1.- Lo que sucede con la vida es que se va más rápido de como llega. Basta estar vivo para que todo acabe en minutos. Así sucedió con mi amigo Andrés Vázquez González, con quién estuve conversando a través de la magia de este aparato en miércoles y jueves de la semana que apenas terminó.

Ayer acudí a su velatorio en compañía de uno de mis hijos. Sentí la angustia de perder un amigo de muchos años. Compartimos la Universidad en la facultad de Derecho. Después la vida nos hizo coincidir en la función pública. Y más tarde, nos encontramos en el Colegio de Notarios.

Compartimos experiencias y búsqueda de notas en el desempeño profesional. El, sin embargo, ahondó en la focalización de la jurisprudencia notarial en la que logró compilar varios tomos.


Fue notario hasta los últimos días de su vida. Lo recordaré por los días que me quedan anotados en el calendario. Después, quizá haya otras instancias en las que también se puede coexistir y coincidir. A su familia: pronta recuperación del ser querido que los ha dejado.

Hasta pronto amigo.

2.- Este fin de semana, también, José Manuel Del Río Vírgen recobró su libertad y su vida. Está con los suyos de nueva cuenta y pronto, también se reencontrará con su actividad pública. El tiempo no se detiene y deja a cada quien en su justo sitio.


3.- El triunfo político del Colombiano Gustavo Petro para la presidencia de aquel país es saludable para los electores que lo impulsaron hacia la casa presidencial. Pero hay algo en lo que tendrá que fijarse: nada es gratis y no dura para siempre. La gloria es pasajera y no tiene ni color ni partido, ni patrocinio. El mérito es de quienes votan, nada más.

Quien fuera guerrillero del M-19 tendrá que dejar las armas y gobernar para todos. Ni más, pero tampoco menos.

A pertrecharse; las aguas seguirán...