3 de mayo de 2022
alcalorpolitico.com
*Polémica aeroportuaria
*Mujeres victimizadas
*Vacuna cubana a niños
Es indudable que uno de los efectos más significativos que en el marco laboral se vienen registrando en México, no coinciden del todo con los resultados “óptimos” que pregona la Cuarta Transformación, estilo de gobierno que insiste en desprenderse del sector empresarial, otorgando a su postura conceptos endebles, que parten de la descalificación hacia el sector productivo, argumentando con ello que la Transformación representa un “histórico y positivo golpe de timón” desvalorizando que el giro en el timón productivo lo ha ejecutado, desde décadas atrás, precisamente “la cibernética”, tal paso tecnológico es en verdad un cambio trascendental, muy especialmente contemplando a la tarea productiva de los mexicanos, entre los cuales se insiste que el gobernante constituye efectos directos de escenarios y circunstancias “de reales golpes de timón” que abarcan a los pueblos del mundo, como lo es el avance de la cibernética aparejado al desarrollo de la tecnologías en lo general, lo que obliga a concluir sobre cualquier tesis, que ante mayor modernización menor requerimiento de mano de obra, causas y efectos plenamente identificados en la actualidad, mismos que favorecen el impulso del sector oficial hacia la capacidad productiva, realidad que irremediablemente al mismo tiempo de estimular la productividad, demerita en número las plazas laborales.
En cierta ocasión y hace décadas, se refirió en un congreso laboral en el que me encontraba en calidad de reportero, que la mano de obra en todos los país del orbe, estaba obligada a ingresar en los ámbitos de la cibernética o, de lo contrario, su destino sería el desempleo y (cuando más) tendrían que enfrentarse al subempleo, en tanto que día tras día (¿o será minuto a minuto?) la tecnología avanzaba invadiendo todos las ramas de la productividad, disminuyendo con ello la mano de obra del jornalero, e incluso de ejecutivos en los espacios del diseño, de la administración y del manejo contable sobre egresos, ingresos y pendientes.
Nosotros (los ahora viejos) en aquellos días sonreíamos silenciosos, calificando de excesivamente exagerados y petulantes a quienes parecía que pronosticaban, sin fundamentos comprobables, lo imposible de lograr, como si los trabajadores pudieran ser sustituidos por robots... Pero cuál es nuestro asombro que ahora, nosotros los veteranos tunde-teclas, seguimos utilizando los dedos pero sobre un terso teclado y frente a una pantalla en la cual hacemos maravillas, sin papeles de por medio, sin cambiar las cintas entintadas de la vieja máquina de escribir, sin gomas para borrar, sin tintero para recargar la pluma, sin maniobrar el cilindro para cambiar de renglón, todas esas modificaciones porque la computadora (que ahora las hay de bolsillo) anula todos esos requerimientos de antaño, a los que se agregaban varios más y...
Toda la mano de obra que se requería para producir papel, para que dispusiéramos de papel calca, así como para construir las múltiples piezas que requiere una máquina de escribir, todo ese inmenso núcleo de trabajadores esparcidos por el mundo, de hecho se ha reducido en porcentajes realmente preocupantes, escenarios que se advirtieron a los que hoy somos ancianos, del que somos ya “históricos testigos” y que para aquél entonces en nuestra niñez, nos encontrábamos jugando a las canicas en las calles, entonces no invadidas por vehículos, sólidas unidades móviles que también se han transformado, con lo que llamamos robótica.
Así las cosas, al resultar los anuncios sobre la automatización y, más allá aún, sobre la computación, un hecho real e irreversible, de inmediato se advirtió en los espacios empresariales la posibilidad de aplicar la tendencia hacia la reducción de personal, exactamente lo que numerosos especialistas habían adelantado en sus reflexiones, sobre las secuelas del surgimiento de la cibernética, escenarios que nos han correspondido afrontar y, cuyos efectos forman parte de los retos primordiales del sector gubernamental, mismos que en el caso de México y otros países del sur del continente, se encuentran entrampados en los ancestrales usos y costumbres frente a los retos de la modernidad, cibernética en los procesos de cultivo, del cuidado de siembra y desarrollo del producto, así como en la cosecha, el empaque, la transportación y la comercialización.
