La Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) en Orizaba criticó la falta de previsión y la lenta respuesta de las autoridades frente al cierre de la autopista Ciudad Mendoza-Acatzingo, en el kilómetro 231, debido a un deslizamiento de talud que ha paralizado una de las vías más importantes para la economía y la conectividad de la región.
A través de un posicionamiento, la Confederación indicó que aunque el gobernador Cuitláhuac García Jiménez informó que Caminos y Puentes Federales (CAPUFE) ya intensificó las labores de reparación, el hecho de que la normalización del tráfico pueda prolongarse hasta 6 días –o incluso más– evidencia una deficiencia seria en la infraestructura de respuesta rápida ante contingencias de esta magnitud.
“La descripción del deslave como una situación compleja que afecta un área de más de 150 metros de longitud, 40 metros de ancho y 12 metros de altura no justifica el retraso en la respuesta ni la falta de alternativas robustas. La decisión de desviar el tráfico hacia la autopista Xalapa-México resulta en tiempos de traslado considerablemente mayores y en afectaciones económicas por los inevitables retrasos en el transporte de mercancías. La ausencia de una infraestructura adecuada y de una planeación preventiva y efectiva es una muestra clara del rezago en la capacidad de las autoridades para proteger los intereses económicos y de movilidad de la región”, dijo.
Añadieron que el impacto de la falta de previsión y de infraestructura de respuesta rápida en las carreteras federales es fuerte, pues daña a todos en general, y en particular a los transportistas. “Esta situación afecta directamente a los operadores, quienes deben enfrentar jornadas de más de ocho horas de viaje, con el desgaste y la fatiga que esto implica, afectando además la competitividad y la movilidad de la región”, expresaron.
Pero todo esto, continuaron los socios de COPARMEX, evidencia el rezago en infraestructura crítica y la urgente necesidad de una mejor coordinación entre autoridades para prevenir incidentes similares. Incluso en el documento emitido por los integrantes de esta confederación consideran que 6 días para el retiro del material del deslizamiento es mucho tiempo. Además, esto se traduce en riesgo para los operadores, quienes podrían sufrir asaltos y accidentes en tramos inseguros y deteriorados.
A esto le agregaron el problema de las carreteras en mal estado, situación que se presenta en todo el País. Por ello urgieron un plan de acción más estructurado y preventivo para el mantenimiento vial, en lugar de depender de reacciones tardías ante emergencias. “La carretera Veracruz-México es una de las arterias más importantes del País, con un flujo diario de cerca de 30 mil vehículos. La autoridad debe reconocer su relevancia y destinar los recursos necesarios para su conservación y futura ampliación. Este incidente evidencia la urgencia de modernizar las carreteras y fortalecer a las instituciones encargadas de su supervisión. La comunidad de transportistas, empresarios y ciudadanos demanda una revisión profunda de la infraestructura federal y un plan a largo plazo que asegure vías seguras y funcionales”.
Los integrantes de COPARMEX exigieron una evaluación rigurosa de las condiciones actuales para impulsar soluciones que eviten futuras crisis y restauren la confianza en el sistema vial del País. “Instamos a las autoridades estatales y federales a replantear sus políticas de conservación y respuesta en rutas estratégicas, además de implementar un plan preventivo que garantice la seguridad en el tránsito y proteja la productividad regional”, concluyeron.