Este martes primero de octubre se conmemora El Día del Arquitecto, cuando se honra a las y los practicantes de esta profesión, fundamental para la construcción de muchos de los inmuebles que día con día son usados por la sociedad.
De acuerdo con el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos en España, la fecha ancla sus orígenes en 1985, cuando la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas instituyó que el primer lunes de cada octubre se reconociera como el Día Mundial del Hábitat, una conmemoración enfocada en la preservación de los asentamientos humanos con la que se buscaba resaltar el papel de la construcción para el desarrollo de las ciudades. Ya en los años 90, concretamente en 1997 la Unión Internacional de Arquitectos (IUA por sus siglas en inglés) decidió sumarse a este reconocimiento y fue entonces cuando nació el Día del Arquitecto, cuya fecha es aprovechada por diferentes ciudades del mundo para llevar a cabo jornadas de actividades en torno de la difusión de esta disciplina.
En México esta fecha se celebra cada primero de octubre desde el 2004, año en el que el gobierno del entonces presidente Vicente Fox Quezada, durante un evento conmemorativo llevado a cabo en el Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México, develó una placa en la que se hacía oficial el Día Nacional en honor a la Arquitectura. Acto con el que el País no sólo se sumó al reconocimiento mundial sino que instituyó su propia efeméride para todos los octubres, diferenciándose del primer lunes del mes donde la profesión se conmemora mundialmente.
El Día Nacional del Arquitecto es una fecha que resalta la labor de estos profesionales a lo largo de todo el territorio mexicano, pues debido a su trabajo es posible la creación de edificios que satisfacen las nuevas necesidades de la población en un país cada vez más alcanzado por la tendencia globalizadora.
Existen diversos edificios icónicos en México que además de quedar en la memoria colectiva de la población al punto de transformarlos en parte de su identidad, son considerados como joyas arquitectónicas dignas de admiración en otros lugares del mundo, cuyo reconocimiento hace destacar a sus creadores.
Destacan arquitectos como Augusto H. Álvarez y Alfonso González Paullada, quienes fueron parte del proyecto para dar vida a la imponente Torre Latinoamericana, el primer edificio del País capaz de encarar y resistir terremotos; Pedro Ramírez Vázquez, creador del emblemático Estadio Azteca, uno de los recintos de futbol más grandes del mundo; Teodoro González de León, autor del Museo Tamayo de Arte Contemporáneo y otras obras; el creador del proyecto paisajístico de Jardines del Pedregal Santa Fe, también en CDMX. Ellos y otros más han dejado huella en la historia moderna de la Arquitectura mexicana y dejado un campo propicio para nuevos talentos hombres y mujeres.
Xalapa es una ciudad cuya vocación cultural y artística guarda especial admiración por la Arquitectura, pues se trata de una tierra estudiantil con prestigio dentro y fuera del País que alberga a la Facultad de Arquitectura de la Universidad Veracruzana, institución pionera de esta entidad que ha fungido como epicentro de la innovación arquitectónica. Fue el arquitecto Alberto Mendoza Bridat, en 1956, quien fundó oficialmente esta Facultad bajo su dirección, cuya presencia fue uno de los primeros asentamientos en la naciente Zona Universitaria de Xalapa.
En esta ciudad destaca el talento vivo de diferentes arquitectos y arquitectas que dejan huella de su estilo en construcciones de diversa índole; sea en casas, estudios, complejos, foros o hasta centros comerciales, la Arquitectura como ciencia y arte refleja su valor para la sociedad. Y unos de los arquitectos más destacados que hizo de Xalapa su hogar fue Enrique Murillo Pérez, quien tras su fallecimiento en 2021 dejó gran legado para muchos de los que fueron sus alumnos y edificios emblemáticos de la ciudad, como la sala de conciertos Tlaqná, la Biblioteca USBI, la Central de Autobuses CAXA y más obras que embellecen y dan identidad a la capital veracruzana.