La historia del pasado reciente, sumada a la realidad en el presente por el que transitamos en México, nos refleja entrelazados entre la modernidad que avanza vertiginosamente, al tiempo que continuamos apostándole al petróleo, al igual que a la energía eléctrica tradicional, al arado dirigido por la yunta bueyes, cuando en gran parte del mundo a los “nuevos molinos de viento” se les identifica como generadores de energía eólica.
Insistimos... los mexicanos con el actual impulso gubernamental en programas de productividad, que en lugar de avances tecnológicos representan estancamientos, lo que obviamente no coincide con lo que interpretamos como “transformación” pero... a más de ello lo que sí coincide con transformación como lo es un nuevo proyecto educativo, en el que desaparecerán los tradicionales periodos escolares anuales, pareciera (por el momento) un tema que será espectacular en lo referente a su evaluaciones ya de antemano preñado de polémicas... Habrá tiempo para introducirnos a tales tendencias.
Lo que se lee
El pueblo de México que es usuario frecuente del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, de siempre (salvo escasas excepciones) lo que es común en la mayoría de los mejores aeropuertos del mundo, se ha mostrado satisfecho del servicio que recibe de dicha terminal, insistiendo que incluso refiere notorio prestigio en los escenarios internacionales, reconocido también por pilotos de incontable número de aeronaves (nacionales y extranjeras) que han arribado y despegado del ameritado aeropuerto en referencia.
Claro que para mejor atención y (a más de ello) ensanchar la actividad aeroportuaria de la capital del país (indudable centro nacional de operaciones en dicho renglón) se requería de otro aeropuerto con mayor modernidad e incluso seguridad de primera, superior a la que brinda la prestigiada e histórica central aérea de la capital del país, por lo mismo, el Gobierno de México en el sexenio anterior, procedió a la construcción de una nueva central aérea internacional, cuyas características fueran incluso superiores a las del actual y prestigiado aeropuerto mexicano, obra que, como Usted sabe, fue vetada por el actual régimen gubernamental, sin que existieran contundentes razonamientos para suspenderla, pese al significativo avance en su ejecución, lo que en principio representó pérdidas millonarias para el país, todo para cambiar de sitio la ubicación de la nueva infraestructura y, luego construir una nueva terminal en la que no confían (por su ubicación, seguridad y eficacia) una gran parte de empresas aéreas extranjeras, a las que se agregan compañías mexicanas.
Hoy ya trascendió que nuestras autoridades han ordenado que diversos vuelos programados por empresas aéreas mexicanas, sean autoritariamente suspendidos en el anterior aeropuerto internacional, para obligarlos a la utilización del nuevo aeropuerto identificado como “Felipe Ángeles” lo que obviamente entre los mexicanos agudiza la polémica sobre el tema... Así las cosas, estamos en espera de reacciones.
Lo que se ve
Preocupante, más que criticable, es que se falseen las cifras (obviamente hacia la baja) de mujeres que en Veracruz han sido víctimas mortales, escenarios lastimosos derivados de los espacios de inseguridad que privan en tierras veracruzanas.
Los reclamos en referencia son resultado de terribles hechos de violencia, mismos que de manera recurrente se registran en nuestras tierras veracruzanas, panoramas lamentables que no decrecen, lo que obviamente requiere dotar de mayor eficacia a los cuerpos de seguridad estatal, municipal y obviamente federales, ante el impacto de hechos altamente preocupantes, mismos que se expanden sobre tierras que han mutado de la alegría y del son y la bamba, hacia los escenarios de impunidad y terror colectivo ante las ráfagas de metralla... ¿Hasta cuándo?
Lo que se oye
Los analistas refieren que la vacuna cubana “Abdala” para proteger de agresiones graves por la pandemia que afrontamos, desde sus inicios fue calificada por autoridades médicas, para ser utilizada en mayores de 19 años, descartándose en esos días la posibilidad de su aplicación en menores a tal rango, sin embargo en fechas recientes, quedó claro que las vacunas Pfizer, Sinovac y Abdalá (vacuna a la que nos referimos) sí constituye una opción (junto con Pfizer y Sinovac) para ser aplicadas tanto en adolescentes, como en menores de dos años cumplidos, panorama que se convertirá en acciones por parte del Gobierno Mexicano en una ya inmediata nueva etapa de vacunación.
