Las presas que abastecen agua para el ganado han comenzado a secarse por completo, luego de un prolongado estiaje que ha “golpeado” durante casi dos años, aunado a la escasez de precipitaciones en esta temporada de lluvias.
Rodrigo Avilés, productor de la ruta de las comunidades hacia Progreso de Maravillas, refirió que desde mediados de 2022 y primeros meses de este 2023 las presas empezaron a descender y sus niveles bajaron hasta un 50%.
Con ello, abundó, en la circunferencia de las ollas quedó solamente el fango, formándose una especie de pantano en el que incluso se “atascaba” el ganado que buscaba beber.
Asimismo, el subagente municipal de José María Cardel, René Jiménez Hernández, agregó al respecto que en esta comunidad se secó totalmente una presa, por lo que se organizaron y aprovechan para dragarla con apoyo de maquinaria pesada.
La idea, mencionó, es recuperar la profundidad o incluso hacerla más honda para almacenar mayor cantidad de agua con las próximas lluvias.
Sin embargo, los productores advierten que “aun faltan muchos días con lluvias”, para que se logre un buen porcentaje en el almacenamiento de agua para las actividades agropecuarias.