24 de marzo de 2022
alcalorpolitico.com
*La imagen de Colosio
*Fortalecer el consumo
*Endebles frente a la crisis
Uno de los lógicos cuestionamiento al que obligan actitudes escenificadas por funcionarios públicos, es la determinación de las autoridades veracruzanas, al igual que en otras entidades del país, para proceder a vacunar a niños cuya edad fluctúa entre los 12 y 15 años, acatando con ello el cumplir con los procesos que, para tales fines, fueron establecidos en favor de los adolescentes, por parte de autoridades competentes y ante solicitudes en los espacios judiciales por conducto de sus progenitores.
Los escenarios actuales (por sí mismos) nos inducen a la conclusión de que, nuestras autoridades intentan vacunar sólo a los niños que resultaron amparados, reflejando con ello los notorios rangos de resistencia para proceder con inmediatez, hacia la inmunización de millones de menores, que ante la amenaza de alto riesgo por la que transitamos, ya deberían encontrarse de manera regular encuadrados en programas de vacunación.
Quienes insistan en la tesis “que no es conveniente vacunar a los menores” así como quienes coincidan con tales posturas, de alguna forma también coincidirán con los párrafos que en la historia quedarán plasmados, refiriendo la inculta necedad e irresponsabilidad, de aquellos que se negaron oportunamente a vacunar a niños, lo que favoreció que los pequeños fueran agredidos por el coronavirus y, muchos de ellos perdieran la vida ante la nefasta determinación.
Vale agregar que los especialistas consideran a la nueva variante viral, identificada científicamente como Ómicron, como una etapa pandémica “precisamente para los no vacunados” entre los que se encuentran millones de niños en el caso del territorio mexicano, tanto así que en este año (2022) ya se considera un incremento del 57% de contagios entre menores, con respecto al año pasado, lo que ha originado la muerte de 855 pequeños en lo referente a este grupo poblacional.
Se tiene obligadamente que referir insistentemente, que vamos ya para tres años de escenarios pandémicos, con imprecisiones sobre la aplicación de programas, sobre los cuales privan referencias de factible ineficiencia para salvaguardar vidas en nuestro país.
Es obligado el comentar que en las últimas evaluaciones, las entidades en tierras nacionales con mayores porcentajes de contagios, lo fueron Puebla, Tabasco y la Ciudad de México, documento en el cual se anexa que el mayor número de fallecimientos infantiles (originados por el virus) se registraron en los últimos meses en las entidades de Baja California Sur, el Estado de Puebla y el de Nuevo León, es por ello que debe ser considerada como de suprema emergencia, que el Gobierno de la República retire los candados y, de inmediato, se proceda a la vacunación de niños mayores de tres años.
Queda claramente fundamentado con datos precisos, argumentaciones contundentes y escenarios irrevocables, que en México se ha cometido el yerro de excluir de la vacunación a nuestros menores de tres años y más, manifestando criterios inválidos que, desde tiempo atrás, han sido superados en diversos países incluyendo a nuestros vecinos norteamericanos.
Muchos son los mexicanos con disponibilidad de recursos que han trasladado a sus hijos menores, para ser vacunados en tierras estadunidenses (qué bueno que han logrado su objetivo) pero muchos más son los que no cuentan con las posibilidades económicas para tomar dichas precauciones, salvaguardando la vida de sus pequeños descendientes, sin embargo, pese a la gran aportación que ello representa, al interior de nuestro país persiste la negativa gubernamental, ello por sobre la reducción en la pérdida de vidas entre los pequeños que ello representaría, al igual que el decrecimiento en el riesgo de cifras luctuosas...
¿Hasta cuándo seguiremos con más de lo mismo?
Lo que se lee
El 23 de marzo de hace 28 años, el territorio de México se sacudió por el asesinato de Luís Donaldo Colosio Murrieta, figura de serena presencia que ya (en aquel entonces) se perfilaba como el virtual triunfador de los comicios que lo convertirían en Presidente de nuestro país, como virtual respuesta de los electores esperanzados en sus mensajes de renovación, dejando atrás la injusticia, con rumbo a un nuevo México de bienestar, todo ello fundamentado en la restauración de la identidad entre gobernantes y gobernados.
Las grandes mayorías de mexicanos siguen calificando dicho escenario de muerte como “un crimen de Estado” más allá de quien fuera “el ejecutor”, refiriendo al interior del núcleo social la posibilidad de culpables en las cúpulas del poder, al margen de quien fue capturado y sentenciado como el autor material del aberrante crimen, que de hecho ha dejado lesionada la vida política de nuestro país...
