Existe la pretensión del Sistema de Agua y Saneamiento Metropolitano (SAS) de cerrar el programa “Salvemos al Pico de Orizaba” iniciado en el 2009 y con ello prácticamente desaparecer los dieciséis millones de pesos que debió recaudar como cobro de servicios ambientales entre sus usuarios.
Lo anterior, lo denunció el ambientalista Gaspar Monteagudo Hernández, luego de haberse reunido con ejidatarios del Pico de Orizaba, quienes durante años han insistido en que el SAS Metropolitano les canalice los recursos que ha recaudado para el combate y erradicación de incendios forestales; vigilancia en el parque; producción de planta en viveros tecnificados; ingeniería de suelos a través de tinas ciegas y brechas cortafuegos, a través del esquema de empleo temporal.
Bajo el concepto de Pago por Servicios Ambientales, el Sistema de Agua y Saneamiento Metropolitano capta de cada uno de sus usuarios una aportación voluntaria equivalente al uno por ciento del consumo y se aplica en el recibo al pagar el servicio anual o mensualmente.
En diciembre de 2009, la entonces titular del Sistema de Agua y Saneamiento (SAS), Yolanda Gutiérrez Carlín, actualmente secretaria estatal de Protección Civil, hizo una primera aportación de doscientos setenta y nueve mil, ciento ochenta y ocho pesos con quince centavos, al Fondo de Protección Ambiental al Pico de Orizaba (FAPO) que representa Edgar Chaín, quien dijo que los recursos se destinarían a la creación de brechas apaga fuegos, como parte del programa de rescate del Pico de Orizaba.
Gutiérrez Carlín explicó que el SAS esperaba recaudar en promedio 300 mil pesos mensuales que serían entregados al Fondo Ambiental Pico de Orizaba (FAPO) y al Parque Nacional Pico de Orizaba que serán los encargados de manejar ese recurso y generar mejores condiciones para la conservación forestal en la montaña más alta del país.
Las proyecciones eran recaudar de las aportaciones de los usuarios alrededor de 2. 3 millones de pesos anuales, que se sumarían a los 2 millones de pesos que aportaría el Fondo Ambiental del Pico de Orizaba (FAPO).
A esto se añadiría la aportación 4.5 millones de pesos del fondo concurrente de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), por lo que en promedio se estarían invirtiendo 9 millones de pesos.
Efectivamente, en el año 2010 la CONAFOR se sumó a este esfuerzo de conservación a través del esquema de creación de mecanismos locales de pago por servicios ambientales de fondos concurrentes, por un periodo de cinco años, según dio a conocer en su Dosier Servicios Ambientales y Cambio Climático.
A la fecha, la CONAFOR ya canalizó los recursos comprometidos, explicó Gaspar Monteagudo Hernández, quien fue enterado de ello por los ejidatarios del Pico de Orizaba, quienes asimismo le externaron que desafortunadamente el SAS Metropolitano no hizo llegar lo que había recaudado entre sus usuarios, cifra que se estima sea superior a los 16 millones de pesos.
Advertido por funcionarios del SAS, el ambientalista expuso que le hicieron saber de la pretensión de los actuales directivos de ese organismo operador por cerrar el programa de pago por servicios ambientales que se creó en el 2009, “Salvemos al Pico de Orizaba”, con lo que borrarían toda huella de esta importante acción ambiental y más grave aún, dejarían de rendir cuentas sobre el destino de los dieciséis millones de pesos que se presume recaudó en los últimos años.