Aunque los Estados Unidos fomentan la migración ilegal a su territorio gracias a su necesidad de mano de obra barata, México debe generar oportunidades productivas a largo plazo que puedan brindar opciones de desarrollo para que los mexicanos puedan elegir entre migrar o no, y no lo hagan por mera necesidad, afirmaron Rafael Pedregal y Daniel Romero, investigadores de la Universidad Veracruzana (UV).
Durante la mesa redonda “Perspectivas de la frontera México-Estados Unidos desde Veracruz”, ambos catedráticos coincidieron en señalar que, aunque Veracruz es un estado privilegiado por su número de habitantes, recursos naturales, posición geopolítica e industrias claves, la retracción del mismo en la producción, distribución y comercialización en los ramos petrolero, azucarero y cafetalero, y el consecuente endeudamiento han provocado la huida masiva de las zonas rurales dependientes de cultivos únicos, como Alto Lucero, Misantla, Úrsulo Galván y Actopan, creando una situación similar a la que ya existe en los estados del norte y occidente del país, de larga tradición migratoria.
Celebrada en el marco de la V Jornada de Actividades Culturales “La experiencia del migrante”, dicha mesa redonda ofreció un panorama integral de la migración ilegal veracruzana al vecino país del norte, fenómeno que en 1995 cobró importancia en los medios de comunicación locales al descubrirse la existencia de verdaderos pueblos “fantasma”, “comunidades pobladas sólo por mujeres y niños que viven en una soledad rulfiana porque todos los hombre en edad productiva han migrado a Estados Unidos”, afirmó Rafael Pedregal.
El investigador explicó que a pesar de que los salarios ofrecidos en Estados Unidos a los migrantes indocumentados son bajos en comparación a lo que recibe un obrero legal, los trabajadores se las arreglan para enviar un promedio de dos mil dólares al año a sus familias, cantidad que en total alcanza los 20 mil millones de pesos por concepto de remesas que a México llegan anualmente.
Por su parte, Daniel Romero aseguró que dicha cantidad “rebasa incluso a la inversión extranjera en México”, y añadió que Veracruz comienza a depender económicamente de estas remesas porque actualmente, según datos del Banco de México, nuestro estado ocupa el séptimo lugar como destino de este dinero.
Romero consideró que el principal factor que motiva el desplazamiento de veracruzanos hacia el norte es el laboral, seguido de la imitación familiar. “Es cierto que hay muchas personas que tienen necesidad de partir, pero para otras, migrar a los Estados Unidos es una cuestión de ciclos de vida: su abuelo se marchó, su padre se marchó, y entonces él también va”, comentó. Para los veracruzanos, afirmó, los destinos más atractivos son los estados del Este, como Carolina del Norte y del Sur, Georgia y Virginia.
Señaló que la vía de acceso a los Estados Unidos preferida por los migrantes veracruzanos es la llamada frontera rural, o las zonas desérticas y poco pobladas, como la zona Nogales-Sonora. En esta frontera no existen bardas ni infraestructura de vigilancia, pero los viajantes se arriesgan a ser aprehendidos por la Border Patrol y los grupos anti-inmigrantes como Minute Men, o a perder la vida al cruzar el desierto a pie, con temperaturas que alcanzan los 50 grados.