El dirigente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Orizaba, Enrique Guillomen Maldonado, expresó su preocupación por el posible impacto que podría tener la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales en las empresas, especialmente en sectores como el turismo.
Aunque considero que esa reforma puede ser beneficiosa para los trabajadores, también se debe ver las implicaciones económicas podrían ser significativas.
Guillomen Maldonado recordó que el Senado aprobó recientemente una medida para que los salarios mínimos no estén por debajo de la inflación, lo cual también tendrá repercusiones en los costos empresariales.
Se necesita encontrar un balance entre mejorar los derechos laborales y no afectar la viabilidad de las empresas, consideró.
En su análisis, apuntó que mientras algunas industrias podrían adaptarse al nuevo esquema aumentando su productividad en menos tiempo, otras, como el sector turístico, que opera de manera ininterrumpida, podrían enfrentar más complicaciones.
Entre las posibles consecuencias, mencionó el incremento en los costos de operación, pérdida de empleos, aumento en el empleo informal y el cierre de negocios, así como el riesgo de una inflación generalizada.
Por ello, llamó a las autoridades a dialogar con el sector empresarial para diseñar medidas que permitan una implementación ordenada y equilibrada de estas reformas.