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Sección: Estado de Veracruz

Las palabras de la ley

“Política y Derecho en tiempos de cambio”

Salvador Martínez y Martínez Xalapa, Ver. 24/11/2021

alcalorpolitico.com

Sobre el correr de la vida de Francisco Berlín Valenzuela, mencionaremos solamente algunos datos: nació en Xalapa, Ver., el 21 de marzo de 1940. Es Licenciado en Derecho (UNAM, 1964) y Doctor en Derecho Constitucional y Administrativo (Mención Honorífica, UNAM, 1979. Además de Abogado, se distinguió como educador, político, político, ponente y ensayista sobre lo político-electoral.

Entre otros cargos, laboró en la docencia durante casi 30 años. Fue titular de la cátedra especial Dr. Mario de la Cueva (UNAM). Secretario General de Gobierno en el Estado de Veracruz (1968-1974). Presidente de la Comisión Estatal Electoral de Veracruz. Diputado Federal en la LIII Legislatura (1985-1988). Entre sus distinciones destaca el hecho de recibir la Cruz de Honor al Mérito Legislativo de la Asociación Nacional de Abogados.

Le conocimos como director del Colegio de Veracruz (2003) y le tratamos en algunos eventos en materia electoral, igualmente cuando fue titular de la Casa de la Cultura Jurídica “Ministro Mario Guillermo Rebolledo Fernández”, sita en la ciudad de Xalapa, Veracruz.



De sus obras publicadas, la más reciente es “Política y Derecho en tiempos de cambio”, la cual fue presentada en línea el 19 de noviembre del año en curso, bajo los auspicios de la Universidad de Xalapa, cuyo Rector es Carlos García Méndez y también por GAMEC, Asociación Política. Los presentadores fueron juristas eminentes: Sergio García Ramírez, y Diego Valadez Ríos.

No hemos leído el libro y queremos y debemos efectuar la lectura. Pero, a sabiendas de que existen anticipaciones o conocimientos previos con los que uno se enfrenta para entender otra cosa y también sabedores de que entender una cosa es relacionarla con otra previamente adquirida, se nos ocurrió identificar alguno de nuestros presupuestos para aproximarnos a la lectura. He aquí el resultado de lo que calificamos como una feliz ocurrencia.

Nos sentimos atraídos por la portada del libro. En ella, luce la majestuosa representación de una versión de la Justicia, que tiene estas peculiaridades y que observó Sergio García Ramírez en su presentación: la justicia no es ciega (no tiene los ojos vendados) se sustituyó la espada tradicional por un libro.



La escultura, cuya fotografía aparece en la portada, es una creación de Edith, la distinguida esposa del autor de la obra. La advertencia fue como si la escultura nos susurrara al oído que la Justicia es un ideal siempre alcanzado en cierto grado, pero jamás agotado. La peculiaridad de la obra escultórica -un libro en lugar de la espada- es tanto como decir que, en estos tiempos, se exige el cambio del poder de la fuerza bruta por el poder de la razón. ¿Serán estos los tiempos de ese el cambio a que se refiere el libro de Berlín Valenzuela?

Con la libertad de interpretación que concede el arte, en dicha imagen de la escultura observamos algo más: se trata de una obra que, como la justicia misma, está fuera o sobre este mundo y se yergue con esa capacidad de infundir admiración y respeto por su solemnidad, elegancia y grandeza.

Los presentadores de esta obra son autoridades académicas de primer nivel y estoy cierto de que aseveraron lo pertinente. Por otra parte, el prólogo del libro estuvo a cargo del politólogo alemán Dieter Nohlen, también su parecer sobre el libro debe ser valioso y lo es, según los presentadores.



Por lo tanto, el propósito de este comentario es felicitar al autor por la publicación de su libro. El autor y su esposa son amigos en alguna red social y, como si hubiésemos tenido la oportunidad de entrevistarlo, formulamos una pregunta abierta: ¿Qué opinión le merecen hoy los abogados? Y encontramos una respuesta extensa. Por esta razón, sólo ofrecemos al lector un fragmento, una muestra:

“En el devenir histórico, con toda claridad hemos constatado el papel sobresaliente de los conocedores del derecho, en la tarea para armonizar y equilibrar la convivencia social y política de cualquier país; el abogado al instrumentar el orden jurídico ha perseverado siempre, la consecución de los valores propios de la ciencia del derecho, como lo son el orden, la libertad y la justicia.”

Pero, afirma el autor del libro, la pregunta que procede hacernos en estos momentos, es; ¿Cómo se encuentra el entorno político – social, donde se desenvuelve el abogado y cuál es el papel que juega el derecho?



“Al respecto, para contestar tal cuestionamiento, primeramente, debemos tomar en cuenta, que la tradición jurídica ha dado el carácter ético, equitativo y tutelar al derecho contemporáneo, que hizo posible instituciones, conceptos, principios y doctrinas con el carácter permanente, donde inclusive, los elementos del Estado se tienen como modelos casi concluidos, se ha constatado que los propios abogados no fácilmente aceptan cualquier cambio progresista en los mismos.

En segundo lugar, hemos visto o mejor dicho nos hemos acostumbrado a ser testigos del rol que juega el derecho, como eje rector para promover los cambios en la economía. Sin embargo, en los países industrializados aceptan el fenómeno económico, tal como se da en la realidad, para después reglamentarlo, hoy día este fenómeno obedece a la realidad del dinamismo y los cambios estructurales propios de una sociedad con economía globalizada”.

Cierto –continúa diciendo Berlín Valenzuela-, el nuevo orden internacional ha dinamizado el actuar político, económico, social del Estado y sociedad, al ritmo que marca el internet, fax y todos los medios de comercialización masiva, cuyo objetivo principal es la universalización del capital, mediante una economía de mercado y consumo, producto de la revolución tecnológica que se presenta en el ocaso del siglo pasado.



“Ante este panorama los abogados hemos permanecido inmóviles, siempre divididos gremialmente y aislados en el ejercicio de la profesión, por lo que es prioritario retomar los beneficios que nos brindan la reagrupación profesional; verbigracia los colegios, barras, academias y asociaciones de abogados, donde se discuta y acuerde las estrategias y objetivos, para recuperar el liderazgo social que históricamente se ha desempeñado. Nuestro triunfo ha sido haber convencido a la sociedad que hay que trabajar constantemente por construir la justicia con el esfuerzo de todos, y que la equidad requiere de la decidida participación de los miembros de la sociedad para lograrlo.”

¿Habremos acertado al relacionar la portada del libro con su contenido? Lo sabremos después de su lectura, porque leer, según Miguel Villoro Toranzo, es comunicarse con otra persona a través de la palabra escrita. “Decimos ‘comunicarse’ y no nada más ‘recibir la comunicación’ porque toda lectura es activa, es un intento de interrogar a un autor y de encontrar sus respuestas.”

Sobre los libros, y esto también vale para aquel al que hoy hacemos referencia, Villoro agrega una opinión que es un garbanzo de a libra: “Los libros, sobre todo los buenos libros, son amigos discretos, siempre dispuestos a servirnos..."



Sabemos que existe la lectura por descanso y es pasatiempo que no tiene reglas. Pero, la lectura de estudio o de profundización en los estudios es rigurosa y exige disciplina.

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