No puede haber reforma energética en materia petrolera si no se piensa en la relación que debe haber entre ahorro, inversión y crecimiento de Petróleos Mexicanos (Pemex), aseveró Benjamín García Páez, doctor en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), durante el foro La industria petrolera en México: diagnóstico y alternativas, convocado por la Universidad Veracruzana (UV).
Durante la presentación de su ponencia “La situación financiera de la industria petrolera”, en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información de Xalapa y transmitida por videoconferencia a las demás regiones universitarias, Benjamín García dijo que Pemex es una empresa que se ha debilitado en materia financiera por objetivos de carácter social y de política económica que va mas allá de lo que puede una empresa pública resistir: “No es posible que las finanzas públicas de cualquier país, no sólo de México, dependan tan sensiblemente de los ingresos petroleros”.
Aseveró que toda empresa que genere excedentes económicos debe tener un ahorro, una serie de economías reales y pecuniarias que les permita ampliar sus excedentes. Consideró necesario, y lejos de cualquier mito, realizar asociaciones productivas con compañías petroleras en el extranjero, ya que esta industria es eminentemente internacional.
Propuso que Pemex sea determinante en la elevación del coeficiente de retención de ingresos por ventas y dijo que hay una gama de actividades que es necesario evaluar de manera permanente, como las estructuras ocupacionales, cambios en procedimientos operativos y de contratación, control presupuestal, desarrollo interno de sistemas de control de gastos y monitoreo de inversiones.
El académico de la UNAM aseguró que los hidrocarburos como el energético más eficiente en el mundo es una materia prima apetecible para los especuladores que están llevando los precios a niveles exorbitantes, por lo que México sufre mucha presión. Al interior de la paraestatal también tiene conflictos enormes que no permiten su desarrollo.
Informó que el sindicato de Pemex está conformado por un grupo de rentistas que distorsiona y pervierte la disciplina laboral; su influencia ha causado un sobredimensionamiento en la plantilla laboral. Asimismo, calificó de rentistas a proveedores, funcionarios públicos y gobernantes de las entidades-escenario en materia petrolera.
“La disyuntiva para una nación como México es simple: preservar su capital natural para seguir desarrollándose o vendérsela a intereses privados. Esto no es fobia antiempresarial o antiempresarialismo de los académicos, es que un país como México carece prácticamente de una batería de instrumentos o variables para impulsar su desarrollo”, expresó el experto en el tema petrolero.
Agregó que “no se debe olvidar que toda privatización, como en las relaciones personales o familiares, implica compartir. Pemex vive una situación muy apretada, su patrimonio viene a representar apenas 10 por ciento de sus pasivos; es decir, técnicamente es una empresa en quiebra por sus márgenes, por su relación entre pasivos y patrimonio”.
No obstante, la disciplina que implica el tener un endeudamiento obliga a prácticas administrativas radicalmente diferentes que ayudan a una empresa, por eso el endeudamiento neto adicional es una variable cuyo manejo debe ser cauteloso y de aplicación selectiva, finalizó.