Se desplaza neblina de Xalapa 400 metros más arriba

Los bancos de niebla y el chipi chipi tan emblemáticos de la capital del estado no han desaparecido sino que se han desplazado entre 200 y 400 metros de altura de lo que hasta la década de los años ochenta del siglo XX sucedía en la ciudad, afirmó Víctor Barradas, investigador del Instituto de Ecología de la Universidad Autónoma de México.

En su ponencia “La migración de las nubes y de la lluvia en la región de Xalapa” durante la Jornada Bosques y agua de en Xalapa y sus Alrededores, en un estudio que realizó el especialista dijo que este es un efecto del cambio climático regional, lo que ha provocado que en esta temperatura la sensación de calor en la población haya aumentado.

A pesar de que ya se ha perdido gran parte de la cubierta vegetal del bosque mesófilo de montaña, comentó la pérdida de humedad en la zona no ha sido tan grave como en otros lugares del país, gracias a que se conservan los cafetales en los diferentes municipios y no los han cambiado por sembradíos de caña.

También, agregó Víctor Barradas ayuda a conservar el agua en la región los volcanes del Pico de Orizaba y del Cofre de Perote, que siguen deteniendo los vientos alisios del noreste o boreales que traen una gran cantidad de humedad del océano, sin embargo aún falta que la sensación de calor que provoca el cambio climático regional, pero aún faltan los estudios de los efectos que provoque el global en la ciudad.

El especialista mencionó que en particular no conoce un estudio de la Comisión Nacional del Agua sobre la trayectoria de los anticiclones, porque si van al sur el aire bajará más y volverán los bancos de niebla a la capital, como antes, pero si se dirige al norte habrá un mayor calor porque el aire sube más las nubes, con el fin de prever las consecuencias que esto traerá.

Sin embargo, en cuanto el papel que juegan los árboles en la captación y conservación de agua, fue escéptico porque en un estudio comparativo que realizó el Instituto de la UNAM entre el bosque y el pastizal, en los meses de junio, agosto y noviembre, a pesar de que la sensación de calor es 3.7 veces mayor en el segundo que en el primero, el 70% del agua que atrapan los árboles se transpira y se va a la atmósfera, lo que pone en duda que en este aspecto haya un beneficio de la cubierta vegetal.