Uno de los problemas que se va agudizando en el Estado, en materia de salud, es la presencia del VIH en zonas indígenas; indicó Patricia Ponce Jiménez, integrante del Grupo Multisectorial en VIH-SIDA, quien agregó que se tiene que hacer investigación sobre este tema.
Indicó que no se sabe cuántos de los pacientes que llegan a Centros Ambulatorios para la Prevención y Atención del VIH-SIDA y de las Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS) son de alguna etnia, porque por lo regular ese dato no lo comparten; aunque algunos no son indígenas viven en municipios serranos.
Ponce Jiménez dijo que el estimado de las personas que llegan a estos centros, que son en la entidad alrededor de 8 mil, en un 30 por ciento son indígenas, pero se requiere registrar esa variable con mayor exactitud, pues el problema es real y avanza. Al no haber datos exactos ni investigaciones no hay políticas públicas para que sean atendidos y sobre todo, para prevenir que se siga dando la transmisión.
Dijo que un estudio realizado en una comunidad indígena de Chiapas, revela que el 80 por ciento de los pobladores viven con este virus y que el contagio vino en su gran mayoría de los esposos a las esposas y que están naciendo los niños con este Síndrome.
“Es lamentable la situación en las zonas indígenas, porque es la próxima epidemia que no vemos y que estamos tratando de transparentar, porque está silenciada y no hay políticas públicas”.