Las instalaciones del bar “Jalisquito”, en Minatitlán, lucen sin seguridad ni acordonamiento tras el homicidio de dos presuntos delincuentes que llegaron a cobrar piso y murieron tras ser atropellados.
El dueño del establecimiento, cabe recordar, explicó la noche del sábado 22 de marzo lo sucedido. Además, señaló que “no pretende dar la cara” por miedo a represalias y confirmó que no cometió ningún delito.
Este medio confirmó con fuentes que este hombre no está detenido. Él mismo, en su texto, indicó que esperará a que las autoridades hagan su trabajo. “Eran ellos o todo mi personal, si me toca ser juzgado hagan su trabajo autoridades, mientras no pretendo dar la cara, por motivos de seguridad, por motivos de represalia, no cometí ningún delito, los delincuentes están muertos y hoy la nota fue diferente a la de la semana pasada” [sic].
En un recorrido por la colonia Nueva Mina, donde ocurrió la muerte de los extorsionadores justo después de haber baleado la camioneta de su víctima, quien terminó atropellándolos, se confirmó que el lugar permanece sin vigilancia. Sin embargo, cerró sus puertas de forma definitiva, sumándose a la lista de comercios que han cerrado en el sur de Veracruz a causa de la delincuencia.