La reforma para la Vivienda Social, aprobada por los senadores el 31 de octubre, no es clara en cuanto a las características que deberán tener las viviendas, consideró el secretario de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), Alfredo Hernández Ávila.
Comentó que un aparente beneficio es que, después de 10 años de renta, se ofrecerá la opción de compra de la vivienda, con preferencia para quienes no cuenten con una vivienda propia. "A la contra, nos encontramos con que desapareció del texto original de la reforma la parte que decía que las rentas pagadas durante esos 10 años se tomarían como un abono. Además, la palabra ‘casa’ no aparece en ninguna parte, por lo que no es claro el tipo de vivienda que tienen planeado ofertar", dijo el entrevistado.
Explicó que, aunque se menciona que planean construir un millón de viviendas durante el sexenio, es necesario estar a la expectativa de qué tipo de viviendas estarán disponibles para renta y en qué ubicaciones. "O, en su caso, si debemos esperar algunos años para que, con los recursos del fondo, el INFONAVIT construya las viviendas que se utilizarán para estos fines. Tampoco se precisa si estas rentas solo podrán darse en casas o en conjuntos habitacionales específicamente construidos por el INFONAVIT".
Recordó que esta reforma fue presentada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y establece que, a partir del primer año de cotización ante el INFONAVIT, las personas trabajadoras tendrán derecho a acceder a viviendas en renta a costos accesibles, menores al 30 por ciento de los ingresos del trabajador.