“Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.” Constitución Política de México, artículo 1, párrafo quinto.
Parece una ironía que, muchos años después de la primera lectura, se sintiera la necesidad de volver a leer uno de los primeros libros de filosofía del Derecho a los que se tuvo acceso, aquel libro es: Le Fur, L. y otros. (1975).
Los fines del Derecho: Bien Común, Justicia, Seguridad. México: UNAM. Se trata de una lectura importante en cualquier momento de la vida de un abogado y el debate es una forma interesante de aproximarse a los valores del Derecho. Aquella necesidad, sin embargo, fue apariencia, pues en realidad hoy se quiere abordar como tema un obsequio recibido de parte de Teodoro Cano, conspicuo artista de Papantla, Veracruz.
El 12 de julio de este año de 2024,
Día del Abogado, se empleó una fotografía del mural
La Justicia de la autoría de Teodoro Cano, para felicitar a las abogadas y a los abogados de la localidad. Dicho mural se puede admirar en la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana.
La historia del mural es sencilla. Con motivo del 75 aniversario del reconocimiento a nuestra institución, como
la Escuela de Derecho del Estado de Veracruz, reconocimiento hecho por parte del gobernador del Estado, el director de la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana solicitó al célebre muralista, que hiciera un mural en el edificio de nuestra institución y el artista lo hizo con la maestría que le caracterizó siempre.
Una vez terminado el mural, Teodoro Cano tuvo un detalle aparentemente insignificante, le regaló al autor de estas líneas, el bosquejo que le sirvió de base (O primer paso) al muralista para la construcción de la obra artística. Con la libertad que concede la interpretación de las obras de arte. Al ver aquel bosquejo se recordó aquello que enseñan los pensadores del Derecho: “La constitución del derecho es, de suyo, un acto de poder, no un acto de virtud. Una vez constituido el derecho es cuando opera la justicia, dando a cada uno su derecho.” (J. Hervada).
Un
bosquejo es la primera traza,
boceto o
diseño que se realiza de una obra pictórica o de cualquier otra producción de la creatividad humana. El bosquejo supone el primer paso concreto de la obra, es decir, la
primera materialización de la idea del autor. Y, los bosquejos son fundamentales para que los autores puedan establecer sus primeras ideas acerca de las obras que quieren desarrollar.
En el bosquejo del mural construido por Teodoro Cano, se distinguen las siguientes ideas: la constitución del Derecho por el poder, con el símbolo de unas manos que descienden y en una de ellas, la izquierda, está el rollo de la ley; la segunda idea es la figura principal, la justicia con su símbolo tradicional: la mujer de los ojos vendados que tiene en la mano derecha la balanza, símbolo del pensar (pesar el pro y el contra de algo) y concepción admirable de un Derecho que piensa; en la mano izquierda, la espada que es símbolo de coercibilidad (la posibilidad de hacer cumplir sus disposiciones por la fuerza) y que se halla en reposo.
En medio del mural, atrás de la justicia, el artista con dos figuras enfrentadas consigue representar el movimiento de las fuerzas del bien y del mal que presionan, por decirlo así, a la justicia. En la parte de abajo está representado el periodo, que es motivo de la conmemoración, con la efigie de Manuel Aparicio Güido en 1920 y el año memorable de 1995, con el escudo de la Facultad de Derecho. Entre todas las personas que transitan ese periodo, al frente del mural, el artista destaca la familia veracruzana, una familia de Papantla, que refleja la identidad del autor.
De todo lo anterior se quiere desprender una lección. En la vida real, la vida histórica, siempre se están construyendo bosquejos de la justicia. La Justicia es un ideal y como tal es algo alcanzado en cierto grado, pero jamás agotado. Comprender estas cosas, hizo recordar también las palabras de Irving M. Copi: “Los versos poéticos que incorporan algo de ‘crítica sobre la vida’ son más que meramente expresivos”.
Elías Neuman, abogado argentino, ofrece un ejemplo con su poema la DURA VERDAD:
El valor de la verdad / pone en mis ojos reflejos de dolor. / Quisiera entonces, serenamente / hablar de los que sufren / el mudo dolor de una casa de lata / la desesperación de no tener agua / para lavar la herida del hijo más pequeño, / la incomprensión del puñal y la sangre que llega / para marcar la cara de ofensas indelebles ./ La anciana sucia que trabajó sesenta años / y que aún pide a Dios por su juventud, / el vendedor de papeles y huesos / que todos los días trajina de caballo / en su carrito de varas. El dolor. El mudo dolor de los que viven / con el cuerpo gastado de frío / y el corazón gastado de ansiedades, aferrados como el césped, / sin fin ni principio, / al hambre o la resignación… Es tan dura la verdad / que sólo por no morir / quiero ser el poeta que la dice / para un tiempo mejor.
[email protected]