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Sección: Estado de Veracruz

Urgente, detener y revertir degradación de ecosistemas

Se usa el equivalente a 1.6 planetas Tierra para mantener nuestra forma de vida: Naciones Unidas para el Medio Ambiente

Miguel Valera Xalapa, Ver. 14/06/2021

alcalorpolitico.com


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Para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 2 °C, garantizar la seguridad alimentaria de una población que está en crecimiento y reducir la velocidad de la tasa de extinción de especies, es esencial que los países cumplan con sus compromisos actuales de restaurar mil millones de hectáreas de tierras degradadas y asumir obligaciones parecidas con las áreas marinas y costeras, así lo señala el último informe elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).

El estudio Únete a la #GeneraciónRestauración: Restauración de ecosistemas para las personas, la naturaleza y el clima, recuerda que la humanidad no está fuera de la naturaleza; “es parte de ella y necesitamos recrear una relación equilibrada con los ecosistemas que nos sustentan. La restauración de los ecosistemas es una de las formas más importantes de ofrecer soluciones basadas en la naturaleza para la seguridad alimentaria, la mitigación y adaptación al cambio climático y la pérdida de biodiversidad”.

“Desafortunadamente, seguimos avanzando en la dirección equivocada. Los ecosistemas del mundo, desde los océanos hasta los bosques y las tierras de cultivo, se están degradando, en muchos casos a un ritmo acelerado. Las personas que viven en la pobreza, las mujeres, los pueblos indígenas y otros grupos marginados son los más afectados por este daño, y la pandemia de COVID-19 solo ha empeorado las desigualdades que ya existían. Si bien las causas de la degradación son diversas y complejas, una cosa está clara: el enorme crecimiento económico de las últimas décadas se ha producido a costa de la salud ecológica”.



Los especialistas de FAO y PNUMA consideran que es necesario restaurar los ecosistemas a gran escala para lograr la agenda de desarrollo sostenible, porque la conservación de ecosistemas saludables, aunque de vital importancia, ya no es suficiente. “Estamos utilizando el equivalente a 1.6 planetas Tierra para mantener nuestra forma de vida actual, y los ecosistemas no pueden satisfacer nuestras demandas. En pocas palabras, necesitamos más naturaleza”.

La buena noticia, aseguran, es que la naturaleza tiene una extraordinaria capacidad de renovación y aunque algunos ecosistemas se están acercando a un punto de inflexión a partir del cual ya no podrán recuperarse, muchos otros son capaces de florecer nuevamente si detenemos el daño y restauramos su salud, biodiversidad y productividad.

Los organismos internacionales exponen que esta urgente restauración de los ecosistemas ofrece múltiples beneficios, como el que la mitad del PIB mundial depende de la naturaleza, y cada dólar invertido en restauración genera hasta 30 dólares estadounidenses en beneficios económicos. Asimismo, restaurar ecosistemas productivos es fundamental para apoyar la seguridad alimentaria: Solamente la restauración mediante la agrosilvicultura tiene el potencial de aumentar la seguridad alimentaria para mil 300 millones de personas y el restituir las poblaciones de peces marinos para obtener el máximo rendimiento sostenible podría aumentar la producción pesquera en 16.5 millones de toneladas, lo que implicaría un valor anual de 32 mil millones de dólares.



“Para mantener el aumento de las temperaturas globales por debajo de los 2 °C hacen falta acciones que prevengan, detengan y reviertan la degradación. Dichas acciones podrían proporcionar un tercio de la mitigación necesaria para 2030. Esto podría implicar acciones para gestionar mejor unas 2.500 millones de hectáreas de bosques, cultivos y tierras de pastoreo (mediante la restauración y evitando la degradación) y la restauración de la cobertura natural de más de 230 millones de hectáreas.

Por su parte, inversiones a gran escala en la agricultura de tierras secas, la protección de los manglares y la gestión del agua representarían una contribución vital para desarrollar la resiliencia al cambio climático y generarían beneficios alrededor de cuatro veces mayores que la inversión original. Al mismo tiempo, el restaurar 15% de las tierras alteradas para diversos usos y detener una mayor transformación de los ecosistemas naturales podría evitar 60% de las extinciones de especies que se han proyectado.

El estudio afirma que lograr la restauración exitosa de los ecosistemas a gran escala requerirá cambios profundos, los cuales incluyen adoptar la riqueza inclusiva como una medida más precisa del progreso económico, mediante la introducción generalizada de la contabilidad del capital natural; crear un entorno propicio para la inversión del sector privado, por ejemplo mediante asociaciones público-privadas; aumentar la cantidad de financiamiento para la restauración; tomar medidas sobre el desperdicio de alimentos, hacer un uso más eficiente de las tierras agrícolas y fomentar un cambio hacia una dieta basada en mayor medida en plantas, y ampliar la conciencia de la importancia de los ecosistemas saludables en todos nuestros sistemas educativos.



“La restauración de los ecosistemas a la escala que se requiere no es una tarea pequeña y se necesitará un esfuerzo concertado para restaurar verdaderamente el planeta. La belleza de la restauración es que transmite un mensaje de acción y esperanza, y puede suceder a cualquier escala, ya sea en un patio trasero, un parque urbano, el valle de un río, un bosque nacional o un ecosistema amenazado a nivel global. Esto significa que todos podemos participar”.

Ante esta situación, FAO y PNUMA hicieron un llamado a los gobiernos, para que garanticen que sus planes de recuperación de la pandemia de COVID-19 incorporen inversiones significativas en la restauración de ecosistemas como un componente central para lograr una recuperación “ecológica, sostenible y justa”, ya que actualmente, únicamente un 18% de los planes de estímulo para la recuperación pueden calificarse como “verdes”.

Así mismo, instaron a las Partes, para que cumplan con los compromisos vigentes en virtud de las Convenciones de Río y el Desafío de Bonn para restaurar mil millones de hectáreas de tierra, y a los donantes e instituciones que trabajan en la restauración costera y marina, para que desarrollen y cumplan con ambiciosos objetivos de restauración equivalentes al menos al Desafío de Bonn.



También pidieron a las instituciones financieras públicas y privadas y los organismos reguladores, que desarrollen y fortalezcan instrumentos y mecanismos para asegurar que los flujos de financiamiento apoyen los esfuerzos de restauración, en lugar de obstaculizarlos; a los pueblos indígenas y las comunidades locales de todo el mundo, para aprovechar su conocimiento, experiencia y capacidad de acción y ayudar así a lograr los objetivos de restauración, y a las organizaciones juveniles, para que desempeñen un papel de liderazgo activo en la restauración de los ecosistemas a nivel local, nacional y mundial y participen activamente en la gobernanza.