Llegó de rebote, fue gobernador del estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, pero ¿Usted amable lector, estimado radioescucha, puede afirmar que realmente gobernó, como antes lo hizo Fernando Gutiérrez Barrios, Dante Delgado, o ya de perdido como Fidel Herrera Beltrán?

¿Recuerda alguna obra importante, trascendental, como el Centro de Especialidades Médicas de Xalapa con el primero de los aquí mencionados, o el Acuario y el Word Trade Center en Boca del Río, con el segundo, o la autopista Perote-Xalapa, con el oriundo de Nopaltepec, que se le pueda atribuir al ingeniero mecánico eléctrico Cuitláhuac García Jiménez?

No, sinceramente lo vamos a recordar chapeando los camellones de las avenidas de la capital del Estado, la ciudad de las flores, Xalapa; o dando esas excelsas conferencias de prensa, donde terminaban los periodistas hechos bolas, donde culpaba de la inseguridad que se acrecentó durante su mandato en la entidad, cargándole la responsabilidad de ella a todos los anteriores gobiernos neoliberales del PRI y del PAN, explícitamente al exfiscal Jorge Winckler, a quien terminó encarcelando por medio de su brazo ejecutor, la fiscal Verónica Hernández Giadáns.


Se va y no hay legado, no deja nada que pueda presumir para la posteridad, sino una larga lista de pendientes que hasta de su propio partido lo están cuestionando, como es el caso del cuasi-senador de la república Manuel Huerta Ladrón de Guevara, que un día sí, y al otro también, lo está señalando por el deplorable estado en que se encuentran las carreteras que cruzan de norte a sur, y de la montaña a la costa nuestro territorio, donde afirma que parece que a son los cráteres de la luna.

Perdí la cuenta de las veces que se comprometió, públicamente, de acabar con los sucios negocios que realizan las grúas con la sociedad, de manera vil y ruin, de cobrarles hasta 12 y 14 mil pesos por liberarles sus automóviles, después de inventarles mil y una infracciones, o con el famoso alcoholímetro, constituyéndose estas acciones como verdaderos robos en despoblado.

¿Y qué hizo para ponerse del lado del "pueblo bueno", asaltado por estos de tránsitos y sus secuaces de las grúas? ¿Dónde quedó el compromiso que desde hace más de 3 años realizó, de presentar en el Congreso de Veracruz un nuevo reglamento que evitara estos robos?


Nada, no hizo absolutamente nada a favor del "pueblo bueno", y sí solapar a estos pillos con placas que se hicieron multimillonarios, y comentaban en pasillos que >pasaban su mochada en palacio de gobierno<.

He allí la respuesta del por qué Claudia Sheinbaum no lo llevó a su gabinete legal, ni al ampliado, ni siquiera en un tercer o cuarto nivel de la estructura del próximo gobierno federal, porque me comentan que el ingeniero le pregunta a su círculo cercano, del por qué no le cumplió la palabra empeñada la próxima presidenta, de colocarlo, insisto, en su gabinete legal.

Ya se va. Está a días de presentarle a los legisladores de la LXVI Legislatura la solicitud para ausentarse del cargo de ejecutivo estatal, y podemos afirmar que su paso por la gubernatura fue sin pena ni gloria. Deja más que hablar por negativos, por pasivos, por ineficacias, por latrocinios, por su nepotismo (a la López Portillo), que por acciones que beneficiaran a los veracruzanos y las veracruzanas.


Para que tanto luchar, tanto gritar, tanto criticar a los anteriores gobernantes, si cuando tuvo la oportunidad de distinguirse, de mostrarles talento, capacidades para la cosa pública, fracasó totalmente en los 5 años y 9 meses de... ¿Gobierno?