Hoy el hijo de sacrificado Luís Donaldo Colosio, se perfila como uno de los viables y ya próximos candidatos a la Presidencia de la República... ¿Se cumpliría con ello el sueño del candidato sacrificado?...
La verdad es que nada en tales referencias se ha consolidado como un sendero real hacia el futuro inmediato, pero es indudable que su apellido “Colosio” influiría de manera sobresaliente en los marcos de un próximo proceso electoral... ¿Usted no lo consideraría así?
Lo que se ve
Polémico es el panorama en tierras veracruzanas de la industria restaurantera y de alimentos en lo general, sector en los cuales se viene sosteniendo que, de no recuperarse los niveles de consumidores, dicho renglón de la economía podría afrontar una de las etapas más complejas de su historia, amenaza que se ha incrementado desde el inicio de la pandemia, para agudizarse en las actuales fechas.
Resulta indudable que el sector restaurantero ha sido, en los últimos dos años, de los más golpeados por el decrecimiento en clientes y obviamente por la reducción en el consumo, por lo que ciertamente es urgente que tal sector encuentre lo antes posible la reactivación de sus servicios, sector que representa una de las fuentes laborales de mayor importancia en tierras veracruzanas y que, ante dos años de endeble actividad, requiere de escenarios con mayor demanda que permitan reactivar los ingresos en dicho sector...
Sobre ello se ha renovado el optimismo, primordialmente en todos los municipios entrelazados con la actividad turística.
Lo que se oye
Hasta dónde beneficiará o dañará la acelerada escalada de precios, misma que ya inició con los escenarios de Semana Santa, referencias que en voz de los propios empresarios, se han hecho públicas y que (de acuerdo a los cálculos iniciales) podrían superar entre un 15 y 25 por ciento (cuando menos) los costos de servicios en lo general, todo ello acreditado a las “presiones financieras” que ha originado la pandemia, lo que va aparejado a ello casi tres años de severa contracción económica en nuestro país.
Como siempre acontece, los más afectados habrán de ser los consumidores finales, últimos eslabones de la cadena de consumo, que en todos los tiempos han cargado con los platos rotos, pese a que forman parte de los núcleos más endebles y que conforman el factor fundamental para la actividad comercial...
Ahí la dejamos, siempre atentos a sus puntos de vista.
*Fortalecer el consumo
*Endebles frente a la crisis
Uno de los lógicos cuestionamiento al que obligan actitudes escenificadas por funcionarios públicos, es la determinación de las autoridades veracruzanas, al igual que en otras entidades del país, para proceder a vacunar a niños cuya edad fluctúa entre los 12 y 15 años, acatando con ello el cumplir con los procesos que, para tales fines, fueron establecidos en favor de los adolescentes, por parte de autoridades competentes y ante solicitudes en los espacios judiciales por conducto de sus progenitores.
Los escenarios actuales (por sí mismos) nos inducen a la conclusión de que, nuestras autoridades intentan vacunar sólo a los niños que resultaron amparados, reflejando con ello los notorios rangos de resistencia para proceder con inmediatez, hacia la inmunización de millones de menores, que ante la amenaza de alto riesgo por la que transitamos, ya deberían encontrarse de manera regular encuadrados en programas de vacunación.
Quienes insistan en la tesis “que no es conveniente vacunar a los menores” así como quienes coincidan con tales posturas, de alguna forma también coincidirán con los párrafos que en la historia quedarán plasmados, refiriendo la inculta necedad e irresponsabilidad, de aquellos que se negaron oportunamente a vacunar a niños, lo que favoreció que los pequeños fueran agredidos por el coronavirus y, muchos de ellos perdieran la vida ante la nefasta determinación.
Vale agregar que los especialistas consideran a la nueva variante viral, identificada científicamente como Ómicron, como una etapa pandémica “precisamente para los no vacunados” entre los que se encuentran millones de niños en el caso del territorio mexicano, tanto así que en este año (2022) ya se considera un incremento del 57% de contagios entre menores, con respecto al año pasado, lo que ha originado la muerte de 855 pequeños en lo referente a este grupo poblacional.
Se tiene obligadamente que referir insistentemente, que vamos ya para tres años de escenarios pandémicos, con imprecisiones sobre la aplicación de programas, sobre los cuales privan referencias de factible ineficiencia para salvaguardar vidas en nuestro país.
