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Sección: Estado de Veracruz

Número de mujeres centroamericanas que intenta llegar a EU ha disminuido

- La pastoral de movilidad humana de la Diócesis de Coatzacoalcos reporta una reducción en el número de féminas que reciben

- Los migrantes prefieren caminar, pues no tienen dinero suficiente para pagar los cuotas y subirse a los trenes

Elizabeth Balderas Coatzacoalcos, Ver. 06/11/2015

alcalorpolitico.com

El número de mujeres centroamericanas que deciden buscar el sueño americano ha disminuido en los últimos días, así lo confirmó el párroco Joel Ireta Munguía, encargado de la pastoral de movilidad humana de la Diócesis de Coatzacoalcos.

Expuso que antes eran entre 10 ó 15 mujeres por semana las que llegaban a la Casa del Migrante ubicada en la colonia Coatzacoalcos, actualmente son solo tres o cuatro las que piden el asilo en este lugar.

Asimismo comentó que son varios los que ya estando en el albergue deciden regresar a sus países de origen, esto debido a todo lo mal que la pasan en el camino.



“Muchos migrantes cuando están aquí nos dicen que ya lo pensaron mejor y que van a regresar, lo que pasa es que la pasan muy mal por toda la situación que viven en el trayecto y dicen que ya no quieren seguir sufriendo”, dijo.

Por las nuevas disposiciones gubernamentales, confirmó que los migrantes siguen evitando subirse al tren, por ello ahora caminan largas horas, aunque es cansado, esto les garantiza continuar con vida.

“Ahora prefieren caminar. No muchos suben a la bestia porque no tienen dinero para pagar las cuotas”, aseguró.



Ante esa situación, muchos han llegado al albergue de Coatzacoalcos con los pies destrozados, estos son canalizados a la Cruz Roja o los mismos colaboradores los curan y les dan alojo hasta que su estado de salud mejora.

El padre explicó que con frecuencia se les dan pláticas a las personas que permanecen en la Casa del Migrante con respecto a los retos que enfrentarán si siguen su camino, se les aconseja volver a casa, pero en caso de que decidan continuar, se les invita a comportarse de la forma adecuada.

“La iglesia diocesana siempre está para ayudar a la comunidad migrante, los hermanos que van de paso, los forasteros, se les hace hincapié de su seguridad que recuerden que vienen de paso y que necesitan hacer las cosas bien, si quieren realizar el sueño que tienen y deben comportarse bien y hacer las cosas como se debe, a veces por la necesidad y desesperación hacen cosas indebidas pero sienten que es bueno, se les recomienda que no se dejen llevar por los polleros porque hay peligros y por eso suceden desgracias”, finalizó.