12 de noviembre de 2025
alcalorpolitico.com
¡Ahora, dedicada para Don Rubén Pabello Acosta... “Me estoy poniendo vieejoo”!
Y que se arranca la Orquesta de Moscovita... “Me estoy poniendo viejo, máááss, pensando en tu cariño, desde que yo era un niño tú has sido mi anhelo, ven a darme un consuelo, ayúdame a vivir...”.
Para quienes no conocieron a Don Rubén, fundador y director de Diario de Xalapa desde 1943 a 1996, les decimos que su edad no era, por decir lo menos, un tema de su gusto.
Así que los reporteros y otros colaboradores del Diario que ese día estuvieron en el Teatro del Estado, cuando con motivo de un sorteo de los que ha organizado el DX para premiar a sus suscriptores, la Orquesta de Moscovita amenizó el evento y le fue dedicado el mencionado son a Don Rubén, esperaban expectantes qué pasaría una vez terminada la canción.
Lógicamente el entonces propietario del Vocero de la Provincia –esto ocurrió a finales de los años 80- no dijo nada, no tuvo ninguna reacción pública, pero el locutor, Alfonso Vázquez (no el exregidor y exdiputado local del mismo nombre, hermano del Pipo Vázquez), al finalizar “Me estoy poniendo viejo” quiso corregir, pero hizo más evidente lo que por sí solo se hubiera diluido.
-¡Perdón, perdón, una aclaración, la canción fue dedica a Pedrito Cuevas!
Pedro Cuevas era el otro locutor que siempre estaba en todas las actividades públicas del Diario como maestro de ceremonias.
Viene este recuerdo por dos motivos. Uno, porque este fin de semana la Orquesta de Moscovita, que forma parte de la UV y tiene gran reconocimiento en su género, actuó en la sala anexa a Tlaqná con motivo de su 45 aniversario; la fundó Pedro Domínguez Castillo, a quien apodaban Moscovita, y que un conjunto musical cumpla 45 años es de destacarse.
Y dos, porque con motivo de que noviembre es cuando los mexicanos festejamos a los muertos, haré referencia a dos periodistas ya fallecidos que, uno de Xalapa y otro de Misantla, hicieron época desde la capital del Estado en el periodismo veracruzano, por su brillantez: Rubén Pabello Acosta y Froylán Flores Cancela.
Don Rubén, decíamos, fundó el Diario en septiembre de 1943 e hizo algunos paréntesis en la conducción del periódico cuando fue diputado por el distrito de Misantla y luego alcalde de Xalapa. Precisamente en Misantla conoció a un jovencito, un adolescente, que destacaba por su inteligencia y lo invitó a trabajar al Diario.
Lo educó, lo formó, era su orgullo, como su hijo y le dejó prácticamente las riendas del Diario de Xalapa. Froylán cumplió con creces y llegó a tener una gran influencia entre los lectores y los políticos.
Escribió muchos años la columna Glosario del Momento, inicialmente con el pseudónimo de Federico Ferreiro Castelar, que luego redujo a Ferreiro Castelar (en sus últimos años como periodista solo firmó como FC). Por su parte, Don Rubén firmó inicialmente la columna como Arturo Puente Rosado y luego lo hizo solo como A. Puente Rosado.
Durante varios lustros estuvieron muy unidos hasta que llegó 1978, año en que le fue otorgado el Premio Nacional de Periodismo a Froylán y mucha gente señala que eso fue el motivo de la separación. Yo creo que durante un buen tiempo ya había intrigas en contra de Froylán, de parte de algunas personas y de una en especial, y lo del premio solo fue el pretexto.
Flores Cancela tuvo que salir del Diario y ese mismo año, en octubre, fundó el bisemanario –pronto lo convirtió en semanario- Punto y Aparte, en el que también fue exitoso y desarrolló un periodismo reconocido en diversos ámbitos.
Froylán era considerado el pilar del Diario y hubo quienes pensaron que el periódico caería con su salida.
Recuerdo que en una comida en la que estuvieron Ángel Yayo Gutiérrez (que luego fundó en Xalapa el periódico Política), Ramón Roca (ya para entonces exalcalde de Acayucan), Pepe Valencia y quien esto escribe, Yayo contó lo siguiente:
-A la salida de Froylán y reunido con Don Rubén, le pregunté (creo que en ese entonces Yayo tenía el cargo de magistrado) qué iba a pasar con el Diario. Su respuesta fue: no se crea licenciado, yo también sé algo de periodismo. Y sí, ambos siguieron su camino. El Diario de Xalapa siguió siendo el Diario de Xalapa y Punto y Aparte alcanzó el éxito.
En esos años de separación las intrigas siguieron y hubo gente que logró la especialización en llevarle chismes a uno y a otro. Algo llegó a escribir Don Rubén en contra de quien fue de todas sus confianzas, pero Froylán nunca dijo nada.
¿Alguien ha llegado a pensar qué hubiera sucedido si se hubieran encontrado frente a frente?... pues sucedió.
Ya en el ocaso de Don Rubén y Froylán avanzado en años –le contó Froylán al colega Miguel Valera- se encontraron en el Hotel Xalapa, uno saliendo y el otro entrando: Se miraron, hubo un abrazo y alguna lágrima.
