Las guerras, las enfermedades, la hambruna derivada de la inequidad y las muertes ocasionadas por las anteriores aumentan día a día evocando aquel apocalipsis anunciado por San Juan Evangelista. Sus 4 jinetes son alimentados por esa ínfima minoría población anglo-sionista mundial que se cree dueña de nuestro destino. Esos propietarios de las corporaciones farmacéuticas, financieras, armamentistas, de comunicación, de comida ultra procesada, petroleras y mineras, son los responsables del desequilibro medioambiental, la fractura del ciclo hidrológico y desregulación térmica.
Con acciones criminales aproximan la glaciación que, de acuerdo a la paleoclimatología*, tendría lugar dentro 1500 años (Revista Nature). Según esta ciencia, ha habido cuatro eras de hielo. Después de cada glaciación se inicia un periodo interglaciar con temperaturas moderadas. Estos datos indican que estamos en la parte alta de una etapa interglaciar, donde la intervención humana acelera el calentamiento del planeta por medio de un desarrollo industrial basado en la quema de combustibles fósiles, la contaminación y en la explotación exhaustiva de los recursos naturales (agua, flora y fauna) alterando los ciclos hídricos reguladores de la temperatura global. Las altas temperaturas evaporan el agua, resecan los campos y disminuyen la recarga de las cuencas hidrológicas dejando sin el vital a millones de seres humanos.
“No es sequía, es saqueo”
Los cambios climáticos radicales de la Tierra se asocian a 5 extinciones masivas. La última sucedió hace 65 millones de años y hoy, el capitalismo nos conduce hacia la sexta, pues sin agua la vida no puede proseguir. Por esa causa, aquí y allá, la gente demanda al Estado cumpla con ese derecho humano. Lamentablemente, no puede ser garantizado a todos, dado que resolver el problema de fondo implica afectar los intereses de los poderosos conectados con el poder político. Realmente, el vital líquido no se acaba; es derrochado y contaminado por las granjas industriales, cerveceras, refresqueras, textiles y mineras, fundamentalmente. Algunos gobiernos mienten convenientemente culpando a los gases de efecto invernadero (GEI) o incriminando a los gobernados de no cuidar del agua ni de los bosques.
En la mayoría de los Estados de la república, esta presente la crisis hídrica, (Jalisco Michoacán, Puebla, Tlaxcala, Nayarit, etcétera. Veracruz la padece en el 91% de sus municipios (CONAGUA) presentándose resequedad extrema e incendios por doquier. Hasta el viernes pasado se tenían reportados alrededor de 25. Una decena se mantienen activos en las regiones del norte, sur y centro. Cerca de 9 mil hectáreas han sido afectadas y seguramente, de no llegar suficientes lluvias, el fuego seguirá arrasando bosques y fauna.
Aunque soldados, marinos, agentes de la secretaria del medio ambiente (SEDEMA) y guardia nacional, han auxiliado a los lugareños en la extinción de los incendios, la ayuda falta. Por ello, personas y grupos ecologistas han enviando brigadas, herramientas, víveres, agua embotellada, médicos y veterinarios para atender personas y animales. La Nissan Xalapa, puso su fuerza móvil NP-300 a disposición de los centros de acopio para trasladar víveres a las zonas afectadas. Para ello proporcionó el número 2281225336.
Se derriten los glaciares.
Cualquiera con el mínimo sentido común sabe que las temperaturas extremas evaporan el agua de ríos, lagos y manantiales, cuyas fuentes de recarga son los glaciares y bosques que están desapareciendo, trayendo sequía, rompiendo ecosistemas y cambiando el clima. De ahí que los incendios y congelamientos sucedan en lugares donde nunca antes ocurrieron. Ha nevado en desiertos y surgido incendios en zonas frías. El caso particular de Xalapa y alrededores se ha agravado por la construcción inmobiliaria desmedida, la imparable deforestación de montañas y una criminal contaminación-saqueo de la cuenca hidrológica Libres-oriental que nos dota parte del agua que consumimos.