No se podrían descartar reacciones polémicas sobre el tema... Ya se verá.
*Mujeres victimizadas
*Vacuna cubana a niños
Es indudable que uno de los efectos más significativos que en el marco laboral se vienen registrando en México, no coinciden del todo con los resultados “óptimos” que pregona la Cuarta Transformación, estilo de gobierno que insiste en desprenderse del sector empresarial, otorgando a su postura conceptos endebles, que parten de la descalificación hacia el sector productivo, argumentando con ello que la Transformación representa un “histórico y positivo golpe de timón” desvalorizando que el giro en el timón productivo lo ha ejecutado, desde décadas atrás, precisamente “la cibernética”, tal paso tecnológico es en verdad un cambio trascendental, muy especialmente contemplando a la tarea productiva de los mexicanos, entre los cuales se insiste que el gobernante constituye efectos directos de escenarios y circunstancias “de reales golpes de timón” que abarcan a los pueblos del mundo, como lo es el avance de la cibernética aparejado al desarrollo de la tecnologías en lo general, lo que obliga a concluir sobre cualquier tesis, que ante mayor modernización menor requerimiento de mano de obra, causas y efectos plenamente identificados en la actualidad, mismos que favorecen el impulso del sector oficial hacia la capacidad productiva, realidad que irremediablemente al mismo tiempo de estimular la productividad, demerita en número las plazas laborales.
En cierta ocasión y hace décadas, se refirió en un congreso laboral en el que me encontraba en calidad de reportero, que la mano de obra en todos los país del orbe, estaba obligada a ingresar en los ámbitos de la cibernética o, de lo contrario, su destino sería el desempleo y (cuando más) tendrían que enfrentarse al subempleo, en tanto que día tras día (¿o será minuto a minuto?) la tecnología avanzaba invadiendo todos las ramas de la productividad, disminuyendo con ello la mano de obra del jornalero, e incluso de ejecutivos en los espacios del diseño, de la administración y del manejo contable sobre egresos, ingresos y pendientes.
Nosotros (los ahora viejos) en aquellos días sonreíamos silenciosos, calificando de excesivamente exagerados y petulantes a quienes parecía que pronosticaban, sin fundamentos comprobables, lo imposible de lograr, como si los trabajadores pudieran ser sustituidos por robots... Pero cuál es nuestro asombro que ahora, nosotros los veteranos tunde-teclas, seguimos utilizando los dedos pero sobre un terso teclado y frente a una pantalla en la cual hacemos maravillas, sin papeles de por medio, sin cambiar las cintas entintadas de la vieja máquina de escribir, sin gomas para borrar, sin tintero para recargar la pluma, sin maniobrar el cilindro para cambiar de renglón, todas esas modificaciones porque la computadora (que ahora las hay de bolsillo) anula todos esos requerimientos de antaño, a los que se agregaban varios más y...
Toda la mano de obra que se requería para producir papel, para que dispusiéramos de papel calca, así como para construir las múltiples piezas que requiere una máquina de escribir, todo ese inmenso núcleo de trabajadores esparcidos por el mundo, de hecho se ha reducido en porcentajes realmente preocupantes, escenarios que se advirtieron a los que hoy somos ancianos, del que somos ya “históricos testigos” y que para aquél entonces en nuestra niñez, nos encontrábamos jugando a las canicas en las calles, entonces no invadidas por vehículos, sólidas unidades móviles que también se han transformado, con lo que llamamos robótica.
Así las cosas, al resultar los anuncios sobre la automatización y, más allá aún, sobre la computación, un hecho real e irreversible, de inmediato se advirtió en los espacios empresariales la posibilidad de aplicar la tendencia hacia la reducción de personal, exactamente lo que numerosos especialistas habían adelantado en sus reflexiones, sobre las secuelas del surgimiento de la cibernética, escenarios que nos han correspondido afrontar y, cuyos efectos forman parte de los retos primordiales del sector gubernamental, mismos que en el caso de México y otros países del sur del continente, se encuentran entrampados en los ancestrales usos y costumbres frente a los retos de la modernidad, cibernética en los procesos de cultivo, del cuidado de siembra y desarrollo del producto, así como en la cosecha, el empaque, la transportación y la comercialización.
