La galardonada con el Premio Estatal de la Mujer, Norma Romero Vázquez, afirmó que Las Patronas, agrupación dedicada a ayudar a los migrantes que pasan por Veracruz, no perderá la fe en que las cosas pueden cambiar.
Sin embargo, destacó que para que el estado mejore es necesario trabajar “en equipo” no sólo en temas como la migración, también en problemas como la violencia contra las mujeres y la desigualdad.
“No perdemos la fe de que esto va a cambiar, trabajar de la mano y hacer equipo, debemos unir fuentes porque un cambio no depende de uno solo, depende de todos”, dijo Romero Vázquez, luego de recibir la distinción por parte del Congreso del Estado.
En sesión solemne y con la presencia del gobernador Cuitláhuac García Jiménez y del presidente del Tribunal Superior de Justicia, Edel Álvarez Peña, los legisladores reconocieron a Romero Vázquez, quien durante 24 años se ha dedicado a ayudar con alimentos a los migrantes.
En su discurso Romero Vázquez dijo que más que medallas las mujeres veracruzanas se requieren de acciones concretas, destacando la labor de sus familiares y de otras personas para continuar respaldando a los centroamericanos.
Además dedicó el galardón a doña Tere, originaria de la Sierra Rincón de las Flores de Tezonapa, quien sacó a sus cuatro hijos lavando ropa ajena, y se unió a la labor de Las Patronas hasta que falleció en 2017.
Lo mismo hizo con doña Carmen, quien trabajó toda su vida y en sus años de jubilada se hizo el cargo del comedor en donde elaboran los alimentos para los migrantes que usan el tren conocido como “La Bestia” en su camino hacia Estados Unidos, pero que acaba de fallecer hace unos días.
“Les dedicamos a ellas este premio, continuaremos nuestro trabajo procurando honrar su memoria”.
Además, dijo que el premio es para las veracruzanas, especialmente a las madres que buscan hijos desaparecidos, a quienes marchan exigiendo respeto sobre sus decisiones y sus cuerpos y a quienes salen a trabajar todos los días en medio de la violencia.
“A las periodistas, a las defensoras, a las académicas y por supuesto a las mujeres que migran; a todas ellas por no rendirse ante el silencio, por resistir y querer hacer de este país un lugar digno”.
Finalmente, agradeció los apoyos que le han dado a su refugio ubicado en La Patrona, en Amatlán de los Reyes, insistiendo en que no perderán la fe de que la situación cambiará y mejorarán en Veracruz.