A partir de este martes, el personal de la Secretaría de la Función Pública, que concluyó el proceso de inmunización contra el COVID-19, regresa a las labores presenciales, procurando la mitigación del riesgo de contagio a través de las medidas sanitarias y de sana distancia determinadas por la Secretaría de Salud.
En caso de riesgo por brote de contagios en los centros de trabajo o que el servidor público presente síntomas del virus, podrá regresar al trabajo a distancia desde casa, en la medida de lo posible y que no se altere el debido cumplimiento de las funciones.
Habrá días de trabajo presencial y a distancia alternados, entre el personal que integra las distintas unidades administrativas.
Y para el caso de los días de trabajo presencial, se podrán establecer horarios escalonados para la asistencia a los centros de trabajo, en ambos casos, procurando asegurar en todo momento las medidas sanitarias recomendadas por la Secretaría de Salud.
Roberto Salcedo Aquino, titular de la Secretaría de la Función Pública, emitió el Acuerdo justificando que la Secretaría de Salud ha determinado que las personas vacunadas después de haber transcurrido dos semanas a la aplicación de la última dosis no serán consideradas población en situación de vulnerabilidad para contraer dicha enfermedad, por lo que la condicionante de pruebas de detección de COVID-19 para el retorno presencial a los centros de trabajo de los servidores públicos, deviene innecesaria para los objetivos que demanda el escenario actual del país, en materia de salud, económica y social.
Aunado a ello, agregó, la prevención del riesgo de contagio pretendida con dicha medida, no es suficiente para garantizar en mayor proporción el derecho a la salud, habida cuenta que la trascendencia de los resultados de estas pruebas como medida para prevenir los contagios están supeditadas a ciertos factores como la fecha en que se toma la muestra, periodo de evolución del virus y la fecha de exposición a algún contagio.
En consecuencia, se colige que el marco ideal es generar un compromiso que refuerza la ética y vocación del servicio público bajo un esquema que permita converger sus derechos y la prevención eficaz, al incorporar como medida de prevención adicional, la posibilidad de que en caso de brote de contagio en las dependencias y entidades o de que algún servidor público a pesar de haberse puesto la vacuna presente síntomas del virus, no tendrá que incorporarse a los centros de trabajo y podrán trabajar desde casa.