6 de septiembre de 2016
alcalorpolitico.com
Debemos a George Steiner la síntesis de uno de los aportes fundamentales del pensamiento griego. Afirma en su esplendente libro La Poesía del conocimiento esta frase: <<el dictamen de Sócrates de que la vida no examinada no es digna de ser vivida>>. Provocación intelectual fantástica, agrega Steiner. Tener el valor y la capacidad de examinar nuestra vida y pertenecer a una sociedad que se atreve a examinar lo que ha vivido es una tarea ardua y una responsabilidad. Hablamos de una cualidad explícitamente humana y de un autodominio intelectual avanzados.
Estamos lejos de poseer las virtudes de los griegos clásicos. Sus enseñanzas, sin embargo, podemos y debemos hacerlas nuestras. Así que atreverse a escribir y decir en discursos públicos lo que ha vivido y está viviendo la sociedad veracruzana convierte a sus ejecutantes en personas humanas, en ciudadanos libres. Este ejercicio de análisis de lo que no ha podido realizar, o los defectos de su funcionamiento, o las carencias que la aquejan pone en claro que nuestra sociedad posee un inquebrantable espíritu de progreso, aspira a ser mejor y hacer mejor sus tareas consciente de que siempre es posible hacer mejor sus actividades.
El entorno actual es del todo desfavorable para alentar la reflexión, la autocrítica, el autoanálisis individual y colectivo. La adversidad abarca la falta de tradición en realizar estos ejercicios públicos. También las carencias de orden material. Pero sobre todo la sociedad veracruzana vive en un ambiente anti intelectual y pro-represión, adulación y simulación. Es una carga política convertida en cultura, en modo cotidiano de vivir o mejor de sobrevivir. En pocos momentos históricos las condiciones de imposibilidad para el ejercicio del pensamiento y su expresión en la plaza pública ha postrado a la sociedad veracruzana como en estos últimos doce años.
Y frente a este entorno anti espiritual, un puñado muy significativo de ciudadanos los ciudadanos veracruzanos alza sus voces para pensar en sus problemas colectivos y proponer soluciones llenas de sentido común y de racionalidad. En pocas ocasiones ha existido la libertad para exponer en público problemas que a todos nos afectan, explicando causas y efectos, sin descalificaciones ni juicios sumarios. El respeto a las ideas así como el respeto a la dignidad de los responsables del caos y quiebra que se vive en Veracruz han prevalecido en las exposiciones de los foros de consulta para articular posteriormente políticas públicas racionales.
Esta vegetación en el desierto (<<Ahí donde está el peligro crece lo que salva>> dice el poeta Hölderlin) ha sido cultivada por los veracruzanos para dar forma al futuro Plan Veracruzano de Desarrollo y viene precedido de un cambio histórico en la elección de un inédito equipo de gobierno, elección de una sociedad que dio la espalda a 86 años de dominio político y cultural absoluto del Partido revolucionario Institucional. Así es que por estas circunstancias y otras más el ejercicio de construcción de un plan de acciones de gobierno resulta imbuido de novedades: son los ciudadanos interesados y de los más capaces (las élites intelectuales del estado de Veracruz) quienes se comprometen día a día con este ejercicio de razonamiento colectivo.
Por supuesto que desde el establecimiento del Sistema Nacional de Planeación Democrática, cada elaboración de un plan de desarrollo en la entidad contiene novedades dignas de ser reconocidas. La singularidad de la elaboración del plan para el bienio 2017/2018 radica en la conjunción de ciertas novedades: en el ambiente de plena libertad para señalar los problemas, sus orígenes y sus consecuencias; en la sinceridad para abordar las cuestiones planteadas; en la ausencia de adulaciones innecesarias a funcionarios y políticos, propias de la cultura política dominante; en el involucramiento de todos los campus de la Universidad Veracruzana, lo que permitirá construir auténticos diagnósticos regionales; en la plena intervención de las élites pensantes a todo lo largo y ancho del estado; en el surgimiento de ideas de los mismos veracruzanos que hasta el momento han hecho 1300 propuestas de soluciones sobre las mismas realidades, con visiones diferentes, con ideología diferentes, con énfasis diferentes.
Cualitativa y técnicamente este plan será superior a los anteriores, porque no será únicamente el resultado de las opiniones y conocimientos de un reducido grupo de especialistas en cuestiones del desarrollo. Será una obra colectiva, de libre participación. En el encontraremos lo mismo opiniones de estudiantes que de ciudadanos fuera de los ámbitos académicos que de especialistas en cada materia. Es decir que en la versión definitiva del Plan Estatal de Desarrollo 2017/2018 uno podrá reconocer la autenticidad de las propuestas de los ciudadanos veracruzanos con si diversidad cultural y heterogeneidad de intereses.
El plan será la carta de navegación del gobierno del ciudadano Miguel Ángel Yunes Linares. En dos años, el gobernador de la alianza entre PAN y PRD podrá desplegar sus capacidades personales para impulsar lo humanamente posible en términos de sentar las bases para un cambio de mayores alcances en extensión y profundidad. Con orden podrá mejorar la organización de la función gubernamental cortada en trizas por la irresponsabilidad y el dolo en el manejo de los asuntos públicos asentados en doce años de pesadillas. Si usted quiere ser partícipe del cambio con orden y sentido humano, con horizontes de bienestar colectivo, justicia social y bien común, entonces involúcrese en la elaboración del Plan Veracruzano de Desarrollo en su fase de consultas públicas, con definición de problemas e indicaciones de vías de solución.
