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Sección: V?a Correo Electr?nico

Profesor de la Escuela Revolución explica incidente con grúa y agente de Tránsito

- No utilizó a sus alumnos para impedir la acción, sino que padres de familia e hijos se solidarizaron

- La agente de Tránsito actuó arbitrariamente y llamó a la policía y a sus colegas, afirma

Xalapa, Ver. 14/03/2014

alcalorpolitico.com

Señor Director:

En mi derecho de réplica a la nota “Profesor utilizó sus alumnos para tratar de impedir que Tránsito se llevara su coche” publicada vía correo electrónico el 12 de marzo del presente, comento lo siguiente:

Aludo al escrito tramposo y tendencioso y su contenido mal intencionado y cobarde, obra de quien escudándose en el anonimato, adjudicándose el título de padre de familia de la escuela “Revolución” vespertina, realiza señalamientos infundados con intenciones perversas.



Toda vez que ustedes a través de su medio hacen un atento aviso para publicar una nota vía correo electrónico, bajo la lógica de algunos condicionantes que refieren a que “Siempre… hay asuntos de opinión y no de hechos comprobables, que se refieren al sentir de cada persona…, que los anónimos no son creíbles para la autoridad…y, que ..las condiciones para publicar esas opiniones son, entre otras, las siguientes:

- En el texto no se admiten descalificaciones hacia personas, burlas u ofensas…y que... no se admite publicación anónima”.

Condiciones todas que no se aplican cabalmente si se considera que la publicación de la nota arriba referida está nutrida de estos elementos que ustedes dicen objetar para publicarlas. Dado lo expuesto, procedo aquí a relatar los hechos lamentables que dieron origen a calumnias tramposas y arteras.



El día doce del presente a las 18:35 hrs., justo después del toque de salida y en el momento en que entregaba a mis alumnos del tercer grado de la escuela antes citada a sus padres, para trasladarme luego hacia mi auto estacionado a unos metros de la misma, en la calle libertad esquina con revolución; me encuentro con los empleados de la empresa “Gatesa”, que no de Tránsito Estatal, pretendiendo enganchar mi auto con la intención, me dijeron, de arrastrarlo al corralón. Por lo que procedí a encenderlo y marcharme solicitándoles me lo permitieran quitando su grúa del frente, la cual obstruía la circulación de la calle revolución.

Su respuesta determinante fue “obedecemos órdenes, arréglese con la perito”, la cual al intentar dialogar con ella, haciendo gala de soberbia dijo que no porque había cometido una infracción al reglamento, el cual la facultaba para proceder. Le pedí entonces que levantara la infracción si era procedente, pues en ese lugar no existe señalamiento que refiera a no permitir estacionarse y menos aun al uso de grúa.

Su negativa y su intención de llevarse el auto fueron rotundas, por lo que solicitó el auxilio de la policía primero, y después la de sus compañeros agentes de tránsito, para auxiliarla.



La obstinación de la agente de tránsito y los empleados de la grúa por llevarse mi auto, repito, en un lugar no señalado como prohibido, mi incapacidad para disuadirlos de su errónea actitud y los atropellos cometidos por algunos otros servidores públicos que se involucraron, ocasionaron la indignación y por ende la reacción de la mayoría de los presentes, de entre los cuales se encontraban algunos padres de familia quienes acompañados por sus hijos y por decisión propia, se unieron al clamor de los presentes exigiendo un trato justo de quienes representan la ley y la justicia y que, en ese momento, ante todos, estaban cometiendo en hecho flagrante, una muestra, a todas luces, de abuso de poder.

A partir de estas circunstancias, se generó un ambiente de tensión, donde el abuso de autoridad y prepotencia imperaron sobre la razón y los principios de legalidad.

Es una máxima la que refiere a que siempre es mejor cuando hay que hablar de dos empezar por uno mismo, y en el particular, asumo mi responsabilidad de haber caído en el juego de la confrontación ante la evidente provocación y transgresión de mis derechos. Pero quiero enfatizar que no debe ser ésta la causa ni el motivo, que sirvan de excusa a quien, enfatizo, escudándose en el anonimato, aprovecha la ocasión y el medio para difamar en aras de causar daño y enmascarar las acciones de quienes tienen como misión principal la de encauzar la vialidad de la ciudad, agilizando el libre tránsito y no la de entorpecerlo como sucedió en los hechos relatados.



Me refiero aquí a la instancia de Tránsito del Estado y en sus oficiales que se ostentan como representantes de la misma.

Así pues, lo hasta aquí expuesto, lo expreso, no con la intención de evadir mi responsabilidad si la hubo; sino con la de hacer uso de la réplica para aclarar un hecho donde se intenta denostar y boicotear, tanto mi imagen como profesor, ante un hecho que no tiene relación alguna con mi desempeño profesional, pues como se relata previamente ocurrió fuera del horario laboral y en el cual la participación de los padres de familia con sus hijos fue totalmente voluntaria y espontanea.

Misma reacción que emanó de la ciudadanía ante un hecho impregnado de injusticia y arbitrariedad que intentaban cometer algunos servidores públicos avalados por la misma ley que representan.



Confío pues, en que este medio facilitará la publicación del presente en las mismas condiciones de equidad por las que dio espacio para la publicación del escrito tendencioso que precede al presente. No sin antes hacer mención de la rapidez con la que se publicó la nota apenas un par de horas posteriores a los hechos sucedidos.

Atentamente

Profr. de la escuela “revolución” vespertina.



Sergio Ojeda Aburto

Tel. (…)