28 de octubre de 2024
alcalorpolitico.com
¡Andrés Manuel dejó soltado el tigre!
Si, aquel tigre al que se refirió en la reunión de la Convención Bancaria el 9 de marzo de 2018, cuando amenazó: “Si se atreven hacer un fraude electoral, yo me voy también a Palenque, y a ver quien va amarrar el tigre... el que suelte al tigre, que lo amarre, ya no voy a estar deteniendo a la gente...”.
Vean ustedes si no: Su sexenio terminó, derivado de los abrazos y no balazos, con 199 mil 619 asesinatos, la cifra más alta en la historia reciente; con estados de la república viviendo una violencia inusitada, con coches bomba estallando frente a los edificios policiacos, en un franco desafío, no solo a los gobiernos estatales, sino al federal mismo, que digan lo que digan, carece de estrategias para combatir al crimen organizado.
Ya ha dicho hasta el propio Donald Trump que “México está controlado por cárteles, y que el gobierno está >petrificado< por temor a ellos” (entrevista con la cadena de televisión y radio Fox-News), justificando con ello su locura expansionista de mandar a los marines a nuestro territorio para combatirlos y “desaparecerlos”.
La disputa por los inmigrantes en Chiapas; por el huachicol en Guanajuato, por las rutas de la cocaína en Guerrero, del fentanilo en Sinaloa, o del cruce de todas estas drogas para los Estados Unidos en Chihuahua-Sonora-Baja California-Tamaulipas, o por las extorsiones y cobros de piso a los limoneros, polleros, tortilleros, etc., en Michoacán, han hecho un cóctel gangsteril que muestran una fotografía de la ineficacia gubernamental contra los criminales.
Por ello, por esa ineficacia, derivada del ayuno de estrategias para combatirlos, es que siguen avanzando en el dominio territorial del país, sembrando zozobra entre la población, que no es otra cosa que ver cómo se pasea el tigre del Río Bravo al Suchiate y del Golfo de México al Océano Pacífico, sin exagerar, y si no me cree usted, vea como, en estas casi 4 semanas del mandato de la científica Claudia Sheinbaum Pardo, la nación se amanece y anochece con muertos (en el mismo centro histórico de la ciudad de México, a escasas cuadras del palacio nacional), con explosiones, al estilo de la Colombia de Pablo Escobar Gaviria.
¡Terrible! ¡Terrorífico digo y escribo hoy!
Por eso afirmo que AMLO nos dejó soltado al tigre, o si usted me lo permite estimado radioescucha, estimado lector, escrito de otra manera, que la doctora Claudia se sacó la rifa del tigre, y que tal y como lo manifestara en aquella convención bancaria su líder moral, no hay quien lo amarre, ni siquiera ella que tiene el poder, las herramientas para hacerlo, radicando en ello la magnitud del problema para México.
¿No hay una estrategia de combate, o no hay disposición para combatir a los generadores de violencia?
Espero que sea lo primero, y que se busque pronto, con especialistas en estos menesteres, la solución que le genere paz a México, y seguridad-tranquilidad a los mexicanos, porque lo segundo sería catastrófico para la república.
Si, aquel tigre al que se refirió en la reunión de la Convención Bancaria el 9 de marzo de 2018, cuando amenazó: “Si se atreven hacer un fraude electoral, yo me voy también a Palenque, y a ver quien va amarrar el tigre... el que suelte al tigre, que lo amarre, ya no voy a estar deteniendo a la gente...”.
Vean ustedes si no: Su sexenio terminó, derivado de los abrazos y no balazos, con 199 mil 619 asesinatos, la cifra más alta en la historia reciente; con estados de la república viviendo una violencia inusitada, con coches bomba estallando frente a los edificios policiacos, en un franco desafío, no solo a los gobiernos estatales, sino al federal mismo, que digan lo que digan, carece de estrategias para combatir al crimen organizado.
Ya ha dicho hasta el propio Donald Trump que “México está controlado por cárteles, y que el gobierno está >petrificado< por temor a ellos” (entrevista con la cadena de televisión y radio Fox-News), justificando con ello su locura expansionista de mandar a los marines a nuestro territorio para combatirlos y “desaparecerlos”.
La disputa por los inmigrantes en Chiapas; por el huachicol en Guanajuato, por las rutas de la cocaína en Guerrero, del fentanilo en Sinaloa, o del cruce de todas estas drogas para los Estados Unidos en Chihuahua-Sonora-Baja California-Tamaulipas, o por las extorsiones y cobros de piso a los limoneros, polleros, tortilleros, etc., en Michoacán, han hecho un cóctel gangsteril que muestran una fotografía de la ineficacia gubernamental contra los criminales.
Por ello, por esa ineficacia, derivada del ayuno de estrategias para combatirlos, es que siguen avanzando en el dominio territorial del país, sembrando zozobra entre la población, que no es otra cosa que ver cómo se pasea el tigre del Río Bravo al Suchiate y del Golfo de México al Océano Pacífico, sin exagerar, y si no me cree usted, vea como, en estas casi 4 semanas del mandato de la científica Claudia Sheinbaum Pardo, la nación se amanece y anochece con muertos (en el mismo centro histórico de la ciudad de México, a escasas cuadras del palacio nacional), con explosiones, al estilo de la Colombia de Pablo Escobar Gaviria.
¡Terrible! ¡Terrorífico digo y escribo hoy!
Por eso afirmo que AMLO nos dejó soltado al tigre, o si usted me lo permite estimado radioescucha, estimado lector, escrito de otra manera, que la doctora Claudia se sacó la rifa del tigre, y que tal y como lo manifestara en aquella convención bancaria su líder moral, no hay quien lo amarre, ni siquiera ella que tiene el poder, las herramientas para hacerlo, radicando en ello la magnitud del problema para México.
¿No hay una estrategia de combate, o no hay disposición para combatir a los generadores de violencia?
Espero que sea lo primero, y que se busque pronto, con especialistas en estos menesteres, la solución que le genere paz a México, y seguridad-tranquilidad a los mexicanos, porque lo segundo sería catastrófico para la república.