27 de febrero de 2025
alcalorpolitico.com
El chistorete decía que cuando se juntaban más de tres veracruzanos nacía un partido político. Puede ser. Uno no sabe nunca nada. Pero si uno piensa en sindicatos en vez de partidos, la cosa es más clara. El símil no es exacto pero da bien la idea, como explicó Leduc.
Hay cuando menos diez sindicatos de maestros en Veracruz. Diez. Y ocho de ellos protestan ante la idea loca de que los profesores estén en las escuelas y eduquen, y encima de eso son ilegales porque no tienen contrato colectivo de trabajo, según la Jefatura de Registro de Asociaciones y Condiciones General de Trabajo del Tribunal Superior de Justicia, con todo y sus mayúsculas.
Pese a todo, tomaron las oficinas de la Secretaría de Educación e hicieron declaraciones sin pensar en lo que decían, como el líder del Gremio Nacional de Trabajadores de la Educación, Avid Moctezuma Uscanga, quien aclaró que los profesores comisionados – es decir, que no dan clases – no cumplen comisiones sindicales sino gestiones administrativas. Ajá.
Y reconoció que el sindicato no es ningún patrón, y por lo tanto no puede poner en ninguna situación laboral (sic) a algún trabajador y quien tiene la situación laboral es el patrón (resic), aunque afirmó que la notificación que le instruía a presentarse en su centro de trabajo no tiene ningún valor.
Lo que uno ve son ganas de seguir como antes, que es decir como siempre, sin hacer nada o no mucho. Hay profesores – y profesoras – que reciben sueldo porque su atención está centrada en asuntos sindicales o del gremio. Pero llevan años haciendo eso. No es difícil si uno conoce a la persona indicada. También hay que admitir que los comisionados de sindicatos como el SNTE no parecen estar sujetos a las disposiciones oficiales...
Cada secretario de Educación ha anunciado, en cada sexenio, que hay tantas mil personas que cobran sin trabajar. Ningún secretario de educación, en ningún sexenio, ha emprendido acciones legales contra esas personas que recibían un sueldo sin merecerlo, ni se sabe de aviadores que se hayan visto obligados a devolver lo que les pagaron ilegalmente. La impunidad es la regla.
Ni azul ni carpeta
Ha pasado una semana, más o menos. Nadie ha presentado ninguna carpeta azul ni de ningún otro color con el registro de los delitos que se atribuyen a los Yunes – padre e hijos – de Boca del Río. Nadie ha denunciado nada. Nadie. No hay pruebas.
Están en juego el principio de no mentir de Morena, que ha recogido escoria de los partidos tradicionales, y la letra y el espíritu de la ley, que obliga a denunciar delitos donde los haya o donde se piense que los hay o los hubo. A menos que la carpeta azul no sea azul ni sea carpeta, y todo haya sido una mentira, lo cual nos lleva otra vez al principio de no mentir.
Cada día que pasa se hace más necesario que los veracruzanos en particular y los mexicanos en general veamos las pruebas que el expresidente López Obrador, el senador Manuel Huerta, y la gobernadora Rocío Nahle, tienen de lo malo y lo peor de los Yunes. Llevan años hablando de la carpeta azul que no aparece, pero nadie ha presentado denuncia alguna ni ha revelado qué hay en esa carpeta.
Habría que ver si hubo negociaciones y dónde y a qué nivel se hicieron, que impiden que se conozca lo que sabe el aparato del Estado sobre los Yunes. O habría que pensar que – a fin de cuentas – no tienen nada y todo se les ha ido en amenazas inútiles. Qué vaina.
Desde el balcón
El sol le da brillos a la malta que no tenía. La tarde es nítida, llena de una luz que ni siquiera es tibia. Uno piensa en la cena, y al mismo tiempo busca en el cielo aún azul el brillo de algún planeta, y sólo halla el cielo, como quien busca aviadores en la secretaría de Educación de Veracruz y sabe que ahí están y no halla nada.
Hay cuando menos diez sindicatos de maestros en Veracruz. Diez. Y ocho de ellos protestan ante la idea loca de que los profesores estén en las escuelas y eduquen, y encima de eso son ilegales porque no tienen contrato colectivo de trabajo, según la Jefatura de Registro de Asociaciones y Condiciones General de Trabajo del Tribunal Superior de Justicia, con todo y sus mayúsculas.
Pese a todo, tomaron las oficinas de la Secretaría de Educación e hicieron declaraciones sin pensar en lo que decían, como el líder del Gremio Nacional de Trabajadores de la Educación, Avid Moctezuma Uscanga, quien aclaró que los profesores comisionados – es decir, que no dan clases – no cumplen comisiones sindicales sino gestiones administrativas. Ajá.
Y reconoció que el sindicato no es ningún patrón, y por lo tanto no puede poner en ninguna situación laboral (sic) a algún trabajador y quien tiene la situación laboral es el patrón (resic), aunque afirmó que la notificación que le instruía a presentarse en su centro de trabajo no tiene ningún valor.
Lo que uno ve son ganas de seguir como antes, que es decir como siempre, sin hacer nada o no mucho. Hay profesores – y profesoras – que reciben sueldo porque su atención está centrada en asuntos sindicales o del gremio. Pero llevan años haciendo eso. No es difícil si uno conoce a la persona indicada. También hay que admitir que los comisionados de sindicatos como el SNTE no parecen estar sujetos a las disposiciones oficiales...
Cada secretario de Educación ha anunciado, en cada sexenio, que hay tantas mil personas que cobran sin trabajar. Ningún secretario de educación, en ningún sexenio, ha emprendido acciones legales contra esas personas que recibían un sueldo sin merecerlo, ni se sabe de aviadores que se hayan visto obligados a devolver lo que les pagaron ilegalmente. La impunidad es la regla.
Ni azul ni carpeta
Ha pasado una semana, más o menos. Nadie ha presentado ninguna carpeta azul ni de ningún otro color con el registro de los delitos que se atribuyen a los Yunes – padre e hijos – de Boca del Río. Nadie ha denunciado nada. Nadie. No hay pruebas.
Están en juego el principio de no mentir de Morena, que ha recogido escoria de los partidos tradicionales, y la letra y el espíritu de la ley, que obliga a denunciar delitos donde los haya o donde se piense que los hay o los hubo. A menos que la carpeta azul no sea azul ni sea carpeta, y todo haya sido una mentira, lo cual nos lleva otra vez al principio de no mentir.
Cada día que pasa se hace más necesario que los veracruzanos en particular y los mexicanos en general veamos las pruebas que el expresidente López Obrador, el senador Manuel Huerta, y la gobernadora Rocío Nahle, tienen de lo malo y lo peor de los Yunes. Llevan años hablando de la carpeta azul que no aparece, pero nadie ha presentado denuncia alguna ni ha revelado qué hay en esa carpeta.
Habría que ver si hubo negociaciones y dónde y a qué nivel se hicieron, que impiden que se conozca lo que sabe el aparato del Estado sobre los Yunes. O habría que pensar que – a fin de cuentas – no tienen nada y todo se les ha ido en amenazas inútiles. Qué vaina.
Desde el balcón
El sol le da brillos a la malta que no tenía. La tarde es nítida, llena de una luz que ni siquiera es tibia. Uno piensa en la cena, y al mismo tiempo busca en el cielo aún azul el brillo de algún planeta, y sólo halla el cielo, como quien busca aviadores en la secretaría de Educación de Veracruz y sabe que ahí están y no halla nada.