasando por Chile, Las Pampas, Argentina, el Atlántico, Nueva Zelanda entre otros, hasta dar con el (ahora) náufrago Capitán Grant.
No pude evitar recordar – irónicamente – La vuelta al mundo en 80 días, pues encuentro ciertas similitudes lo que me orilla a releer esa obra.
Recomendada, sobre todo para complementar Veinte mil leguas de viaje submarino y la Isla Misteriosa (siendo esta última, la que se debe leer al final)
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