14 de marzo de 2025
alcalorpolitico.com
En Morena cada día que pasa están alejándose de la meta de ganar, junto con sus aliados, alrededor de 200 de las 212 alcaldías, meta que a principios de año se veía como posible. Arrancó el proceso electoral como un gigante, al que ahora le han salido sus Davides.
Varios factores están juntándose en contra, a los cuales nos referiremos próximamente, pero hoy exponemos uno: el maltrato a los servidores públicos del Gobierno del Estado.
Un caso que golpea a burócratas, donde más duele, el bolsillo, de donde sale el dinero para alimentar y cuidar a las familias, se da en la Contraloría General. Ahí, más de 100 trabajadores se han quedado sin el sustento para llevar lo necesario a sus casas porque tienen sus pagos atrasados debido a –acusan- la incapacidad de gestión de la Unidad Administrativa.
Responsabilizan directamente de esta situación a Érika Margarita Oseguera Esperón, licenciada en Turismo, a quien señalan de no tener capacidad para gestionar en tiempo y forma los pagos de los empleados. ¿Qué se puede esperar de una jefa de la Unidad Administrativa de la Contraloría General del Estado con solo licenciatura no afín al cargo? ¿No debe tener preparación en administración pública para poder ser responsable de esa área?, se preguntan los trabajadores.
El artículo 10 de la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo dice: “Los titulares de las Unidades Administrativas a que se refiere este artículo deberán contar con experiencia laboral en la administración pública y con título profesional de licenciatura, preferentemente en Derecho, Contaduría, Administración, Economía o posgrado en alguna rama de la administración pública, expedido por autoridad o institución legalmente facultada para ello, cumpliendo los requisitos que establezca la legislación aplicable”.
Así las cosas, resulta incongruente que la Contraloría General, que tiene a su cargo a los Órganos Internos de Control para vigilar a las dependencias del Gobierno del Estado de Veracruz, tenga a una persona no capacitada y sin experiencia para responder a los trabajadores a cargo.
Hasta el contralor general, Ramón Santos Navarro, designado por la gobernadora Rocío Nahle, sale mal parado en esta situación pues queda de manifiesto que se ha rodeado de personas no capacitadas para administrar su propia dependencia y ahora hay enojo en alrededor de cien servidores públicos por la irresponsabilidad de un grupo de personas incapaces de poder gestionar los pagos en tiempo.
Lo menos que se preguntan en la propia Contraloría es si Érika Oseguera ya se le olvidó o no le han pasado el Decálogo que emitió la Gobernadora el pasado 20 de enero, en el cual dicta en sus puntos 3 y 5:
“Exijo atención inmediata, si una persona llega a quejarse conmigo es porque ustedes no lo atendieron a tiempo, estamos para servir a la gente, no me importa la hora ni el día; su obligación es escuchar, informar y tratar de finiquitar cada asunto”.
“Enfóquense primero en la solución y luego en el problema. De otra manera tardaremos más en resolver los problemas de los ciudadanos”, que en este caso tiene que ver con los trabajadores por honorarios. Es el momento para que el Contralor se pregunte, si su jefa de la Unidad Administrativa no puede o no sabe solucionar ese problema de nómina, ¿qué más se puede esperar?
Por cierto, en referencia a los cien días de la actual administración, es notorio que la Gobernadora no mencionó ningún logro o actividad preponderante de la Contraloría, ¿acaso no es de su agrado lo realizado ahí, no le da importancia a esa área o está perdiendo la confianza en algunos funcionarios?
VEN POCA COSA A LA SECCIÓN 32 DEL SNTE
Hasta hace relativamente poco tiempo era impensable que un funcionario del Gobierno del Estado hiciera menos al secretario general de la Sección 32 del SNTE, organización que cuenta con alrededor de cien mil afiliados, en su mayoría maestros. Pero llegó ese momento y al que hicieron menos fue al dirigente Daniel Covarrubias, a quien la titular de la Secretaria de Educación de Veracruz, Claudia Tello, ordenó le apagaran el micrófono cuando iba a hablar en una reunión.
A lo mejor la Secretaria de Educación se confundió y pensó que el que hablaba era uno de los líderes de los pequeños sindicatos que hace unos días tomaron las instalaciones de la SEV, bromean maestros de la Sección 32. En fin, por más que ese sindicato ya no tenga el poder de antes, cuando era liderado por Juan Nicolás Callejas Arroyo, la Secretaria equivocó su decisión. Ya necesitará a esos dirigentes y verá la respuesta.
