La Arquidiócesis de Xalapa ofreció esta mañana una eucaristía en la Catedral Metropolitana, en memoria del Papa Francisco, quien falleció este lunes 21 de abril a las 7:35 horas en tiempo de Roma, a sus 88 años de edad.
Presidida por el arzobispo de la Catedral, Jorge Carlos Patrón Wong, expresó que esta pascua del 2025 la recordarán y vivirán siempre, por como el Papa Francisco vivió la pascua de Cristo.
“El Papa, el Jueves Santo, con las fuerzas mermadas delicado de salud, fue a la cárcel como lo acostumbraba todos los jueves santos. En esta ocasión no fue a lavar los pies de nuestros hermanos en prisión, pero estuvo ahí mirándolos, orando por ellos, bendiciéndolos. El Viernes Santo él vivió su enfermedad, el sufrimiento de su enfermedad como muchos de nuestros hermanos y hermanas enfermos, vivió en su propia carne, en su propia humanidad la Pasión de Jesús. El Domingo de Pascua fue el Papa al final de la celebración y nos dio la última bendición como representante de Cristo y sucesor de San Pedro, la bendición para toda la humanidad, todo el mundo y para la ciudad de Roma. Y al inicio de la octava de pascua el lunes de la resurrección, se va a la casa del padre, es llamado por Dios a la casa del padre”, comentó.
Indicó que este suceso ha provocado los sentimientos de la pérdida de un ser querido, un ser que representa el amor y la presencia de Dios.
“Hay por una parte una tristeza verdadera, profunda en el corazón. Pero al mismo tiempo una certeza de que vive, nuestro ser querido vive. Porque la certeza de la resurrección que nos ha ganado Jesucristo en su pascua es la verdad que mantiene nuestra vida en una completa y total esperanza de la eternidad. Nacimos para nunca morir y nuestros seres queridos no mueren sino que nos siguen acompañando en la comunión de los santos desde la casa del padre, donde un día nos reencontramos”.
En este sentido, consideró que el encuentro que hoy tienen el Papa con Dios es de amor, ternura y mucha alegría. Pues dijo que Francisco es un ejemplo de vida como ser humano,
Patrón Wong recordó su convivencia diaria con el Papa durante 8 años, señalando la vida humilde y sencilla de un ser humano, cuando se levantaba muy temprano, trabajaba, oraba y que comía las cosas normales que come todo el mundo, que se alegraba por las pequeñas cosas que sucedían en una vida comunitaria.
Además, aseguró que fue una persona que tenía muchos detalles humanos con todos, sin excepción, desde las personas más sencillas que trabajaban en la casa Santa Martha hasta las personas más importantes que vivían ahí.
El arzobispo destacó un recuerdo, cuando su padre estaba enfermo y al comentárselo al Papa Francisco, él le pidió que se lo comunicara y pudo hablar con él días antes de que falleciera.
“Recuerdo ese diálogo tan humano, tan sencillo el Papa Francisco con mi papá, que así tenía muchos detalles con todos, un ejemplo de un ser humano que vivió su humanidad de manera sencilla, humilde, viviendo normalmente, naturalmente lo que todos vivíamos cada día”.