Esta novela es de las que conforman la “trilogía distópica”. En este caso, Brabury nos narra la historia de Guy Montag, un bombero que pertenece a un escuadrón “Salamandras” en el que, irónicamente, su trabajo no es sofocar incendios, sino provocarlos, con el fin de quemar libros. En el país de Montag, está terminantemente prohibido leer, porque leer ayuda a pensar y la población no lo tiene permitido.
La descripción del lugar donde se desarrolla la historia es sombría, gris y vacía. Nuestro protagonista conoce a Clarisse, misma que le abre los ojos, pues comienza cuestionarle por qué hace lo que hace, si es feliz haciéndolo y si alguna vez ha abierto un libro. Éste reacciona de forma negativa, sabiendo que está prohibido incluso hablar de ello.
Con el paso del tiempo, el capitán “Beatty”, líder del escuadrón “Salamandras”, comienza a darse cuenta que Montag empieza a traicionarlos, pues comienza a llevarse libros que ha ido rescatando de cada casa que queman.
El final del libro es un poco filosófico. Sin duda es un libro que te hace pensar, reflexionar y posiblemente sea un buen punto de partida para los nuevos lectores. Obra recomendada.