Por lo pronto, este sábado será la tradicional reunión del Equipo Político, en Misantla, para recordar al maestro Alfonso Arroyo Flores y ahí se verá la fuerza con la que cuenta esa sección.
Varios factores están juntándose en contra, a los cuales nos referiremos próximamente, pero hoy exponemos uno: el maltrato a los servidores públicos del Gobierno del Estado.
Un caso que golpea a burócratas, donde más duele, el bolsillo, de donde sale el dinero para alimentar y cuidar a las familias, se da en la Contraloría General. Ahí, más de 100 trabajadores se han quedado sin el sustento para llevar lo necesario a sus casas porque tienen sus pagos atrasados debido a –acusan- la incapacidad de gestión de la Unidad Administrativa.
Responsabilizan directamente de esta situación a Érika Margarita Oseguera Esperón, licenciada en Turismo, a quien señalan de no tener capacidad para gestionar en tiempo y forma los pagos de los empleados. ¿Qué se puede esperar de una jefa de la Unidad Administrativa de la Contraloría General del Estado con solo licenciatura no afín al cargo? ¿No debe tener preparación en administración pública para poder ser responsable de esa área?, se preguntan los trabajadores.
El artículo 10 de la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo dice: “Los titulares de las Unidades Administrativas a que se refiere este artículo deberán contar con experiencia laboral en la administración pública y con título profesional de licenciatura, preferentemente en Derecho, Contaduría, Administración, Economía o posgrado en alguna rama de la administración pública, expedido por autoridad o institución legalmente facultada para ello, cumpliendo los requisitos que establezca la legislación aplicable”.
Así las cosas, resulta incongruente que la Contraloría General, que tiene a su cargo a los Órganos Internos de Control para vigilar a las dependencias del Gobierno del Estado de Veracruz, tenga a una persona no capacitada y sin experiencia para responder a los trabajadores a cargo.
Hasta el contralor general, Ramón Santos Navarro, designado por la gobernadora Rocío Nahle, sale mal parado en esta situación pues queda de manifiesto que se ha rodeado de personas no capacitadas para administrar su propia dependencia y ahora hay enojo en alrededor de cien servidores públicos por la irresponsabilidad de un grupo de personas incapaces de poder gestionar los pagos en tiempo.
Lo menos que se preguntan en la propia Contraloría es si Érika Oseguera ya se le olvidó o no le han pasado el Decálogo que emitió la Gobernadora el pasado 20 de enero, en el cual dicta en sus puntos 3 y 5:
“Exijo atención inmediata, si una persona llega a quejarse conmigo es porque ustedes no lo atendieron a tiempo, estamos para servir a la gente, no me importa la hora ni el día; su obligación es escuchar, informar y tratar de finiquitar cada asunto”.
“Enfóquense primero en la solución y luego en el problema. De otra manera tardaremos más en resolver los problemas de los ciudadanos”, que en este caso tiene que ver con los trabajadores por honorarios. Es el momento para que el Contralor se pregunte, si su jefa de la Unidad Administrativa no puede o no sabe solucionar ese problema de nómina, ¿qué más se puede esperar?
Por cierto, en referencia a los cien días de la actual administración, es notorio que la Gobernadora no mencionó ningún logro o actividad preponderante de la Contraloría, ¿acaso no es de su agrado lo realizado ahí, no le da importancia a esa área o está perdiendo la confianza en algunos funcionarios?
VEN POCA COSA A LA SECCIÓN 32 DEL SNTE
Hasta hace relativamente poco tiempo era impensable que un funcionario del Gobierno del Estado hiciera menos al secretario general de la Sección 32 del SNTE, organización que cuenta con alrededor de cien mil afiliados, en su mayoría maestros. Pero llegó ese momento y al que hicieron menos fue al dirigente Daniel Covarrubias, a quien la titular de la Secretaria de Educación de Veracruz, Claudia Tello, ordenó le apagaran el micrófono cuando iba a hablar en una reunión.
A lo mejor la Secretaria de Educación se confundió y pensó que el que hablaba era uno de los líderes de los pequeños sindicatos que hace unos días tomaron las instalaciones de la SEV, bromean maestros de la Sección 32. En fin, por más que ese sindicato ya no tenga el poder de antes, cuando era liderado por Juan Nicolás Callejas Arroyo, la Secretaria equivocó su decisión. Ya necesitará a esos dirigentes y verá la respuesta.
Por lo pronto, este sábado será la tradicional reunión del Equipo Político, en Misantla, para recordar al maestro Alfonso Arroyo Flores y ahí se verá la fuerza con la que cuenta esa sección.