19 de diciembre de 2024
alcalorpolitico.com
A estas alturas, pocos son los que no se han enterado del escándalo polÃtico más reciente: Adán Augusto López, lÃder de la mayorÃa de Morena en el Senado, declaró que hubo contratos irregulares en la Cámara Alta cuando Ricardo Monreal era lÃder de la mayorÃa de Morena en el Senado y aseguró que iba a presentar una o dos o más denuncias.
Según López, las irregularidades se centran en un contrato de noventa millones de pesos para el mantenimiento de elevadores (Grupo Piasa) y en otro por sesenta millones de pesos para administrar los archivos del Senado. Según los simpatizantes de Monreal, el enojo de López se debe a que los diputados recortaron el presupuesto de la Cámara Alta. Y de ahà palante. La vaina se convirtió en espectáculo.
La presidenta Claudia Sheinbaum dijo que se trataba de un asunto menor, y declaró que si alguien tiene algo que denunciar lo haga usando las vÃas disponibles, pero "no necesitan que sea un asunto público". Y ahà se equivocó la presidenta. Las acusaciones de un senador contra un diputado que fue senador son claras: se hicieron contratos irregulares con dinero público, y lo que pase – denuncias, pruebas, alegatos – tiene que ser público, como manda la idea que la cuarta transformación tiene de la polÃtica. Alguien tiene que ser serio en estas cosas.
Pero no se ha presentado denuncia alguna, hasta donde se sabe. Si no hay denuncia, el senador López quedará marcado como alguien que recurrió a la mentira y la amenaza públicas para dirimir sus diferencias polÃticas con un correligionario, algo que se sumará al arranque de violencia que exhibió a principios de mes con el también senador Miguel Angel Yunes Márquez.
En el triste sistema polÃtico mexicano, los funcionarios recurren a la amenaza de la denuncia cuando no pueden hacer mucho más. El ex secretario de Gobierno de Veracruz Patrocinio Cisneros amenazó a medios como Notiver y El Dictamen con denunciarlos por cosas que ya nadie recuerda y a nadie le importaban. Nunca presentó ninguna queja ante ninguna autoridad competente. Todo parece indicar que pasará lo mismo con las amenazas del senador López.
No hay quien los pare. El senador y el diputado quieren el poder, y que se jodan la cuarta transformación y el humanismo de Morena. La cosa es ver quién manda, y quién manda más.
El enemigo en casa
El columnista Juan Ignacio Zavala se ocupó del tema. Se sabe: la soberbia es mala consejera. Envalentonados con el pleito contra la reducida oposición, en Morena han salido a buscar un enemigo para su nuevo número y, claro, lo encontraron. Está en casa. Son ellos mismos. Para el público resulta "más interesante y divertido un pelito en Morena o entre la clase gobernante que dimes y diretes en el PAN o en el PRI. Lo de Morena tiene consecuencias, tiene más morbo".
La intervención de Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado, tampoco fue afortunada. El recorte al presupuesto de la Cámara Alta fue una "rudeza innecesaria". Estamos hablando de doscientos sesenta millones de pesos, para una persona es un montón de dinero, pero para un poder y para el monto del presupuesto nacional, lo que cuestan las cámaras, no es significativo, declaró el senador, sin recordar los recortes que su partido ha hecho en los presupuestos de otros organismos públicos.
Con eso vamos a cerrar el año.
Desde el balcón
El vecino tortura Jingle Bells en su piano, y uno sale a sentir la resolana del crepúsculo y el aire frÃo con una copa de malta. Es un dÃa diáfano, que serÃa de otra estación si no fuera diciembre. La luz juega en el ámbar de la malta y se disuelve en el hielo único que la acompaña.
De aquà a Xalapa hay unos nueve mil trescientos sesenta y cinco kilómetros, y cuando allá amanece acá es hora de hacer cuentas, comer algo, pensar en el resto del dÃa, y en lo que le queda al año, que no es mucho, y en lo que le queda al sexenio, que es muchÃsimo.
