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Columnas y artículos de opinión
La bolsa de votos puede estar desfondada
Luciano Blanco González
17 de mayo de 2024
alcalorpolitico.com
La irritación del pueblo mexicano se ha manifestado siempre en contra de los malos gobiernos de forma pacífica y otras en forma violenta, esto ha sido una constante histórica que se remonta al mismo momento de la independencia, con Don Miguel Hidalgo a la cabeza, en contra de los españoles, se expresa con toda nitidez en repudio al despotismo personalista del general Antonio López de Santa Ana y se refleja de manera contundente en la rebelión popular salvaje y agresiva para derrocar al dictador Porfirio Díaz.

Aquellas fueron batallas sangrientas que revelaban un rencor sin límites a la represión de las ideas, a la supresión de libertades, a la práctica perversa de democracias simuladas y al rechazo de un supuesto esplendor y riqueza ofensivo y degradante para la población, hambrienta, sin techo y muchas veces sin vestido, constantemente humillada y sometida.

La lucha por la democracia ha sido intensa, su apóstol Don Francisco I. Madero, con su sacrificio sigue siendo señero en la materia, por ello más tarde ya en otra generación, en la nuestra, en contra de la cerrazón estatal, en la época del partido único, todos los jóvenes estudiantes del país nos revelamos en la búsqueda de un nuevo camino para sacudirnos de lo que era un sistema de gobierno que, por sus fundamentos, propiciaba un desarrollo muy selectivo, altamente represor, pero eso sí, muy adornado de probidad y de sabiduría asesorado por grandes pensadores e ideólogos. Es cierto, pusieron las bases del México progresista que disfrutamos, pero torcieron el camino, como ahora lo están torciendo los oportunistas y advenedizos a quienes el partido en el poder les dio la oportunidad de regenerarse.


Es por esos extravíos es que el programa progresista de acción que nació bajo la dirección política de Andrés Manuel López Obrador, ahora se tambalea y está esperanzado en una respuesta de apoyo incierta por parte del electorado que considera cautivo.

Morena es el partido que en poco tiempo logró consolidar una estructura de partido y de gobierno, capaz de resistir cualquier embestida, sus gobernadores y alcaldes son una aduana difícil de pasar, ellos se encargarán de contener a los adversarios y de alentar a los afines, su nomenclatura electoral está suficientemente pulida, como que de su eficiencia depende su futuro político y personal que puede ser de gracia y fortuna o de pena y recluimiento.

No tienen derecho a fallar, lo tienen todo, sin embargo vivimos la misma dinámica que se vivió allá en el 88, cuando Cuauhtémoc Cárdenas rodeado de una aureola de lucha y de honestidad irrebatible se atrevió a retar al sistema y tras de él se formó una cauda de ciudadanos alebrestados y con ánimo de sacar del palacio nacional a una clase política y a un partido que se había enquistado en el poder y estaba decidida a permanecer en él a cualquier precio.


En el ambiente nacional flota todavía la duda si le robaron el triunfo o si realmente perdió, el triunfo se esbozó en un truco cibernético instrumentado por el mago electoral Manuel Bartlett, que esperamos en sus memorias y desde otra trinchera nos relate la verdad.

Hoy vivimos el mismo escenario de la elección del año 2000, en que un advenedizo en el PAN, Don Vicente Fox, le hizo sentir a la población nacional que sí era posible derrotar al PRI y sus aliados, Los amigos de Fox crearon una atmosfera de triunfalismo en torno a un empresario, a un ciudadano común, retador, dicharachero, que expresaba la inconformidad, que denunciaba la corrupción, que prometía una nueva política, que motivó a que se creyera en él y que tras de sí arrastrara a multitudes de ciudadanos inconformes.

Fox era muy difícil que ganara, tras de sí, el PRI, tenía una bolsa de votos muy firme con sus programas clientelares que han existido en todos los gobiernos de los tiempos recientes, había repartido millones de hectáreas a los campesinos y los había organizado en ejidos y en comunidades, los apoyaba con semillas, tractores, sistemas de riego, crédito agrícola y desarrollo ganadero, asesoría técnica, la poderos C.N.C controlaba el voto agrario.


