Drama en Tlacolulan

El agua que trajo Dean a Veracruz, no tuvo piedad con Tlacolulan que además de desbordar sus ríos, llevándose todo a su paso, hasta la carretera principal, deslavó los cerros que se vinieron sobre el pueblo, llenando las calles y las casas de toneladas de tierra y piedras; afectando postes de energía eléctrica y teléfono que mantienen parcialmente incomunicado al municipio.

Al medio día del miércoles, las llamadas de auxilio de alcalde, que nunca fueron escuchadas, eran por radio, pidiendo apoyo a Protección Civil y al Ministerio Público porque en el río que atraviesa el pueblo no sólo flotaban, animales, troncos y árboles, sino que habían encontrado el cuerpo de un hombre atado a un poste, que luego de ser rescatado por la misma gente, se supo que se trataba del joven campesino Salvador Velasco Mendoza que regresaba de su rancho hacia Tlacolulan.

Este drama tiene conmovida a la población, porque este hombre de 40 años, quien era padre de una pequeña, con domicilio en Tlacolulan, salió el miércoles desde muy temprano a ordeñar a sus vacas hasta un rancho de su propiedad en el lugar conocido como Atalpachico. A su regreso, al parecer se encontró con la fuerte corriente de los dos ríos que confluyen por el lugar, por lo que para no ser arrastrado se amarró con una cuerda que llevaba a un poste que encontró, sin embargo el nivel del agua subió y lo ahogó.

La tragedia se hizo mayor este jueves, al bajar el nivel del agua que dejó toneladas de tierra, lodo y piedras por todas las calles del pueblo, las cuales están totalmente pavimentadas. Ahí, hombres y mujeres de todas las edades, sacaban el lodo que inundó sus viviendas, esperando a que llegara la ayuda de Protección Civil que sólo había enviado por la mañana a un trascabo para sacar la tierra de los cerros que se deslavaron.

Vehículos y autobuses que hacen su ascenso y descenso de pasaje en esta zona que es el centro de la población, quedaron atascados en el lodo que les cubría hasta la mitad de sus llantas, con lo cual cualquiera que no estuvo puede darse cuenta que el nivel del agua llegó a más de medio metro.

Un hombre, que recién llegaba de Xalapa, a visitar a sus padres que viven en esta población, muy molesto comentó a los reporteros que a pesar de todas las llamadas de auxilio que se hicieron por radio, jamás llegó la ayuda: “anoche pedíamos agua y cobijas para la gente, que llegaba de las congregaciones para pasar la noche, porque sus casas estaban inundadas no sólo de agua, sino de lodo”.

Un médico del CEM, que llegó al sepelio del joven ahogado, porque su hermano era pariente político de éste, manifestó su enojo porque dijo que en las noticias locales se informó oficialmente que el huracán había dejado en Veracruz un saldo blanco y que los municipios del norte eran los más afectados, cuando Tlacolulan y otros municipios cercanos, estaban enfrentando esta tragedia y con una persona muerta a causa de las lluvias.

Otra persona dijo que lo único que se ofreció como albergue fue la casa de campaña del candidato panista, ubicada a una cuadra del palacio municipal, que dentro de lo poco que tenía, pudo ofrecerle algunos víveres a la gente.

Afuera del Palacio Municipal, el trascabo que sacaba la tierra de la calle principal, ya había formado varias montañas de tierra que serían cargadas a camiones que estaban por llegar, según dijo una vecina. ”pero ya se están tardando y tal parece que la tierra nada más la están cambiando de lugar y no se llevan.”

Y es que el primer obstáculo fue el desbordamiento de los ríos que atraviesan la carretera principal de San Miguel del Soldado a Tlacolulan, que justo en el tramo conocido como Barrio Zaragoza, la corriente partió a lo ancho el asfalto de esta vía, dejando una zanja enorme que cortó el paso hacia el municipio, por lo que para transitar hacia este lugar, se está tomando como vía alterna el camino de “El Duraznal” que llega hasta la población, donde en su entrada deja ver los daños que le dejó Dean.

Ahí mismo se localiza una pequeña unidad habitacional, recién construida por el Ayuntamiento y la Sedesol que fue devastada, porque muchas viviendas por su pésima construcción que revelan los materiales de mala calidad y una cimentación que se pudo apreciar de 40 centímetros, prácticamente fueron desmoronadas por el agua.

Anexo a esta unidad habitacional, el campo deportivo del pueblo quedó en ruinas; la malla que bordeaba el lugar fue derribada por los vientos y por la fuerza de la corriente que, además rompió el pavimento de la calle.

A este mediodía, por todos lados había gente con picos y palas sacando la tierra de sus casas, en espera de la ayuda oficial.