El obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, dijo que debemos abrir los ojos, los oídos y ser realistas, porque en México, en materia de seguridad, las cosas están mal.
Por ello, exhortó a todos a orar por la paz en el país, aunque la Iglesia no deja de hacerlo. Sin embargo, la tarea cada vez debe ser más ardua, pues la situación es muy complicada en la actualidad. "¡Vaya, seamos objetivos! Abramos los ojos, los oídos, las cosas están mal, no solo lo decimos por el asesinato del padre Marcelo en Chiapas, sino también porque hay gente desplazada en aquella zona del país".
Durante la homilía en la Catedral San Miguel Arcángel, añadió que el estado de Chiapas es un ejemplo del problema de la violencia e inseguridad, pero hay muchos casos más en el territorio mexicano, donde la gente está sufriendo por estos motivos.
Reconoció que el problema de la violencia está encima de los mexicanos, aunque, del otro lado, los creyentes en Cristo no dejan de clamar por la paz. "Pedimos que Dios nos bendiga con la paz. Hoy oramos por y con los hermanos de Chiapas, la Iglesia en México, pero también rogamos por todo el mundo para que haya paz", dijo.