Es obligado el comentar que en las últimas evaluaciones, las entidades en tierras nacionales con mayores porcentajes de contagios, lo fueron Puebla, Tabasco y la Ciudad de México, documento en el cual se anexa que el mayor número de fallecimientos infantiles (originados por el virus) se registraron en los últimos meses en las entidades de Baja California Sur, el Estado de Puebla y el de Nuevo León, es por ello que debe ser considerada como de suprema emergencia, que el Gobierno de la República retire los candados y, de inmediato, se proceda a la vacunación de niños mayores de tres años.
Queda claramente fundamentado con datos precisos, argumentaciones contundentes y escenarios irrevocables, que en México se ha cometido el yerro de excluir de la vacunación a nuestros menores de tres años y más, manifestando criterios inválidos que, desde tiempo atrás, han sido superados en diversos países incluyendo a nuestros vecinos norteamericanos.
Muchos son los mexicanos con disponibilidad de recursos que han trasladado a sus hijos menores, para ser vacunados en tierras estadunidenses (qué bueno que han logrado su objetivo) pero muchos más son los que no cuentan con las posibilidades económicas para tomar dichas precauciones, salvaguardando la vida de sus pequeños descendientes, sin embargo, pese a la gran aportación que ello representa, al interior de nuestro país persiste la negativa gubernamental, ello por sobre la reducción en la pérdida de vidas entre los pequeños que ello representaría, al igual que el decrecimiento en el riesgo de cifras luctuosas...
¿Hasta cuándo seguiremos con más de lo mismo?
Lo que se lee
El 23 de marzo de hace 28 años, el territorio de México se sacudió por el asesinato de Luís Donaldo Colosio Murrieta, figura de serena presencia que ya (en aquel entonces) se perfilaba como el virtual triunfador de los comicios que lo convertirían en Presidente de nuestro país, como virtual respuesta de los electores esperanzados en sus mensajes de renovación, dejando atrás la injusticia, con rumbo a un nuevo México de bienestar, todo ello fundamentado en la restauración de la identidad entre gobernantes y gobernados.
Las grandes mayorías de mexicanos siguen calificando dicho escenario de muerte como “un crimen de Estado” más allá de quien fuera “el ejecutor”, refiriendo al interior del núcleo social la posibilidad de culpables en las cúpulas del poder, al margen de quien fue capturado y sentenciado como el autor material del aberrante crimen, que de hecho ha dejado lesionada la vida política de nuestro país...
Hoy el hijo de sacrificado Luís Donaldo Colosio, se perfila como uno de los viables y ya próximos candidatos a la Presidencia de la República... ¿Se cumpliría con ello el sueño del candidato sacrificado?...
La verdad es que nada en tales referencias se ha consolidado como un sendero real hacia el futuro inmediato, pero es indudable que su apellido “Colosio” influiría de manera sobresaliente en los marcos de un próximo proceso electoral... ¿Usted no lo consideraría así?
Lo que se ve
Polémico es el panorama en tierras veracruzanas de la industria restaurantera y de alimentos en lo general, sector en los cuales se viene sosteniendo que, de no recuperarse los niveles de consumidores, dicho renglón de la economía podría afrontar una de las etapas más complejas de su historia, amenaza que se ha incrementado desde el inicio de la pandemia, para agudizarse en las actuales fechas.
Resulta indudable que el sector restaurantero ha sido, en los últimos dos años, de los más golpeados por el decrecimiento en clientes y obviamente por la reducción en el consumo, por lo que ciertamente es urgente que tal sector encuentre lo antes posible la reactivación de sus servicios, sector que representa una de las fuentes laborales de mayor importancia en tierras veracruzanas y que, ante dos años de endeble actividad, requiere de escenarios con mayor demanda que permitan reactivar los ingresos en dicho sector...
Sobre ello se ha renovado el optimismo, primordialmente en todos los municipios entrelazados con la actividad turística.
Lo que se oye
Hasta dónde beneficiará o dañará la acelerada escalada de precios, misma que ya inició con los escenarios de Semana Santa, referencias que en voz de los propios empresarios, se han hecho públicas y que (de acuerdo a los cálculos iniciales) podrían superar entre un 15 y 25 por ciento (cuando menos) los costos de servicios en lo general, todo ello acreditado a las “presiones financieras” que ha originado la pandemia, lo que va aparejado a ello casi tres años de severa contracción económica en nuestro país.
Como siempre acontece, los más afectados habrán de ser los consumidores finales, últimos eslabones de la cadena de consumo, que en todos los tiempos han cargado con los platos rotos, pese a que forman parte de los núcleos más endebles y que conforman el factor fundamental para la actividad comercial...
Ahí la dejamos, siempre atentos a sus puntos de vista.