Se constituye la Corriente Crítica del PRI; busca la democratización de este partido

Militantes y simpatizantes del Partido Revolucionario Institucional constituyeron la Corriente Crítica del PRI, con el fin de lograr la transformación del tricolor, regresarle sus valores morales, que sus militantes y candidatos, ejerzan una política con sentido ético y cero tolerancia a la corrupción y la impunidad.

En una reunión, efectuada en las instalaciones del Casino Español, se dio a conocer la "Declaratoria Xalapa", en donde la exigencia fue ya no más dedazos, nepotismo y herencia de candidaturas, no más acuerdos en lo obscurito.

Además, el PRI debe liderar frente a la sociedad una acción social revolucionaria que logre la justicia social y la igualdad para todos los mexicanos.

La mesa del presidium fue conformada por Ricardo Olivares Pineda, Abel Cuéllar Morales, Eduardo Thomaé Domínguez, Manuel Ramos Gurrión, Arturo Nájera Gutiérrez, Andrea Frankberger Gutiérrez, Carmen Rosas Montalvo y Joel Hurtado Ramón, quien fue el encargado de leer la Declaratoria Xalapa.

En ella se propone que para recuperar Veracruz, primero se debe recuperar al partido, por lo que están demandando la renovación, mediante consulta a las bases, los comités seccionales, distritales, presidente y secretaria general del Comité Directivo Estatal y el cambio de Delegado del Comité Ejecutivo Nacional.



De igual manera, la realización de una amplia consulta en todo el Estado sobre las propuestas y posición que el priismo veracruzano desea llevar a la próxima Asamblea Nacional y la reestructuración y revisión de los Consejos Políticos en el Estado.

De antemano, se indica en dicha declaración, se reconocerán lo bien hecho y se señalarán los errores, “aportando soluciones, no como movimiento de masas, sino como el esfuerzo de un grupo de militantes que aportarán sus ideas y acciones para el regreso a las banderas de luchas originales que lo llevaron a ser por más de ochenta años una institución fuerte y progresista al servicio de las mejores causas”.

El objetivo prioritario es lograr la transformación del Partido, regresarle sus valores morales, que sus militantes y candidatos ejerzan una política con sentido ético y cero tolerancia a la corrupción y a la impunidad.



“No más dedazos, nepotismo y herencia de candidaturas, no más acuerdos en lo oscurito, el partido debe liderar frente a la sociedad una acción social revolucionaria que logre la justicia social y la igualdad para todos los mexicanos”, indica la declaración.

Se enfatiza en que el próximo año “participaremos en elecciones locales y federales, del papel que desempeñemos en ese proceso electoral dependerá en mucho del futuro del PRI, si deseamos seguir siendo protagónicos, nuestros candidatos y nuestras dirigencias deberán surgir de procesos transparentes y democráticos, sin signo alguno de deshonestidad, para brindarle a los electores la seguridad de que el PRI no permanecerá omiso nuevamente ante la corrupción y las complicidades inmorales”, se señala.

Establece que la sociedad deberá constatar que los candidatos sean ejemplos de ciudadanía, honradez y trabajo; los programas y políticas públicas que patrocinen los funcionarios y legisladores priistas deberán identificarse con las de la sociedad civil y atender de manera eficiente las demandas populares.



“Al interior debemos privilegiar los antecedentes y servicios al partido sobre el pragmatismo electoral, la defensa de la ideología debe ser por encima de la mera victoria, premiar los valores y principios, la lealtad y entrega”, se afirma.

Finalmente, se indica que el PRI se mantiene de pie por la fuerza de una militancia que ha ido decreciendo, decepcionada por quienes hemos llevado al poder y traicionaron nuestra ideología y al pueblo que los eligió, debemos recuperar a quienes se han ido porque les fallamos; quienes traicionaron por intereses personales que se vayan definitivamente.