Hoy se les recuerda como lo que fueron y que les sirve para seguir vigentes: unos grandes periodistas.
Y que se arranca la Orquesta de Moscovita... “Me estoy poniendo viejo, máááss, pensando en tu cariño, desde que yo era un niño tú has sido mi anhelo, ven a darme un consuelo, ayúdame a vivir...”.
Para quienes no conocieron a Don Rubén, fundador y director de Diario de Xalapa desde 1943 a 1996, les decimos que su edad no era, por decir lo menos, un tema de su gusto.
Así que los reporteros y otros colaboradores del Diario que ese día estuvieron en el Teatro del Estado, cuando con motivo de un sorteo de los que ha organizado el DX para premiar a sus suscriptores, la Orquesta de Moscovita amenizó el evento y le fue dedicado el mencionado son a Don Rubén, esperaban expectantes qué pasaría una vez terminada la canción.
Lógicamente el entonces propietario del Vocero de la Provincia –esto ocurrió a finales de los años 80- no dijo nada, no tuvo ninguna reacción pública, pero el locutor, Alfonso Vázquez (no el exregidor y exdiputado local del mismo nombre, hermano del Pipo Vázquez), al finalizar “Me estoy poniendo viejo” quiso corregir, pero hizo más evidente lo que por sí solo se hubiera diluido.
-¡Perdón, perdón, una aclaración, la canción fue dedica a Pedrito Cuevas!
Pedro Cuevas era el otro locutor que siempre estaba en todas las actividades públicas del Diario como maestro de ceremonias.
Viene este recuerdo por dos motivos. Uno, porque este fin de semana la Orquesta de Moscovita, que forma parte de la UV y tiene gran reconocimiento en su género, actuó en la sala anexa a Tlaqná con motivo de su 45 aniversario; la fundó Pedro Domínguez Castillo, a quien apodaban Moscovita, y que un conjunto musical cumpla 45 años es de destacarse.
Y dos, porque con motivo de que noviembre es cuando los mexicanos festejamos a los muertos, haré referencia a dos periodistas ya fallecidos que, uno de Xalapa y otro de Misantla, hicieron época desde la capital del Estado en el periodismo veracruzano, por su brillantez: Rubén Pabello Acosta y Froylán Flores Cancela.
Don Rubén, decíamos, fundó el Diario en septiembre de 1943 e hizo algunos paréntesis en la conducción del periódico cuando fue diputado por el distrito de Misantla y luego alcalde de Xalapa. Precisamente en Misantla conoció a un jovencito, un adolescente, que destacaba por su inteligencia y lo invitó a trabajar al Diario.
Lo educó, lo formó, era su orgullo, como su hijo y le dejó prácticamente las riendas del Diario de Xalapa. Froylán cumplió con creces y llegó a tener una gran influencia entre los lectores y los políticos.
Escribió muchos años la columna Glosario del Momento, inicialmente con el pseudónimo de Federico Ferreiro Castelar, que luego redujo a Ferreiro Castelar (en sus últimos años como periodista solo firmó como FC). Por su parte, Don Rubén firmó inicialmente la columna como Arturo Puente Rosado y luego lo hizo solo como A. Puente Rosado.
Durante varios lustros estuvieron muy unidos hasta que llegó 1978, año en que le fue otorgado el Premio Nacional de Periodismo a Froylán y mucha gente señala que eso fue el motivo de la separación. Yo creo que durante un buen tiempo ya había intrigas en contra de Froylán, de parte de algunas personas y de una en especial, y lo del premio solo fue el pretexto.
Flores Cancela tuvo que salir del Diario y ese mismo año, en octubre, fundó el bisemanario –pronto lo convirtió en semanario- Punto y Aparte, en el que también fue exitoso y desarrolló un periodismo reconocido en diversos ámbitos.
Froylán era considerado el pilar del Diario y hubo quienes pensaron que el periódico caería con su salida.
Recuerdo que en una comida en la que estuvieron Ángel Yayo Gutiérrez (que luego fundó en Xalapa el periódico Política), Ramón Roca (ya para entonces exalcalde de Acayucan), Pepe Valencia y quien esto escribe, Yayo contó lo siguiente:
-A la salida de Froylán y reunido con Don Rubén, le pregunté (creo que en ese entonces Yayo tenía el cargo de magistrado) qué iba a pasar con el Diario. Su respuesta fue: no se crea licenciado, yo también sé algo de periodismo. Y sí, ambos siguieron su camino. El Diario de Xalapa siguió siendo el Diario de Xalapa y Punto y Aparte alcanzó el éxito.
En esos años de separación las intrigas siguieron y hubo gente que logró la especialización en llevarle chismes a uno y a otro. Algo llegó a escribir Don Rubén en contra de quien fue de todas sus confianzas, pero Froylán nunca dijo nada.
¿Alguien ha llegado a pensar qué hubiera sucedido si se hubieran encontrado frente a frente?... pues sucedió.
Ya en el ocaso de Don Rubén y Froylán avanzado en años –le contó Froylán al colega Miguel Valera- se encontraron en el Hotel Xalapa, uno saliendo y el otro entrando: Se miraron, hubo un abrazo y alguna lágrima.
Hoy se les recuerda como lo que fueron y que les sirve para seguir vigentes: unos grandes periodistas.