Estamos lejos de poseer las virtudes de los griegos clásicos. Sus enseñanzas, sin embargo, podemos y debemos hacerlas nuestras. Así que atreverse a escribir y decir en discursos públicos lo que ha vivido y está viviendo la sociedad veracruzana convierte a sus ejecutantes en personas humanas, en ciudadanos libres. Este ejercicio de análisis de lo que no ha podido realizar, o los defectos de su funcionamiento, o las carencias que la aquejan pone en claro que nuestra sociedad posee un inquebrantable espíritu de progreso, aspira a ser mejor y hacer mejor sus tareas consciente de que siempre es posible hacer mejor sus actividades.
El entorno actual es del todo desfavorable para alentar la reflexión, la autocrítica, el autoanálisis individual y colectivo. La adversidad abarca la falta de tradición en realizar estos ejercicios públicos. También las carencias de orden material. Pero sobre todo la sociedad veracruzana vive en un ambiente anti intelectual y pro-represión, adulación y simulación. Es una carga política convertida en cultura, en modo cotidiano de vivir o mejor de sobrevivir. En pocos momentos históricos las condiciones de imposibilidad para el ejercicio del pensamiento y su expresión en la plaza pública ha postrado a la sociedad veracruzana como en estos últimos doce años.
Y frente a este entorno anti espiritual, un puñado muy significativo de ciudadanos los ciudadanos veracruzanos alza sus voces para pensar en sus problemas colectivos y proponer soluciones llenas de sentido común y de racionalidad. En pocas ocasiones ha existido la libertad para exponer en público problemas que a todos nos afectan, explicando causas y efectos, sin descalificaciones ni juicios sumarios. El respeto a las ideas así como el respeto a la dignidad de los responsables del caos y quiebra que se vive en Veracruz han prevalecido en las exposiciones de los foros de consulta para articular posteriormente políticas públicas racionales.
Esta vegetación en el desierto (<<Ahí donde está el peligro crece lo que salva>> dice el poeta Hölderlin) ha sido cultivada por los veracruzanos para dar forma al futuro Plan Veracruzano de Desarrollo y viene precedido de un cambio histórico en la elección de un inédito equipo de gobierno, elección de una sociedad que dio la espalda a 86 años de dominio político y cultural absoluto del Partido revolucionario Institucional. Así es que por estas circunstancias y otras más el ejercicio de construcción de un plan de acciones de gobierno resulta imbuido de novedades: son los ciudadanos interesados y de los más capaces (las élites intelectuales del estado de Veracruz) quienes se comprometen día a día con este ejercicio de razonamiento colectivo.
Por supuesto que desde el establecimiento del Sistema Nacional de Planeación Democrática, cada elaboración de un plan de desarrollo en la entidad contiene novedades dignas de ser reconocidas. La singularidad de la elaboración del plan para el bienio 2017/2018 radica en la conjunción de ciertas novedades: en el ambiente de plena libertad para señalar los problemas, sus orígenes y sus consecuencias; en la sinceridad para abordar las cuestiones planteadas; en la ausencia de adulaciones innecesarias a funcionarios y políticos, propias de la cultura política dominante; en el involucramiento de todos los campus de la Universidad Veracruzana, lo que permitirá construir auténticos diagnósticos regionales; en la plena intervención de las élites pensantes a todo lo largo y ancho del estado; en el surgimiento de ideas de los mismos veracruzanos que hasta el momento han hecho 1300 propuestas de soluciones sobre las mismas realidades, con visiones diferentes, con ideología diferentes, con énfasis diferentes.
Cualitativa y técnicamente este plan será superior a los anteriores, porque no será únicamente el resultado de las opiniones y conocimientos de un reducido grupo de especialistas en cuestiones del desarrollo. Será una obra colectiva, de libre participación. En el encontraremos lo mismo opiniones de estudiantes que de ciudadanos fuera de los ámbitos académicos que de especialistas en cada materia. Es decir que en la versión definitiva del Plan Estatal de Desarrollo 2017/2018 uno podrá reconocer la autenticidad de las propuestas de los ciudadanos veracruzanos con si diversidad cultural y heterogeneidad de intereses.
El plan será la carta de navegación del gobierno del ciudadano Miguel Ángel Yunes Linares. En dos años, el gobernador de la alianza entre PAN y PRD podrá desplegar sus capacidades personales para impulsar lo humanamente posible en términos de sentar las bases para un cambio de mayores alcances en extensión y profundidad. Con orden podrá mejorar la organización de la función gubernamental cortada en trizas por la irresponsabilidad y el dolo en el manejo de los asuntos públicos asentados en doce años de pesadillas. Si usted quiere ser partícipe del cambio con orden y sentido humano, con horizontes de bienestar colectivo, justicia social y bien común, entonces involúcrese en la elaboración del Plan Veracruzano de Desarrollo en su fase de consultas públicas, con definición de problemas e indicaciones de vías de solución.