La historia tiene como protagonista al propio Siddhartha, un joven hindú que busca su camino, su libertad e iluminación espiritual, y en compañía de su mejor amigo Govinda, deciden abandonar a sus familias para unirse a un grupo de samanas (sacerdotes) para aprender de ellos.
Ahora, en qué contexto se ubica esta interesante obra. En primer lugar, es importante saber que el autor fue alemán (nacionalizado suizo) y que la obra, se publicaría en 1922 (nuevamente, recordar que el periodo comprendido en 1914-1918, pertenece al de la llamada gran guerra). Aunado a esto, también es importante saber quién fue “Buda” y no me voy a centrar en una biografía de Buda, pero este personaje, también conocido como “Siddhartha Gautama” es el también llamado Buda histórico, fundador del budismo.
Esta es de esas obras en que tal vez, muchos podrían esperar que suceda algo, yo por ejemplo, la leí 2 veces, porque a primera impresión no me atrapó tanto. La realidad es que el título lo dice todo, no es una historia sobre Buda, pero tiene los tintes y la ambientación del mismo. Me parece imprescindible leerla por lo menos 1 vez en la vida, pero con toda la calma y paciencia que se pueda, pues todo el tiempo está pasando algo, desde el principio, hasta el fin, de hecho, la obra es 100% filosófica, evidentemente, sobre la filosofía budista. En cada fragmento, en cada párrafo, podremos encontrar esta interesante filosofía que sin duda, puede ser importante para recordarla en tu día a día.
Generalmente concluyo con 1 aforismo, pero la obra es sumamente jugosa, por lo que concluiré con los siguientes:
“No importan las opiniones, cada uno las puede apoyar o desechar”
“Escribir es bueno, pensar es mejor. Ser inteligente es bueno, ser paciente es mejor”
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