Estamos frente a una misteriosa obra de un todavía más misterioso Marko Levi. Pero, ¿qué es exactamente lo que podemos encontrar? La aventuras de Vadim Máslennikov en Moscú en vísperas de la Revolución bolchevique.
Dividida en 4 partes, la primera, dedicada a su vida como estudiante, sus lamentables relaciones con su madre y amigos, además de su despertar sexual. En esta primera parte, Vadim nos muestra la inherente dualidad de la naturaleza humana. Esa indiferencia, arrogancia y desprecio hacia su madre.
Por otro lado, la bondad y amabilidad hacia Sonia. Sentimientos que se contraponen y que, inevitablemente, lo llevan al oscuro abismo de la cocaína.
Pero, ¿de qué va todo esto, qué sentido tiene? Primero debemos saber que se trata de una narración autobiográfica, y que el periodo de transición del régimen zarista al soviético, fue una fuerte sacudida para Rusia. ¿Acaso esos cambios también afectaran a nuestro protagonista?
Con un profundo desarrollo psicológico de V. Máslennikov, quien, tras el fracaso de sus relaciones personales, lo veremos inevitablemente hundido en el abismo de la cocaína, mismo al que Aguéiev dedica un capítulo completo a la descripción de los efectos de este estupefaciente (en su propia experiencia, claro está).
Una obra cargada de profundas reflexiones filosóficas sobre la naturaleza humana, sobre la dualidad de bondad y maldad, sobre el amor, la amistad, la locura, el suicidio y la adicción a la cocaína. Una obra tan bien escrita, que nos resulta lamentable que no haya más textos de este interesante autor.
Cierro con su siguiente aforismo: “Lo más importante para el hombre no son los acontecimientos que rodean su vida, sino el reflejo de estos en su conciencia.”
Irving Romero.