La autora narra la vida de un niño hijo de padres japoneses, emigrados a México huyendo de la guerra ruso-japonesa (1904-1905) que recibe el nombre de Haruki (André) Yamada. La autora advierte que se trata de sucesos reales narrando la vida del protagonista que se convierte en un eminente médico especializado en oncología. Llegan a México en barco, al puerto de Manzanillo, encontrando un buen lugar para vivir en un pueblo nayarita, después de muchas vicisitudes; ahí logran sobrevivir mediante la elaboración y venta de "raspados" de hielo y dulces confeccionados por la madre pero en 1942 la Segunda Guerra Mundial en la que se involucra México a instancias de EE. UU., les voltea el destino cuando el gobierno mexicano secuestra violentamente a todos los japoneses residentes en el país, bajo el pretexto de "espionaje" haciendo campos de concentración donde reúne a nipones, alemanes e italianos. A la familia Yamada la concentran en un barrio del pueblo de Tlalpan, cerca de la Ciudad de México y en ese lugar se desarrolla la mayor parte de la historia de esa familia y el personaje. La autora logra emocionar con su narración, a pesar de que es de un sólo aliento, sin capítulos ni separaciones en 237 páginas, salvo los puntos y aparte que apenas dejan un respiro. La historia conmueve porque pone de manifiesto la política de crueldades que hace víctimas a muchas personas y que a pesar de ella muchas de ellas y en particular el personaje Haruki, logra éxito fundando un hospital oncológico en México y llevando a cabo acciones de beneficio social que le valen el reconocimiento nacional y el del reino de Japón que lo condecoró al final de su vida.
Magno Garcimarrero O.