31 de enero de 2015
alcalorpolitico.com
Una de las actitudes más abiertas que reconozco en un viejo amigo mío, es su respeto invariable a los seres humanos y particularmente a la juventud; desde hace años lo he visto tratar a menores de edad y a todos les demuestra gran afecto; es un hombre que en su vida profesional ha actuado convenientemente en forma extraordinaria y éstos son argumentos que esgrime para ser considerado como uno de los seres más apreciados en Veracruz y en México.
Algo que es del conocimiento de muchos de mis amigos es que en abril de 1974, el señor candidato a gobernador del Estado de Veracruz, fue don Rafael Hernández Ochoa, quien me citó en su casa ubicada en Cerrada de San Jerónimo Lídice # 144, en el Distrito Federal, porque ese fue el compromiso que adquirió en su rancho Boca de Loma con don Julio Patiño Rodríguez y Mario Vargas Saldaña, quienes me ponderaron como útil joven de manera enaltecida ante él.
Recuerdo con enorme agrado que aquella ocasión, en uno de los pasillos del hogar de don Rafael, conocí a Carlos Brito Gómez y con gran deferencia nos saludamos para poder encontrar una nueva oportunidad de servicio conjunto ante el destacado político de Vega de Alatorre, Veracruz.
Carlos Brito Gómez, en ese entonces no había sido presentado con don Rafael Hernández Ochoa, y fue gracias a la intervención de su distinguido amigo Servio Tulio Acuña que entró en contacto con él, porque don Rafael solicitó un veracruzano que fuera conocedor de la política local a quien atraer como colaborador para coordinar su campaña a diputado federal en el distrito de Misantla.
Quiero que usted, amable lector, sepa que desde esa época conocí a don Carlos Brito Gómez, lo ví como hombre honrado, cuyo afecto se ha manifestado entre la niñez y los jóvenes, razón por la cual jamás le ha faltado al respeto a nadie.
Recientemente lo localicé cumpliendo con su trabajo, un niño -como de costumbre- le ofrecía chicles y dulces, por lo que lleno de afecto le dijo el político oriundo de Tonalá: “Me da mucho gusto saludarte; te pido de favor que vayas con los compañeros y les digas en mi nombre que te compren tus golosinas”. También quiero que se entere de algo que no debe estar en el desconocimiento: Carlos Brito Gómez siempre ha ayudado a los niños y niñas del campo, de los medios pobres y ha luchado denodadamente para que sean aceptados en las escuelas y se preparen para servir no tan sólo a sus padres y a sus familias, sino a la sociedad. Son muchas las familias que han ido a su casa a decirle: “Señor, le estamos muy agradecidos porque nos ha otorgado desde hace tiempo un trato lleno de afecto”.
Por las razones anteriores, nadie puede decir, y si lo hace es de mala fe, que un hombre tan cariñoso, lleno de entusiasmo por las mejores causas sociales, haya faltado a algún ser humano con necesidades básicas; en consecuencia, quiero manifestar que Carlos Brito merece la observancia y tributo de ciudadanos de Veracruz y del país.
Nuestro amigo, al contraer matrimonio, se comportó de una manera espléndida porque siempre fue fiel al hogar y muy honrado en los trabajos que desempeñaba en actividades políticas; así es que ahora todos los días rinde homenaje a su señora esposa Noemí Gómez Arellano, honra y quiere a sus hijos Carlos, Noemí, Cecilia y Luis, y también a sus nietos.
Por lo que he estado expresando quiero hacer saber que esta narración la hago de una manera sencilla, para honrarlo, porque jamás ha ofendido a nadie, sino al contrario los ha sabido atender y es lo que le da un valor relevante a su persona.
Quiero resaltar que cuando el candidato Rafael Hernández Ochoa escuchó a los distintos trabajadores de Veracruz, no olvidó ni discriminó los planteamientos de sus colaboradores. Recuerdo muy bien que Carlos Brito Gómez platicaba constantemente con campesinos, obreros y trabajadores, así como con los que estaban organizados como empresarios y sindicalistas; se escuchaba en su voz una constante trilogía: “Defiendan sus medios, piensen en el Partido Revolucionario Institucional y tengan plena confianza en el candidato a gobernador del Estado”.
Sé que hablar sobre lo que ha realizado Carlos Brito Gómez no sólo en el PRI, sino dentro de la sociedad, es algo trascendental. Cuando don Rafael Hernández Ochoa nos lo presentó como Coordinador General de su campaña, nos dimos cuenta que el factor fundamental de Veracruz en el año de 1974, era convencer a nuestros paisanos de que en los comicios de julio tendrían la oportunidad de elegir un gobernador espléndido que serviría a los paisanos para esclarecer nuestros ideales.
