Esta novela de la autoría de la mexicana Ángeles Mastretta, cuenta la historia de una joven mujer (Catalina Guzmán) que es cautivada por un hombre 15 o 18 años mayor que ella (dentro del marco de un México posrevolucionario). Andrés Ascencio es el nombre de dicho, quien es un general y político que a punta de pistola llega a ser gobernador del Estado de Puebla, que es donde se desenvuelve gran parte de la novela, y quien aspira a ser presidente de la República (ante lo cual no repara en las formas ya que mata y desaparece a las personas que se interponen en sus objetivos personales o políticos).
En la obra se mezclan diversos ingredientes pero, hay tres básicos o esenciales: 1) El amor; 2) La política; y, 3) El machismo vs feminismo. Quizá el éxito de la novela se deba al último de los mencionados ingredientes.
La protagonista es prácticamente una niña cuando conoce al general Ascencio en los portales de Puebla. Él la desposa con la anuencia de sus padres, a quienes con su labia y poder económico había seducido previamente (así como a los hermanos de Catalina). Ella está consciente de que Ascencio es un mujeriego, mentiroso y arbitrario (que mata a sus rivales políticos y a cualquier persona que ataje sus ambiciones) pero, acepta esas circunstancias, no queda claro si por amor, comodidad, ingenuidad, inmadurez o complicidad.
Catalina va creciendo en años y en experiencia y todo el tiempo libra una batalla para sobreponerse al machismo de su esposo, rebelándose cuando y cuanto puede; incluso llega a engañar al general con un amigo de éste que es director de una orquesta sinfónica. Sin embargo, quizá por celos o quizá porque el músico militaba en el bando político contrario a Andrés Ascencio, la muerte prematura alcanza al joven y apuesto amante de Catalina.
El general sabe que su esposa lo engaña pero lo tolera o sobrelleva quizá porque él está consciente de que Catalina conoce el número de amantes y de hijos fuera del matrimonio que él tiene por todo el territorio poblano. A través de la novela, Catalina de mujer inocente pasa a involucrarse a su manera en el mundo político y de poder del general (rompiendo así el molde prevaleciente para esa época en que la mujer tenía vedado acceder a un mundo exclusivo para los hombres). La muerte del general queda envuelta en un manto de misterio (pues no se sabe si muere de tristeza por no ser candidato a presidente de la República o si muere envenenado por su joven y bella esposa).
Hay dos datos curiosos que merecen una mención especial: la novela toma el nombre de una bella y famosa canción de Agustín Lara; y la historia fue llevada al cine (en el año de 2008) con las actuaciones protagónicas de Ana Claudia Talancón y Daniel Giménez [sic] Cacho.
Ángel Rosas Solano.