En declive la industria pesquera de los municipios del norte de Veracruz

En declive la industria pesquera de los municipios del norte veracruzano, la producción se redujo hasta el 90% y para mantener la actividad pesquera, socios y permisionarios de cooperativas han tenido que emigrar a la Laguna Madre, en el estado de Tamaulipas; pero, en temporada de veda, padecen la persecución de elementos de la Secretaría de Marina, quienes impiden que infrinjan las leyes federales.

Los productos pesqueros son cada vez más escasos. Algunos pescadores consideran que el porcentaje varía de acuerdo al municipio y al tipo de producto, pero se estima que la caída de la producción es del 70 al 90%, desde que en el 2010 ocurrió el daño al ecosistema por el derrame de hidrocarburo en las costas de Louisiana, en los EEUU y que afectó el Golfo de México.

“La pesca ha desaparecido”, dijo el trabajador del mar del municipio de Tamiahua, Arcadio Ruiz. Desde su punto de vista cree necesario que los municipios del norte de Veracruz, desde Tampico Alto hasta Nautla, sean denominados en Pobreza Extrema, porque la producción “se ha venido abajo”.

Para el dirigente de la sociedad cooperativa de Saladero, en el municipio de Tamalín, Artemio Aram Blanco, “las condiciones económicas son muy malas, no tenemos producción, estamos viviendo de milagro. Después del hundimiento de la plataforma de British Petroleum se ha venido notando una decadencia grande en cuanto a la producción y esta cooperativa está mal, ya no podemos sobrevivir”.

La poca producción que se logra rescatar presenta cambios en las especies, el tamaño del camarón y del pescado se ha reducido, el robalo ha desaparecido. Lo que pescan en la Laguna de Tamiahua no es competitivo, siendo que esta región era considerada la Capital del Marisco.

“Es una vergüenza que se lo diga, pero la producción diaria no pasa de los cien kilos. Un pescador agarra un kilo o kilo y medio de camarón. Es algo que ni les permite sobrevivir, hacen lo imposible por mantener su lugar en la comunidad”; expresó el hombre de fe, que cuando sale al mar se encomienda a la Virgen del Carmen, instalada en un nicho de su cooperativa.

Dijo que al menos en la comunidad de Saladero se registra la migración, el 70% de la población son adultos mayores, hombres que son los que aportan a la economía familiar, pero la mayoría dedicados a la pesca. Las calles de su comunidad son silenciosas, aun empolvadas y sin pavimentar; los jóvenes han emigrado hacia otros municipios de zona urbana, a otros estados del país, principalmente a la frontera de Tamaulipas con los Estados Unidos de América. Apenas y se notan a nuevas generaciones, niños y niñas que pasean en bicicleta o caminan para "hacer los mandados".

Por su parte, la señora Delia Nelly García, dijo que los pescadores hacen esfuerzos por mantener vivo el mercado, al menos la leyenda de la Laguna de Tamiahua como mayor fuente de producción pesquera. Reconoció que socios y permisionarios deben invertir en gasolina y horas hombre para llegar hasta la Laguna Madre, al sur del estado de Tamaulipas, donde obtienen producto y lo traen a las cooperativas para mantener la actividad económica como proveedores.

Pero el pescador Arcadio Ruiz Cruz, advirtió que ya no se cuentan con ingresos suficientes para que puedan apoyar a un hijo en sus estudios universitarios. Esto, luego de la veda de camarón y tiburón desde el 1 de mayo, por más de 3 meses, deben cumplir con estas normas federales, de lo contrario son intervenidos por la Armada de México, sus elementos vigilan en el mar y ningún barco puede navegar sin autorización de la Capitanía de Puerto.

“Estamos batallando para poder nosotros sustentar esos días de vida, luego viene la veda de robalo, de lebrancha o de lisa y tenemos todo que respetarlo año con año”, expresó el socio de la cooperativa de Tuxpan.

Los pescadores advirtieron que quien es sorprendido en el mar por las Fuerzas Federales, son acreditables desde la orden de aprehensión hasta la destrucción de su barcaza, lo que para ellos significa una pérdida de inversión y recordaron que en el pasado, hace más de dos décadas, el Gobierno Federal otorgaba créditos para la adquisición de una lancha, el pescador sólo pagaría el 75 por ciento del total.