Es una verdadera infamia de algunos tratar de desprestigiar a un hombre por el que todo Veracruz siente afecto y respeto.
[email protected]
Algo que es del conocimiento de muchos de mis amigos es que en abril de 1974, el señor candidato a gobernador del Estado de Veracruz, fue don Rafael Hernández Ochoa, quien me citó en su casa ubicada en Cerrada de San Jerónimo Lídice # 144, en el Distrito Federal, porque ese fue el compromiso que adquirió en su rancho Boca de Loma con don Julio Patiño Rodríguez y Mario Vargas Saldaña, quienes me ponderaron como útil joven de manera enaltecida ante él.
Recuerdo con enorme agrado que aquella ocasión, en uno de los pasillos del hogar de don Rafael, conocí a Carlos Brito Gómez y con gran deferencia nos saludamos para poder encontrar una nueva oportunidad de servicio conjunto ante el destacado político de Vega de Alatorre, Veracruz.
Carlos Brito Gómez, en ese entonces no había sido presentado con don Rafael Hernández Ochoa, y fue gracias a la intervención de su distinguido amigo Servio Tulio Acuña que entró en contacto con él, porque don Rafael solicitó un veracruzano que fuera conocedor de la política local a quien atraer como colaborador para coordinar su campaña a diputado federal en el distrito de Misantla.
Quiero que usted, amable lector, sepa que desde esa época conocí a don Carlos Brito Gómez, lo ví como hombre honrado, cuyo afecto se ha manifestado entre la niñez y los jóvenes, razón por la cual jamás le ha faltado al respeto a nadie.
Recientemente lo localicé cumpliendo con su trabajo, un niño -como de costumbre- le ofrecía chicles y dulces, por lo que lleno de afecto le dijo el político oriundo de Tonalá: “Me da mucho gusto saludarte; te pido de favor que vayas con los compañeros y les digas en mi nombre que te compren tus golosinas”. También quiero que se entere de algo que no debe estar en el desconocimiento: Carlos Brito Gómez siempre ha ayudado a los niños y niñas del campo, de los medios pobres y ha luchado denodadamente para que sean aceptados en las escuelas y se preparen para servir no tan sólo a sus padres y a sus familias, sino a la sociedad. Son muchas las familias que han ido a su casa a decirle: “Señor, le estamos muy agradecidos porque nos ha otorgado desde hace tiempo un trato lleno de afecto”.
Por las razones anteriores, nadie puede decir, y si lo hace es de mala fe, que un hombre tan cariñoso, lleno de entusiasmo por las mejores causas sociales, haya faltado a algún ser humano con necesidades básicas; en consecuencia, quiero manifestar que Carlos Brito merece la observancia y tributo de ciudadanos de Veracruz y del país.
Nuestro amigo, al contraer matrimonio, se comportó de una manera espléndida porque siempre fue fiel al hogar y muy honrado en los trabajos que desempeñaba en actividades políticas; así es que ahora todos los días rinde homenaje a su señora esposa Noemí Gómez Arellano, honra y quiere a sus hijos Carlos, Noemí, Cecilia y Luis, y también a sus nietos.
Por lo que he estado expresando quiero hacer saber que esta narración la hago de una manera sencilla, para honrarlo, porque jamás ha ofendido a nadie, sino al contrario los ha sabido atender y es lo que le da un valor relevante a su persona.
Quiero resaltar que cuando el candidato Rafael Hernández Ochoa escuchó a los distintos trabajadores de Veracruz, no olvidó ni discriminó los planteamientos de sus colaboradores. Recuerdo muy bien que Carlos Brito Gómez platicaba constantemente con campesinos, obreros y trabajadores, así como con los que estaban organizados como empresarios y sindicalistas; se escuchaba en su voz una constante trilogía: “Defiendan sus medios, piensen en el Partido Revolucionario Institucional y tengan plena confianza en el candidato a gobernador del Estado”.
Sé que hablar sobre lo que ha realizado Carlos Brito Gómez no sólo en el PRI, sino dentro de la sociedad, es algo trascendental. Cuando don Rafael Hernández Ochoa nos lo presentó como Coordinador General de su campaña, nos dimos cuenta que el factor fundamental de Veracruz en el año de 1974, era convencer a nuestros paisanos de que en los comicios de julio tendrían la oportunidad de elegir un gobernador espléndido que serviría a los paisanos para esclarecer nuestros ideales.
Es una verdadera infamia de algunos tratar de desprestigiar a un hombre por el que todo Veracruz siente afecto y respeto.
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