La sucesión de la gobernadora Rocío Nahle ya está en abierto y ahora debe estar sintiendo lo que sintió el que ha sido el peor gobernador, Cuitláhuac García, quien solo medio mandó al final de su gobierno. Cuitláhuac, en 2018, volvió a ser candidato y ganó por López Obrador, pero Rocío Nahle le hizo sentir su cercanía con AMLO, sujetó al neófito político y le impuso casi a medio gabinete.
Los iniciales titulares de Turismo, Salud, Contraloría y hasta el de la Secretaría de Gobierno fueron puestos, entre otros, por la senadora con licencia y luego poderosa secretaria de Energía. ¿Esas imposiciones obedecieron a una simple demostración de poder?, no. Básicamente fueron para, desde un inicio, tener el control del gobierno de Veracruz e ir preparando, con mucha anticipación, la sucesión de 2024 en la que, obviamente, la candidata a la gubernatura sería ella.
Ahora las circunstancias son distintas, pero finalmente es una situación parecida. La Gobernadora no tiene una sombra tan pesada como la tuvo Cuitláhuac con ella, pero sí siente y resiente los ramalazos derivados de la lucha sucesoria que, en abierto, comenzó muy rápido. Sólo le dejaron disfrutar tranquilamente el poder un breve tiempo. Ni siquiera había empezado a remodelar el Palacio de Gobierno y la Casa Veracruz -muy bien acondicionados ahora- cuando inició el fuerte oleaje sucesorio.
Y no es que Pepe Yunes sólo haya dejado pasar unas semanas tras los resultados adversos de junio del año pasado para empezar a recorrer de nueva cuenta todo el territorio veracruzano, reuniéndose con los más diversos actores, para mantenerse como un factor político de importancia y reconocido por amplios sectores, o que Héctor Yunes haya aumentado su beligerancia opositora y tenga la meta de convertir a Alianza Generacional en partido estatal con el objetivo de ser candidato, no, el principal problema actual para la gobernadora está en Morena. Es en la autollamada 4T donde están más radicalizados en el asunto de la sucesión.
Por un lado está el senador Manuel Huerta, convertido en un crítico certero de las fallas –que son muchas- de la Gobernadora y sus funcionarios. Huerta también anda por todo el Estado, apoya a sectores productivos abandonados por los funcionarios y ha estado ganándole espacios de importancia a la Gobernadora y, dentro del gabinete de Nahle y en otras áreas institucionales los morenistas igualmente andan desatados.


La Secretaría de Educación de Veracruz es un ejemplo de eso. Todos los días surge un nuevo problema por desatenciones o por desconocimiento; faltan maestros en escuelas; directores y profesores son acusados por abusos; no pagan a los maestros de la UPAV, etcétera, etcétera, pero los principales funcionarios están en lo suyo: la política.
Lo penúltimo –todos los días hay problemas, insistimos- fue el audio filtrado en el que se escucha la voz (supuestamente) del subsecretario de Educación Superior, David Jiménez Rojas, diciendo que irá a la Fiscalía General del Estado para operar la sucesión y que el candidato saldrá de Esteban Ramírez Zepeta (dirigente estatal de Morena) o de Zenyazen Escobar (coordinador de los diputados federales veracruzanos). Quién sabe si el audio sea auténtico, pero real o fabricado es una muestra de que en Morena están desatados, con la mente puesta en 2030 y dándose golpes por debajo y encima de la mesa.
Y sí, Ramírez Zepeta, Zenyazen y otros creen tener los méritos para ganar esa candidatura. Han de pensar: si Cuitláhuac pudo...
Un manotazo fuerte en la mesa por parte de la Gobernadora no estaría mal. Por lo menos para frenar a los suyos, porque la impresión que se tiene es que todos andan sueltos.
 
EL DESORDEN Y LA LOCURA: Una muestra de que en Morena andan en todo menos en lo que importa para hacer un buen gobierno sucedió ayer en esta ciudad. Media Xalapa estuvo en el caos durante horas, todo porque algún... despistado ordenó arreglar el puente de Las Trancas mero el día del inicio del Buen Fin. El resultado fueron horas y horas de embotellamiento en Lázaro Cárdenas, Murillo Vidal, 20 de Noviembre y otras importantes vialidades y constantes insultos para las autoridades.

Quien dio la orden de realizar los trabajos no conoce Xalapa y quién sabe en qué está pensando, qué lo distrae tanto. Y quienes no dieron una contraorden fulminante andan en otras cosas, menos pensando en lo que hace bien o mal el gobierno.
Sigan así, el pueblo anota.