En la ciudad, la burocracia de las oficinas, los médicos del sector salud, los maestros, los profesionistas y técnicos, los artistas los deportistas se aglutinaban en el sector popular, para ellos había créditos para la vivienda, fideicomisos para el cine, para la investigación científica, apoyo para pavimentar sus calles, para introducir agua y drenaje, arreglo y construcción de clínicas escuelas, hospitales, carreteras, los maestros tenían el privilegio de dejar en sus plazas a sus hijos, tenían derecho a la doble plaza y desde luego a los puestos políticos, como senadurías, diputaciones locales y federales, ayuntamientos y eran mano en la administración pública como premio a su lealtad.

De la clase trabajadora ni hablar, todos organizados en el sector obrero y dentro del PRI, todos tenían voz y voto por conducto de sus líderes, que se esmeraban por quedar bien con el gobierno a cambio del monopolio de la mano de obra mediante los sindicatos, como fuera, todos sus agremiados tenían asegurados su derechos, sin embargo era muy criticada la actitud de los lideres que se dice no defendían sus derechos y recibían por lo mismo el mote de charros, al igual que los miembros del sector popular dependiendo de su presencia mayoritaria en las poblaciones y en los Estados tenían derecho a ocupar posiciones políticas en la estructura oficial, desde donde repartían favores y canonjías a sus representados.

Lo que no previó el PRI, es que aquella bolsa de votos estaba desfondada, carcomida por las críticas que a espalda de los personeros oficiales se hacía, se decía de aquéllos que eran unos arrastrados y que sus jefes eran rateros y corruptos, que sólo los iban a ver cuando los necesitaban, se hablaba de un saqueo brutal al erario público, que eran unos asesinos, pues en la mente popular aun viva la imagen de Luis Donaldo Colosio de quien se decía era el autor intelectual, la crisis económica estaba en su apogeo con el Fobaproa, por la quiebra de miles de empresas, el principal promotor de esa idea era quien inconcientemente estaba colaborando con el candidato del PAN.


Xóchitl se parece mucho en su estilo contestatario y denunciante a Vicente Fox y a Andrés Manuel en su versión femenina, solo que más pulidita, ella ha sabido sortear todos los obstáculos y trampas que le han tendido, no han logrado mancharla y puede no ser la mejor, pero no hay más, a ella la acompañan todos los resentidos e inconformes con este régimen, están con ella los dolientes en crímenes de desaparecidos, asesinados y las feministas que se han sentido vituperadas, los eclesiásticos que se sienten agredidos, la clase media ofendida, los agricultores y los ganaderos, los intelectuales, los artistas, los profesionistas, también aquellos que creen y exigen un Estado de derecho real y vigente, los empresarios y los emprendedores.

La gente rumora, comenta despacito, se siente espiada, teme persecución, no habla si no hay confianza, tiene miedo de perder la pensión, o que les quiten la beca a sus hijos, pero también sonríe y aplaude cuando tiene que dar pruebas de lealtad.

Hay otros que andan envalentonados salen a las calles, van a las manifestaciones, declaran, contestan las encuestas con energía, se definen y tontean a los adversarios en público, se ponen las playeras de la oposición, aceptan sus calcomanías, las colocan en sus carros o en sus casas.


Pero quién sabe si le alcancen los votos a Doña Xóchitl, a ver si no se le raja la gente y tiene que apretar el paso si quiere ganar, porque a la vista aun va atrás y solo le quedan escasos 17 días para la elección, y no cabe duda que el próximo domingo 19 será definitivo con las marchas rosas a nivel nacional y el debate, en el que la aspirante deberá dar el golpe definitivo o de plano será el día en que se desinfle.

Finalmente que gane la mejor, a la que elija el pueblo bueno y sabio o el pueblo malo y tonto, Doña Claudia ha conservado el paso y la ventaja, no se ve que su bolsa de votos este rota, por el contrario está repleta por el efecto de las becas, las pensiones y los programas el bienestar además del trabajo constante que realizan sus operadores, si a ella la hubieran dejado sola desde palacio seguramente iría muy adelante, porque poco le han ayudado los yerros del Presidente, olvida que la gente por naturaleza y por instinto vota en contra del gobierno, son como los jarochos que si su equipo del Veracruz es malón y juegan en contra del América o en contra cualquier foráneo, no importa juegan con los Tiburones. Pero esto no marca, la porra no cuenta, no juega, cuentan los goles, así en la elección, cuentan los votos. El pueblo decidirá.- Por el bien de la causa