Frente a los números me siento muy relajado.
Es como si las cosas volvieran a su cauce.
Haruki Murakami, en 1Q84.
Según los resultados de la prueba Evaluación Nacional de Logros Académicos en Centros Educativos (Enlace 2011), presentados recientemente, hay calificaciones bajas en el estado de Veracruz: en el nivel primaria el aprovechamiento del español ocupó el lugar 30 de los 32 estados de la República, el 19 en matemáticas y aunque mejora en la secundaria al ocupar el noveno lugar en matemáticas y 11 en español.
El estado de Veracruz en aprendizaje del nivel primario en el área de conocimiento de matemáticas ocupó el lugar 19 de los 32 estados de la República al lograr que 33.5 por ciento de los alumnos tuvieran un nivel excelente y bueno en contra de 66.5 por ciento de los que obtuvieron niveles elemental e insuficiente, en tanto que Sonora ocupó el primer lugar con 51 por ciento; le siguió Nuevo León con 43.9 por ciento; en tercero Tlaxcala con 42.4 por ciento; luego Sinaloa con 41.8 por ciento y en quinto Zacatecas con 41.6 por ciento.
¿Cómo deben interpretarse estos resultados?
Para comenzar debe precisarse que la aplicación de este tipo de pruebas no constituyen evaluaciones propiamente dichas, como se quiere hacer creer, sino que son simples mediciones restringidas a cierto tipo de conocimientos y habilidades; mediciones realizadas mediante la aplicación de pruebas de opción múltiple las cuales, como es sabido, reflejan muy limitadamente los rasgos que pretenden medir, particularmente la comprensión de la lectura y las aptitudes o habilidades matemáticas.
Por otro lado, la aplicación de exámenes de distintos tipos, que se hacen pasar por evaluaciones (exámenes CENEVAL, la prueba ENLACE, etcétera), se ha convertido en un mecanismo de intimidación y control dentro del sistema educativo mexicano. Además de que, al sobrevalorar los resultados de estas mediciones, se distorsiona el proceso educativo mismo pues –como ha sido denunciado repetidas veces- muchos profesores tienden a dedicar más tiempo a entrenar a niños y jóvenes para “aprobar” la prueba ENLACE, que el que dedican a cumplir los objetivos educativos marcados en los programas académicos.
Si bien se hacen críticas diversas sobre la pertinencia de estas supuestas evaluaciones, rara vez se aborda el tema desde una perspectiva técnica; esto es, partiendo de la pregunta de si estos exámenes cumplen con las normas técnicas mínimas de confiabilidad,validez
y otras dictadas por la teoría psicométrica y la praxis pedagógica. Sin el respaldo de estudios técnicos apropiados, estas pruebas constituyen un engaño y conviertenla evaluación educativa en una farsa.
Teniendo estas consideraciones en mente, desde luego que una exploración minuciosa de los resultados de ENLACE puede aportar elementos para corregir deficiencias, la cual debe ser una de las funciones esenciales de la evaluación educativa. Por ejemplo, en el reporte de resultados de ENLACE se indica que la mayoría de los estudiantes de preparatoria no son capaces de aplicar el algoritmo –tal vez ni siquiera lo conocen- para extraer la raíz cuadrada de un número. Y aunque hay quien pueda decir que esto es irrelevante ya que esa cantidad puede calcularse con una simple calculadora de mano, considero –como profesor de matemáticas que soy- que el conocimiento y aplicación de algoritmos es fundamental en la enseñanza-aprendizaje de las matemáticas.
Detalles de esta clase aportan información relevante para indagar sobre las causas de probables deficiencias. ¿Por qué un joven preparatoriano no puede calcular la raíz cuadrada de un número? ¿No sabe lo que es el cuadrado de un número y por tanto no puede entender lo que significa “raíz cuadrada”? ¿O lo sabe pero no conoce el algoritmo? ¿Acaso el profesor mismo no lo sabe? ¿Tiene problemas el estudiante en la aplicación de otros algoritmos, lo que posiblemente indicaría deficiencias en la comprensión de lo que lee, o dificultades para seguir instrucciones? ¿El problema es generalizado u ocurre solamente en ciertos estratos o tipos de escuela?
Es decir, en lugar de perder el tiempo discutiendo si el estado de Veracruz está delante o atrás de otros estados según los puntajes alcanzados en esta prueba, o si los niños y jóvenes “aprobaron” o “reprobaron” el examen, los especialistas de la Secretaría de Educación y los expertos en investigación educativa deberían estar escudriñando los resultados de ENLACE con todo detalle –separando la paja del grano- para proponer medidas tendientes a ajustar puntualmente los procesos de enseñanza aprendizaje en el aula, una de las consecuencias más importantes que se derivan de la evaluación educativa.