Aurora Castillo de UCISV-Pobladores AC, señaló que Veracruz es uno de los estados con mayores rezagos en materia de vivienda a nivel nacional, incluso definió que el déficit en el país es de 9 millones de viviendas, mientras que en Veracruz la cifra es de 100 mil, por ello, esta asociación civil más que construir viviendas se relaciona con un proceso de resistencia social.
En conferencia de prensa, recordó que la Unión de Colonos Inquilinos Solicitantes de Vivienda (UCISV)-Pobladores AC, surgió en 1984 para tratar de incidir en la formación de actores sociales que coadyuvaran a la transformación de la sociedad.
En ese sentido, destacó que la falta de vivienda cada vez se va incrementando en la entidad, ello ante el impacto de los fenómenos climatológicos como las granizadas o inundaciones.
Resaltó que la UCISV-Pobladores AC en los últimos cinco años ha construido alrededor de 5 mil viviendas defendiendo ese derecho por encima de la mercantilización en más de 50 municipios del Estado.
Otro de los objetivos de la Unión es aportar a la construcción de una ciudad integral, disfrutable y humana con una estrategia de trabajo basada en la hipótesis de la creación de asentamientos humanos, ecológicos, productivos y populares que permitiría generar las condiciones para desarrollar una propuesta diferente de ciudad.
Criticó que para los constructores y el gobierno, la vivienda es una mercancía, mientras que para la Unión es un derecho donde las familias pueden decidir qué hacer, pero también aportar.
“Que no se crea que todo es subsidios sino que las familias aportan su trabajo, su conocimiento, su ahorro y lo que tienen alrededor de ellos", agregó.
Por su parte, Cristina, otra de las integrantes de la Unión, refirió que hay cerca de 5 millones de viviendas desocupadas en Veracruz, hechas por constructoras privadas que solamente se han apropiado del suelo y además las han encarecido.
El proceso en el que la Unión trabaja se basa en un proceso participativo donde las mujeres fundamentalmente deciden cómo se construirá la vivienda, pero también se les da un seguimiento técnico, explicó.
Abundó que a través de esos procesos de producción social han logrado construir viviendas de alrededor de 60 metros cuadrados cuando las constructoras las están realizando en espacios cada vez más reducidos donde 40 metros cuadrados, “es lo máximo”.
“Hay construcciones con piedra en la sierra norte de Puebla, con adobe, palma, bambú y estamos incluyendo ecotecnias a estas viviendas”, destacó y dijo que esa se ha convertido en una alternativa que va más allá de construir la vivienda, está relacionada con un proceso de resistencia social”, destacó.
Aseveró que el papel de las mujeres en esas acciones ha sido fundamental, pues se ha observado cómo ellas en las poblaciones rurales e indígenas son las que más padecen el no contar con una vivienda digna, por lo que se busca que sus espacios domésticos sean los adecuados y tengan seguridad patrimonial.
“Nosotros tratamos de visibilizar estar problemática, de hacer esa sensibilización con las compañeras en ese sentido”, indicó.