Pidió Mateo Oliva que el Coro de la UV lo despidiera; le dijo adiós en San Bruno

Luego de su fallecimiento y cremación, las cenizas del maestro Mateo Oliva Oliva, creador de la Orquesta Universitaria de Música Popular, entre otras muchas cosas; fueron trasladadas a la parroquia de San Bruno, donde se ofreció una emotiva misa para despedirlo de sus seres amados.

Al artista lo acompañaron decenas de personas, sus seis hijos, su esposa y demás amigos como Alberto de la Rosa, director artístico del grupo Tlenhuicani. No faltaron funcionarios universitarios como la rectora Sara Ladrón de Guevara, Esther Hernández Palacios o el exrector Raúl Arias Lovillo y servidores públicos que en vida seguramente disfrutaron de sus interpretaciones.

No faltaron a la cita para darle el último adiós una parte de los integrantes de su Orquesta Universitaria, quienes interpretaron diversas piezas acompañados de Salomé Gómez Reyna, Cecilia Ladrón de Guevara, Víctor Afilo Bello, Jesús Ruiz y Ana Lilia Ibarra, voces del Coro de la Universidad Veracruzana para decir adiós al oriundo de Naolinco.



En sus últimos momentos, Mateo Oliva pidió que el Coro de la Universidad lo acompañara y así con lágrimas en los ojos de sus integrantes no dejaron de cantar el Ave María, interpretar el Ave Verum Corpus o el Panis Angelicus, así como los del rito de la iglesia como el Padre Nuestro y Señor ten piedad.

El párroco, José Ignacio Barrera Murrieta, expresó a los familiares que éste, el último adiós, aunque no quita la tristeza por la separación, da sin embargo, el consuelo de la esperanza.

“Vendrá un día en que podremos alegrarnos de nuevo con su presencia, por eso, esperamos que esta asamblea que hoy en esta iglesia se despide con aires de tristeza, se reunirá de nuevo un día en la alegría del Reino de Dios. Consolémonos pues con esta esperanza cristiana”, les expresó a los deudos.