De pronto es de noche. Dentro de no mucho tiempo será jueves. En lo alto, más allá de las nubes, Saturno brilla como si acá no pasara nada. De todos modos, y en defensa propia, estos apuntes del Diario de un Reportero van a celebrar lo que haya que celebrar, y volverán hasta enero del año que viene.
Según López, las irregularidades se centran en un contrato de noventa millones de pesos para el mantenimiento de elevadores (Grupo Piasa) y en otro por sesenta millones de pesos para administrar los archivos del Senado. Según los simpatizantes de Monreal, el enojo de López se debe a que los diputados recortaron el presupuesto de la Cámara Alta. Y de ahà palante. La vaina se convirtió en espectáculo.
La presidenta Claudia Sheinbaum dijo que se trataba de un asunto menor, y declaró que si alguien tiene algo que denunciar lo haga usando las vÃas disponibles, pero "no necesitan que sea un asunto público". Y ahà se equivocó la presidenta. Las acusaciones de un senador contra un diputado que fue senador son claras: se hicieron contratos irregulares con dinero público, y lo que pase – denuncias, pruebas, alegatos – tiene que ser público, como manda la idea que la cuarta transformación tiene de la polÃtica. Alguien tiene que ser serio en estas cosas.
Pero no se ha presentado denuncia alguna, hasta donde se sabe. Si no hay denuncia, el senador López quedará marcado como alguien que recurrió a la mentira y la amenaza públicas para dirimir sus diferencias polÃticas con un correligionario, algo que se sumará al arranque de violencia que exhibió a principios de mes con el también senador Miguel Angel Yunes Márquez.
En el triste sistema polÃtico mexicano, los funcionarios recurren a la amenaza de la denuncia cuando no pueden hacer mucho más. El ex secretario de Gobierno de Veracruz Patrocinio Cisneros amenazó a medios como Notiver y El Dictamen con denunciarlos por cosas que ya nadie recuerda y a nadie le importaban. Nunca presentó ninguna queja ante ninguna autoridad competente. Todo parece indicar que pasará lo mismo con las amenazas del senador López.
No hay quien los pare. El senador y el diputado quieren el poder, y que se jodan la cuarta transformación y el humanismo de Morena. La cosa es ver quién manda, y quién manda más.
El enemigo en casa
El columnista Juan Ignacio Zavala se ocupó del tema. Se sabe: la soberbia es mala consejera. Envalentonados con el pleito contra la reducida oposición, en Morena han salido a buscar un enemigo para su nuevo número y, claro, lo encontraron. Está en casa. Son ellos mismos. Para el público resulta "más interesante y divertido un pelito en Morena o entre la clase gobernante que dimes y diretes en el PAN o en el PRI. Lo de Morena tiene consecuencias, tiene más morbo".
La intervención de Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado, tampoco fue afortunada. El recorte al presupuesto de la Cámara Alta fue una "rudeza innecesaria". Estamos hablando de doscientos sesenta millones de pesos, para una persona es un montón de dinero, pero para un poder y para el monto del presupuesto nacional, lo que cuestan las cámaras, no es significativo, declaró el senador, sin recordar los recortes que su partido ha hecho en los presupuestos de otros organismos públicos.
Con eso vamos a cerrar el año.
Desde el balcón
El vecino tortura Jingle Bells en su piano, y uno sale a sentir la resolana del crepúsculo y el aire frÃo con una copa de malta. Es un dÃa diáfano, que serÃa de otra estación si no fuera diciembre. La luz juega en el ámbar de la malta y se disuelve en el hielo único que la acompaña.
De aquà a Xalapa hay unos nueve mil trescientos sesenta y cinco kilómetros, y cuando allá amanece acá es hora de hacer cuentas, comer algo, pensar en el resto del dÃa, y en lo que le queda al año, que no es mucho, y en lo que le queda al sexenio, que es muchÃsimo.
De pronto es de noche. Dentro de no mucho tiempo será jueves. En lo alto, más allá de las nubes, Saturno brilla como si acá no pasara nada. De todos modos, y en defensa propia, estos apuntes del Diario de un Reportero van a celebrar lo que haya que celebrar, y volverán hasta enero del año que viene.