Con 94 años de edad, Ifigenia Martínez Hernández entregó la banda presidencial a Claudia Sheinbaum Pardo. La actual presidenta del Congreso aseveró que la llegada de una mujer a la Presidencia es la culminación de una lucha que han atravesado generaciones enteras de mujeres.
“Quienes con valentía desafiamos los límites de nuestros tiempos. Hoy, junto con ella, llegamos todas y abrimos paso a una nueva era”, refirió Martínez Hernández durante su discurso.
La primera mujer mexicana en obtener una maestría en Economía en la Universidad de Harvard recordó que ha recorrido muchas batallas por la democracia y la justicia, por lo que se dijo profundamente honrada de presenciar lo que denominó un triunfo histórico.
Y es que, rememoró que en 1988 formó parte de la Corriente Democrática de izquierda en México, una lucha que, junto a muchas y muchos, inició con la firme convicción de que el cambio verdadero era posible.
“Hoy, esas convicciones han rendido fruto. No solo tenemos una Presidenta, sino que se vislumbra un presente donde las mujeres participamos en condiciones de igualdad en la construcción de futuros posibles y deseables para nuestra patria. Ser parte de esta transmisión histórica del Poder Ejecutivo y entregar la Banda Presidencial a la primera Presidenta es uno de los mayores honores de mi vida”, expuso.
Al agradecer a sus compañeros legisladores la confianza para desempeñar el acto simbólico, acotó que dicho acto representa no solo un punto de inflexión en la historia, sino también el triunfo de la igualdad, la justicia y la democracia.
En este sentido, destacó que hoy, las mujeres, junto a los hombres, están listas para continuar construyendo el país que se sueña: “El de un México libre e igualitario. Un país donde el liderazgo femenino dejará de ser la excepción para convertirse en norma. Desde esta soberanía, le decimos que no está sola. Que la lucha por la justicia y por la igualdad es de todas y de todos. Y que no descansaremos hasta lograr una democracia plena, donde no haya distinción de género, clase o condición. Que nuestras diferencias no nos dividan, sino que sean la fuente de propuestas y de soluciones compartidas a los distintos retos que enfrentamos”.
Ifigenia Martínez dejó en claro que hoy más que nunca se necesita tender puentes entre todas las fuerzas políticas, dialogar sobre las divergencias y construir, juntas y juntos, un país más justo y solidario. “Es tiempo de altura de miras. Es tiempo de construir nuevos horizontes y realidades. Es tiempo de mujeres. Sigamos dejando huella”, finalizó en su discurso.