La historia del pasado reciente, sumada a la realidad en el presente por el que transitamos en México, nos refleja entrelazados entre la modernidad que avanza vertiginosamente, al tiempo que continuamos apostándole al petróleo, al igual que a la energía eléctrica tradicional, al arado dirigido por la yunta bueyes, cuando en gran parte del mundo a los “nuevos molinos de viento” se les identifica como generadores de energía eólica.
Insistimos... los mexicanos con el actual impulso gubernamental en programas de productividad, que en lugar de avances tecnológicos representan estancamientos, lo que obviamente no coincide con lo que interpretamos como “transformación” pero... a más de ello lo que sí coincide con transformación como lo es un nuevo proyecto educativo, en el que desaparecerán los tradicionales periodos escolares anuales, pareciera (por el momento) un tema que será espectacular en lo referente a su evaluaciones ya de antemano preñado de polémicas... Habrá tiempo para introducirnos a tales tendencias.
Lo que se lee
El pueblo de México que es usuario frecuente del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, de siempre (salvo escasas excepciones) lo que es común en la mayoría de los mejores aeropuertos del mundo, se ha mostrado satisfecho del servicio que recibe de dicha terminal, insistiendo que incluso refiere notorio prestigio en los escenarios internacionales, reconocido también por pilotos de incontable número de aeronaves (nacionales y extranjeras) que han arribado y despegado del ameritado aeropuerto en referencia.
Claro que para mejor atención y (a más de ello) ensanchar la actividad aeroportuaria de la capital del país (indudable centro nacional de operaciones en dicho renglón) se requería de otro aeropuerto con mayor modernidad e incluso seguridad de primera, superior a la que brinda la prestigiada e histórica central aérea de la capital del país, por lo mismo, el Gobierno de México en el sexenio anterior, procedió a la construcción de una nueva central aérea internacional, cuyas características fueran incluso superiores a las del actual y prestigiado aeropuerto mexicano, obra que, como Usted sabe, fue vetada por el actual régimen gubernamental, sin que existieran contundentes razonamientos para suspenderla, pese al significativo avance en su ejecución, lo que en principio representó pérdidas millonarias para el país, todo para cambiar de sitio la ubicación de la nueva infraestructura y, luego construir una nueva terminal en la que no confían (por su ubicación, seguridad y eficacia) una gran parte de empresas aéreas extranjeras, a las que se agregan compañías mexicanas.
Hoy ya trascendió que nuestras autoridades han ordenado que diversos vuelos programados por empresas aéreas mexicanas, sean autoritariamente suspendidos en el anterior aeropuerto internacional, para obligarlos a la utilización del nuevo aeropuerto identificado como “Felipe Ángeles” lo que obviamente entre los mexicanos agudiza la polémica sobre el tema... Así las cosas, estamos en espera de reacciones.
Lo que se ve
Preocupante, más que criticable, es que se falseen las cifras (obviamente hacia la baja) de mujeres que en Veracruz han sido víctimas mortales, escenarios lastimosos derivados de los espacios de inseguridad que privan en tierras veracruzanas.
Los reclamos en referencia son resultado de terribles hechos de violencia, mismos que de manera recurrente se registran en nuestras tierras veracruzanas, panoramas lamentables que no decrecen, lo que obviamente requiere dotar de mayor eficacia a los cuerpos de seguridad estatal, municipal y obviamente federales, ante el impacto de hechos altamente preocupantes, mismos que se expanden sobre tierras que han mutado de la alegría y del son y la bamba, hacia los escenarios de impunidad y terror colectivo ante las ráfagas de metralla... ¿Hasta cuándo?
Lo que se oye
Los analistas refieren que la vacuna cubana “Abdala” para proteger de agresiones graves por la pandemia que afrontamos, desde sus inicios fue calificada por autoridades médicas, para ser utilizada en mayores de 19 años, descartándose en esos días la posibilidad de su aplicación en menores a tal rango, sin embargo en fechas recientes, quedó claro que las vacunas Pfizer, Sinovac y Abdalá (vacuna a la que nos referimos) sí constituye una opción (junto con Pfizer y Sinovac) para ser aplicadas tanto en adolescentes, como en menores de dos años cumplidos, panorama que se convertirá en acciones por parte del Gobierno Mexicano en una ya inmediata nueva etapa de vacunación.
No se podrían descartar reacciones polémicas sobre el tema... Ya se verá.