En Xalapa, la Facultad de Arquitectura de la Universidad Veracruzana cuenta con una protectora leal y amigable con estudiantes y docentes, pero desconfiada y huraña con los extraños.
Ella es “Farqui” y su estancia en la Facultad se remonta a la pandemia, cuando disminuyó la actividad en las aulas y la perrita se animó a deambular por los pasillos, para después convertir a la escuela en su hogar.
Con el tiempo, la comunidad le nombró “Farqui”, de la combinación de las palabras “facultad” y “arquitectura”, y pronto tomó al “lomito” bajo su cuidado.
“Es muy noble, pero se espanta al ver caras nuevas pero es muy dócil”, comentó una de las trabajadoras de la facultad.
Pero la historia de Farqui no es de solo anécdotas felices. Cuando la perrita se acercó a la facultad padecía diversos padecimientos, entre estos, un embarazo de alto riesgo. “La adoptaron porque venía embarazada, se puso grave, un maestro llevó a que la operaran porque ya se estaba muriendo la pobre”.
La salud de Farqui mejoró y hoy cuenta con su propio veterinario particular, con su control médico, su calendario de antiparasitarios y acceso a medicamentos, además por prescripción de los especialistas, ha sido esterilizada.
Aparte de “Farqui”, la UV cuenta con otras mascotas que cuidan de sus facultades. Es el caso de “Luna”, que cuida de la Unidad de Humanidades de Xalapa y “El Inge” de la Facultad de Ingeniería de Coatzacoalcos-Minatitlán.