A propósito de esta cuenca, campesinos integrantes del Movimiento en Defensa del Agua se plantaron frente a las Granjas porcinas Carrol´s (5 de junio), exigiendo se largue de sus tierras junto con todas las empresas extranjeras (Heineken, AUDI, Fresas Driscols, Iberdrola) “porque están destruyendo el medio ambiente al saquear miles de millones de metros cúbicos de agua, mientras nuestros campos están secos…”. Las acusan de bombardear las nubes con avionetas, drones, rayos laser (…) convirtiendo en un infierno sus pueblos que sufren largas sequías, altas temperaturas, deforestación respiran aires malolientes y beben aguas contaminadas. Categóricos afirman: “las empresas extranjeras ponen en peligro la vida y la existencia de nuestros pueblos”. Y tienen razón, basta ver su entorno, antes pintado de verde, rodeado de paisajes pelones y montañas con menos glaciares y manantiales en el valle de Perote.
La globalidad
El IPCC (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU) informó el 9 de agosto pasado, que “se están observando cambios (sin precedentes) en el clima de la Tierra, en todas las regiones”. Aseguraron que esos cambios podrían “limitarse” reduciendo sustancialmente la emisión de los GEI cuya acumulación en la atmósfera modifica los ciclos térmicos globales. Desde luego, esto implica abandonar la quema de petróleo, carbón y gas utilizados preferentemente para producir energía barata. Trágicamente, al menos que pronto se encuentren fuentes de energía limpia y barata, el sistema no abandonará el consumo de combustibles fósiles.
Resulta sobrecogedor saber que aunque las emisiones de los GEI se redujeran “de manera inmediata, rápida y a gran escala” sólo mejoraría un poco la calidad del aire. Estabilizar el clima requiere entre 20 o 30 años de esfuerzos multidisciplinarios coordinados a nivel mundial para mantener, en el mismo plazo, el incremento de temperatura promedio abajo del 1.5 ºC. Téngase en cuenta que entre 1850- 1900 la temperatura mundial se incrementó 1.1 ºC y se había calculado que el punto de no retorno (1.5 ºC) se alcanzaría en 2040. Pues bien, lo anterior indica que se ha adelantado 10 años.
México neoliberal
Es probable que en los próximos 6 años el poder económico imponga a Claudia los megaproyectos prianistas de construcción de plantas nucleares para, según ellos, producir energía sustentable. El reto de la presidenta es supremo, dado que en junio del 2022 la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos, controlada por fanático neoliberales, determinó limitar las facultades del gobierno para combatir el cambio climático, confirmando lo catastrófico que resulta su capitalismo para la humanidad entera. La sucesora de AMLO, únicamente podrá liberarse de esos enemigos de la vida con el concurso del pueblo organizado. Urge recuperar “la resiliencia de los sistemas socio-ecológicos” y luchar frontalmente contra quienes cancelan el futuro de las nuevas generaciones. No hacerlo es consentir echen a pique el barco que nos transporta a todos.
Empecemos por identificar, como lo hiciera Stephen Hawking, a los provocadores del apocalipsis. No son las máquinas ni los pueblo sino la élite capitalista. Debe fomentarse el manejo comunitario de bosques y bienes naturales (4T), con ello, afirma el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible, México lograría cumplir su compromiso asumido (2016) en la ONU de reducir a 0.9 el 1.3% su emisión de GEI. Aún hay tiempo para salvarnos, pero el punto de inflexión se acercan.
Mensaje en Náhuatl a los pueblos en resistencia:
No ikniua xi selika se tlajpaloli, kualtitok tlen in ki chiua, in mo nejchikoua ua in tla uilanaj ipanpa atl, ipanpa kuatitlamitl. San kena ma ax kana elij san se tlalochtli, ma elij mojmostla pampa kejnopa techiluijke to ueytataua pampa ne tlanauatiyani axkema texpaleuise ipan ya ne pampa axkana mo yolouiya ikaj tojuanti san in tomi.
Traducción: Hermanos reciban un saludo: Esta bien lo que están haciendo, que se organizan para luchar por el agua, por el bosque. Pero no debe ser por un rato sino del diario pues eso nos dijeron nuestros antepasados porque los gobiernos nunca nos van a ayudar en eso pues no les interesa mirarnos sino al dinero.
*Ciencia que estudia el clima de la Tierra a lo largo de su historia