Extorsión impune: la violencia silenciosa que frena el desarrollo, lamenta Coparmex

En México, la extorsión ha dejado de ser un problema aislado para convertirse en una amenaza cotidiana que golpea a empresarios y ciudadanos por igual. Lo más alarmante, sin embargo, es que casi nadie lo denuncia. Así lo advirtió Juan José Sierra Álvarez, presidente nacional de Coparmex, durante su visita a la ciudad de Orizaba.

Según cifras compartidas por el organismo empresarial, el 96.7 por ciento de los casos de extorsión no llegan nunca a una denuncia formal. Las razones son claras: la gente teme represalias y no confía en las autoridades.
“Existe una enorme cifra negra. La mayoría de estos delitos se quedan en la sombra”, lamentó Sierra.

La situación se agrava con un dato preocupante: uno de cada dos socios de Coparmex ha sido víctima de al menos un delito. Los más comunes son el robo de mercancía, el robo al transporte y, en creciente frecuencia, la extorsión, incluido el temido “cobro de piso”.

Ante este panorama, Coparmex ha levantado la voz para exigir una ley general contra la extorsión que unifique criterios en todos los estados del país y dote a los jueces de herramientas eficaces para castigar el delito.

“La inseguridad no sólo afecta a las personas, también ahuyenta la inversión y mina la confianza en el futuro. Si queremos atraer proyectos y generar empleo, es indispensable garantizar condiciones de seguridad”, subrayó el líder empresarial.

Sierra fue enfático: no se trata sólo de poner parches. Es urgente una estrategia nacional que involucre a los tres niveles de gobierno de manera coordinada. Porque, como dijo, la extorsión no conoce fronteras y su avance está frenando el desarrollo en todo el país.