“Mujer que sabe latín, ni tiene marido, ni tiene buen fin.” Expresa el refrán. Y hace referencia a que la educación emancipa a las mujeres de la posible dependencia económica de sus parejas, como primera consecuencia. La autora da la fecha de 18 de enero de 1946, como el momento de la carta de ciudadanía de las mujeres con la educación obligatoria de primarias y secundarias. Aunque al parecer, desde 1928 se estableció la educación primaria como obligatoria y gratuita. Por otra parte, en 1947 las mujeres pudieron votar y ser votadas a nivel Municipal.
Dice la autora:
“La mujer ha sido más que un fenómeno de la naturaleza, más que un componente de la sociedad, más que una criatura humana, un mito. El creador y espectador del mito ya no ve en la mujer a alguien de carne y hueso, con ciertas características biológicas; fisiológicas y psicológicas; menos aún perciben en ella las cualidades de una persona que se semeja en dignidad aunque se diferencia en conducta, sino que advierten sólo la encarnación de algún principio, generalmente maléfico, fundamentalmente antagónico.”
“Se ha acusado de las mujeres de hipócritas y la acusación no es infundada. Pero la hipocresía es la respuesta que a sus opresores da el oprimido, que a los fuertes contestan los débiles, que los subordinados devuelven al amo.”
“El poeta Monto, declara que: Dios no pretendió poblar la tierra con criaturas tan deleznables como nosotros sino dar existencia a Odiseo, a Hamlet, a Don Quijote. La humanidad es la materia prima sobre la que ha de operar el artista, causa eficiente, herramienta para modelar la estatua que, una vez terminada, habita esa eternidad que es la patria de los seres imaginarios y a la cual nuestro modo de realidad nos veda el acceso.”
La autora hace referencia en ensayos, a más de veinticuatro autoras de varias épocas y nacionalidades.
Gerardo Morales.